Tras las declaraciones en TVE del actual ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, en torno a la posición del Gobierno del Partido Popular ante el golpe de Estado contra el presidente legítimo de Venezuela, Hugo Chávez, se han sucedido las declaraciones y los comentarios sobre lo que hizo la España de Aznar aquel 12 de […]
Tras las declaraciones en TVE del actual ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, en torno a la posición del Gobierno del Partido Popular ante el golpe de Estado contra el presidente legítimo de Venezuela, Hugo Chávez, se han sucedido las declaraciones y los comentarios sobre lo que hizo la España de Aznar aquel 12 de abril de 2002.
Según Moratinos, el embajador español en Venezuela recibió órdenes expresas de apoyar a los golpistas frente a Chávez. Sin embargo, las evidencias en ese sentido no se limitan a lo dicho a última hora del lunes por el jefe de nuestra diplomacia ni a lo confirmado el martes por el propio Hugo Chávez.
El diario argentino Clarín, en una noticia titulada ‘En nombre de Europa, Aznar apoya al nuevo gobierno‘ y basada en una nota de la agencia EFE, publicó la siguiente información:
- El presidente del Gobierno español y presidente en ejercicio del Consejo Europeo, José María Aznar, ofreció ayer al presidente provisional de Venezuela, Pedro Carmona, su «disponibilidad y apoyo» en sus esfuerzos por asegurar el pronto retorno de la democracia a su país, informaron fuentes oficiales.
En una conversación telefónica, el jefe del Ejecutivo español le expresó igualmente a Carmona que tanto España como la Unión Europea siguen «con gran interés» la evolución de los acontecimientos que han llevado a la caída de Hugo Chávez.
Al respecto, le informó que la Presidencia de turno de la UE emitió un comunicado animando a los venezolanos a superar la crisis «en un marco de concordia nacional y con pleno respeto a los derechos y libertades fundamentales».
Aznar subrayó también ante su interlocutor su deseo de que se normalice «cuanto antes» el funcionamiento de las instituciones democráticas venezolanas, para lo cual comprometió su «disponibilidad y apoyo».
Pedro Carmona, que poco después de asumir la presidencia provisional anunció su intención de convocar en un año a elecciones presidenciales y, en un plazo menor, celebrar comicios legislativos, ofreció al presidente Aznar detalles sobre el desarrollo de lo acaecido durante la agitada jornada venezolana. […]
«Todos íbamos viendo cómo la situación se hacía insostenible y la propia posición del presidente Chávez, cada vez con menos apoyos institucionales, populares y con un rechazo creciente de la población», dijo Piqué.
Entretanto, los embajadores de España y Estados Unidos en Venezuela acudieron juntos a entrevistarse personalmente con el golpista y miembro del Opus Dei Pedro Carmona, según denunció Izquierda Unida en 2002: «De esta reunión sólo se tuvo conocimiento por un desliz del corresponsal de Radio Nacional de España en Caracas y por unas declaraciones del presidente de la Asamblea Nacional venezolana, William Tarek Saab, pero no hubo confirmación o desmentido alguno por parte del ministerio español de Exteriores». La formación política progresista también afirmó que ambos embajadores se reunieron en múltiples ocasiones días antes del golpe.
España y EEUU emitieron el 12 de abril una declaración conjunta en la que afirman textualmente que «los gobiernos de Estados Unidos y de España, en el marco de su diálogo político reforzado, siguen los acontecimientos que se desarrollan en Venezuela con gran interés y preocupación, y en contacto continuo», «expresan su pleno respaldo y solidaridad con el pueblo de Venezuela» y «expresan su deseo de que la excepcional situación que experimenta Venezuela conduzca en el plazo más breve a la normalización democrática plena».
El mismo día 12, después de la rueda de prensa improvisada en la que Carmona anunciaba su intención de tomar el poder, la Presidencia española de la UE emitió una declaración oficial en la que «manifiesta su confianza en el gobierno de transición en cuanto al respeto de los valores e instituciones democráticos, con el fin de superar la crisis actual».
Piqué añadió en varias entrevistas de prensa posteriores que «los nuevos responsables en Venezuela deben saber que la comunidad internacional puede estar en disposición de prestarles toda su solidaridad en este difícil trance», siempre que se hagan «las cosas con el máximo rigor y responsabilidad posible».
El 14 de abril el diario El Mundo publicó un artículo de opinión de Gustavo de Arístegui, portavoz del Partido Popular en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados, en la que afirma que «la política exterior chavista era cada vez más errática y desafiante. Algunos países, como el nuestro, hicieron muy loables esfuerzos para encauzar tanta irresponsabilidad política. El Gobierno español hizo lo que debía, tratar de encauzar los desmanes del presidente de un país clave en la región y para nuestros intereses económicos y consulares. Lo irresponsable habría sido no intentarlo».
Pero Pedro Carmona, antes de encabezar el golpe en Venezuela, visitó Madrid. Fue el 9 de abril. Según lo publicado el 29 de abril por la revista Cambio 16, «en la Administración española fueron muy receptivos cuando el líder empresarial visitó Madrid como futuro presidente de Venezuela. Fue atendido por funcionarios de alto rango y, posiblemente, se reunió también con especialistas en operaciones de inteligencia política, con experiencia en otros países Iberoamericanos».
Sólo uno de los tres partidos nacionales condenó claramente el golpe.