La CGT de Cataluña nos oponemos a estos recortes aplicados a la ciudadanía más afectada por la crisis, la que a buen seguro no la han provocado y que, probablemente, no llegaron a disfrutar de lo que en la época de vacas gordas denominábamos «estado del bienestar». La RMI la perciben unas 80.000 personas, 35.000 […]
La CGT de Cataluña nos oponemos a estos recortes aplicados a la ciudadanía más afectada por la crisis, la que a buen seguro no la han provocado y que, probablemente, no llegaron a disfrutar de lo que en la época de vacas gordas denominábamos «estado del bienestar». La RMI la perciben unas 80.000 personas, 35.000 familias, que han visto como este mes les tocaba pagar de nuevo la factura de los mercados económicos, que se quedan con cualquier migaja.
La crisis económica que este país viene sufriendo y arrastrando desde hace ya unos años, ha minorado las posibilidades de muchas familias y personas vulnerables, que cada vez se encuentran en situaciones más graves de exclusión social, provocadas por el alto índice de desempleo, el alto precio de la vivienda, el incremento del coste de la vida, la precariedad laboral, la falta o fragilidad de redes relacionales y familiares de apoyo y ahora, el recorte de servicios y prestaciones sociales que tienen como objetivo garantizar un mínimo de subsistencia.
La CGT y el colectivo de trabajadores y trabajadoras de los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Barcelona también rechazamos esta situación que afecta fundamentalmente a las personas más vulnerables de la sociedad, y además esta medida se toma en pleno período estival, momento en el que también se han distribuido las instrucciones a los beneficiarios de la RMI que no han cobrado la nómina del mes de julio.