El informe sobre la islamofóbia en España apunta a partidos como Plataforma per Catalunya, Vox y el Partido Popular en Catalunya como principales promotores de los mensajes de odio hacia la población islámica. El 8 de enero de 2015, el presidente Mariano Rajoy declaraba que no creía que la islamofobia pudiese llegar a ser un […]
El informe sobre la islamofóbia en España apunta a partidos como Plataforma per Catalunya, Vox y el Partido Popular en Catalunya como principales promotores de los mensajes de odio hacia la población islámica.
El 8 de enero de 2015, el presidente Mariano Rajoy declaraba que no creía que la islamofobia pudiese llegar a ser un problema en España; doce meses más tarde, sin embargo, el número de ataques islamófobos denunciados se ha multiplicado por cuatro«. Así comienza el informe sobre España del European Islamophobia Report de 2015, publicado recientemente por la Fundación de Cultura Islámica (FUNCI) y elaborado por el investigador Alfonso Casani Herranz.
Según señala este estudio, citando a la presidenta de la Plataforma Ciudadana contra la Islamofobia, Amparo Sánchez Rosell, de las 49 denuncias por actos islamofóbicos en 2014 se ha pasado a 278 en 2015. En el informe elaborado por esta plataforma explica que el 21,8% de estos casos estuvieron relacionados con mensajes de odio en internet. El segundo tipo de casos que más se repitieron fueron agresiones contra mujeres por su indumentaria.
«Cuando analizamos la islamofobia en España es necesario tener en cuenta, en primer lugar, que este país presenta una serie de prejuicios de carácter histórico contra el ‘moro’ que se remontan al periodo de al-Ándalus y a la conquista de la península por parte de los reinos cristianos, y que continúan estando presentes en la sociedad a día de hoy», destaca Casani en el informe. «Al mismo tiempo, la situación de la población musulmana del país se ha visto afectada por el momento de tensión e inestabilidad política que atraviesa España en la actualidad», continúa. El texto analiza el fenómeno de la islamofobia en relación a varias temáticas, entre ellas la educación, los medios de comunicación y los mensajes y políticas impulsados por los partidos políticos.
Educación de espaldas a la civilización musulmana
Reduccionismos, generalizar experiencias y tradiciones específicas a todo el mundo islámico o el llamado «currículo nulo», mecanismo de omisión de contenidos, son algunas de las características del sistema educativo español en relación con el islam, según denuncia el informe del Funci.»La existencia de este programa oculto es muy significativa cuando se trata del Islam y la civilización musulmana en el sistema educativo español, sobre todo si se tiene en cuenta la importancia que esta civilización ha tenido en la historia española durante los ocho siglos de Al-Andalus». El informe señala cómo varios autores han denunciado la creación de un antagonismo entre la civilización judeo-cristiana y la civilización islámica, así como la negación de la contribución árabe a la identidad española. «Los contenidos educativos muestran imágenes exóticas y arcaicas que predominan sobre aquellas que puedan reflejar la realidad actual de estos países», continúa el informe.
Islamofobia en la política
Aunque el informe subraya que los partidos que incluyen afirmaciones racistas e islamofóbas en España apenas han logrado nunca representación parlamentaria, también destaca como excepción el caso de Plataforma per Catalunya (PxC), partido de extrema derecha que logró ocho concejales en las últimas elecciones municipales de 2015, un número, sin embargo, muy alejado de los 67 concejales que consiguió en 2011.
El texto apunta que las elecciones autonómicas y municipales, y el desafío secesionista catalán, han tenido «un efecto polarizador sobre la población, conduciendo a una radicalización preocupante de los partidos conservadores, que han adoptado numerosas consignas xenófobas en un intento de diferenciación». El informe cita al Partido Popular (PP), que en su campaña electoral empleó eslóganes como «No dejes que el Raval se convierta en un gueto islámico», «Limitaremos la proliferación de locutorios, bazares y kebabs», «No a la gran mezquita de Cornellá» y, el más impresionante de todos, «Limpiando Badalona». Una campaña impulsada por Xavier García Albiol, exalcalde de Badalona, que posteriormente fue nombrado candidato del PP en las elecciones autonómicas de Catalunya en septiembre de 2015, «en un claro mensaje del partido al alectorado m´sa conservador», según apunta el informe.
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Medios de comunicación
La prensa es otra de las protagonistas en el informe sobre islamofóbia. Según detalla el texto, los principales medios de comunicación refuerzan cuatro elementos en el imaginario colectivo en cuanto a los musulmanes: el uso de castigos corporales, el machismo, la existencia de gobiernos despóticos, el terrorismo y el fanatismo religiosos, según muestra la encuesta Desrues de 2008.
«En este contexto, la prensa ha desempeñado una función destacada en 2015 debido al aumento del terrorismo de ISIS y a las repercusiones del ataque a Charlie Hebdo en Europa. Esto ha conducido a un aumento en el uso de términos tales como ‘yihad’, ‘burka’ e ‘islamista’ en los medios, a menudo en contextos innecesarios y con propósitos sensacionalistas, o el uso de imágenes estereotipadas tales como mezquitas, mujeres veladas, imágenes de rezos, etc», explica el informe, que cita como ejemplo la declaración del ministro de Interior Jorge Fernández Díaz, sobre los inmigrantes musulmanes que pudiesen apoyar la independencia de Cataluña: «Les prometen el paraíso a los musulmanes si apoyan el independentismo».
Las mujeres musulmanas han sido también objetivo de la discriminación islamófoba, a través de las referencias al uso del velo o el ‘burka’, pero también debido a la «victimización que se hace de las mujeres cuando se habla de terrorismo, en las que son etiquetadas como ‘víctimas’, ‘seducidas’, ‘convencidas’, ‘esclavas sexuales’ o ‘concubinas viviendo en un harén’, negándoles, de este modo, cualquier capacidad de acción».
La islamofobia en la justicia
En 2015 se aprobaron dos normativas con graves consecuencias para las libertades públicas pero que también afectan especialmente, según el informe, al ámbito islámico. Por un lado, el pacto antiterrorista entre el Partido Popular y el PSOE. «A pesar de incluir entre sus ocho puntos rectores el objetivo de luchar contra ‘cualquier tipo de racismo, xenofobia o discriminación’, este pacto conlleva el riesgo de convertir la noción de ‘radicalización’ en una nueva etiqueta con la que contribuir a la alterización de los musulmanes y a la desconfianza que rodea a este sector de la población».
Como una de sus consecuencias más visibles, la campaña ‘Stop radicalismos’, lanzada en diciembre de 2015, que invita a presentar denuncias anónimas, a través de un teléfono, una web y un email, contra personas que presenten signos de «radicalización». Para empezar, la aplicación sólo ha sido publicada en castellano y árabe. Según explica Sánchez Rosell, «este instrumento, que no hace referencia al terrorismo, sino a la realidad subjetiva que es la noción de ‘radical’, viola los derechos fundamentales de la ciudadanía y genera inseguridad jurídica e indefensión, ante una situación en la que el informante no tiene la obligación de identificarse, por lo que no es responsable de sus actos».
La segunda medida jurídica aprobada ha sido la Ley de seguridad ciudadana. «Esta ley, pese a no estar directamente orientada contra los musulmanes, implica una restricción severa de las libertades de la población, lo que siempre afecta en mayor medida a aquellas minorías cuyos derechos y libertades son más frágiles», señala en texto, que apunta también a la enmienda en cuanto a las devoluciones en caliente, aprobada finalmente por el Congreso el 26 de marzo de 2015, a pesar de la condena del Consejo Europeo.
El informe también explica, «anécdota que sirve de ejemplo de la situación de desconfianza y criminalización actual que viven los musulmanes», que el 15 de enero de 2015, la Brigada de información provincial de Sevilla envió un documento a sus miembros con una serie de recomendaciones sobre cómo actuar ante posibles amenazas concernientes a la población de origen árabe. «En este informe se recomendaba la identificación de todos aquellos árabes que estuviesen grabando vídeos en lugares no turísticos, aquellos que tuvieran más de mil euros en efectivo o los que estuviesen empleando un ordenador portátil dentro de cualquier vehículo, ya que ‘probablemente esté crakeando una red wifi para no dejar rastro sobre su IP’. Pese a que la Dirección General de la policía desautorizase este documento horas más tardes, consideramos que es indicativo del modo en que las restricciones de derechos y libertades y el clima de desconfianza generado pueden afectar a la población musulmana», explica el informe sobre islamofobia.
Los promotores de la islamofobia
El informe señala como principales promotores activos de la islamofobia y de otras formas de discriminación basadas en la raza, las preferencias sexuales o la opinión política a Plataforma per Catalunya y a VOX, partido de ámbito nacional creado en 2013 como una escisión de extrema derecha del Partido Popular pero que no ha logrado nunca representación parlamentaria. «La postura islamófoba de este partido se sustenta en la defensa de los valores cristianos del país», apunta el estudio, que también señala la deriva islamófoba del Partido Popular en Catalunya. Otros partidos de extrema derecha, como España 2000, Alianza Nacional o Democracia Nacional, también promueven mensajes contra la religión islámica.