– ¿Podrías indicarnos cuál es la actividad que desarrolla su asociación? – Es una asociación que tiene un año de vida, y que surge por la necesidad de difundir la obra e ideas de Violeta Parra en Europa, particularmente en España. Además nuestra asociación asume las reivindicaciones de las personas chilenas que vivimos en este […]
– ¿Podrías indicarnos cuál es la actividad que desarrolla su asociación?
– Es una asociación que tiene un año de vida, y que surge por la necesidad de difundir la obra e ideas de Violeta Parra en Europa, particularmente en España. Además nuestra asociación asume las reivindicaciones de las personas chilenas que vivimos en este país. Esto en directa relación respecto a la situación que viven los inmigrantes chilenos, así como también muy ligado a lo que es la lucha actual que se da en Chile. Está el cambio de la constitución herencia de Pinochet, la educación gratuita y de calidad por la cual los estudiantes llevan varios meses en huelga general, es decir, estamos muy hermanados con las luchas de Chile. Dentro de la historia del asociacionismo chileno en España en algún momento esa lucha reivindicativa la ocupaban otras instituciones, pero por el tema de subvenciones se fueron desperfilando.
En la Asociación de Chilenos en España (ACHES) por ejemplo hubo un signo creciente de derechización que al final la han transformado en una ONG, prestando servicios a los «usuarios» y no a los compatriotas. Entonces nosotros somos una alternativa distinta, conformando un espacio a la izquierda aquí en España. Contamos con unos cuarenta socios/as en este año de vida. Desde nuestra asociación nosotros hemos impulsado y coordinado el trabajo reivindicativo con otras dos asociaciones más, la Asociación Hispano Chilena Winnipeg, y la Asociación de Derechos Humanos Francisco Aedo. Con estas tres organizaciones hemos construido plataformas de apoyo al pueblo mapuche, también de apoyo a todo el tema medio ambiental, en el caso de Hidroaysen y la huelga de los estudiantes. Hemos organizado las actividades del 11 y 18 de septiembre. Las fiestas patrias que organizamos la hicimos totalmente al margen de la embajada, estas tuvieron un sentido social, no fue la cueca por la cueca, sino por el contenido que significó la independencia, la concepción de una vida de calidad mejor para los ciudadanos/as. Entonces el sentido de nuestra asociación la vemos muy ligado a las necesidades que tiene la gente, entonces, eso es lo que hemos ido construyendo desde Madrid.
– Sabemos que han presentado un informe en Naciones Unidas…
– En efecto a comienzos de septiembre hemos estado en Ginebra, en el marco de la 15º sesión de la comisión de la protección de los trabajadores inmigrantes y sus familias, de la cual Chile es suscriptor. Para esta reunión entregamos un informe que ha sido bastante crítico al gobierno de Piñera, con respecto de lo que es el desamparo que tenemos aquí afuera, hemos denunciado la negación por más de veinte años, que se nos hace al derecho al voto en las elecciones chilenas y también es un informe muy crítico al gobierno español por las políticas represivas, que ha desarrollado en contra de la inmigración, en especial la aplicación de la ley de extranjería y toda las secuelas que esto conlleva.
– ¿Ustedes se coordinan con organizaciones españolas? ¿En qué marco?
– Nosotros tenemos vínculos con organizaciones sociales españolas y también con algunos parlamentarios españoles, con ellos acabamos de sacar una proposición no de ley en contra del embajador pinochetista Romero, que fue apoyado por cuatro grupos de parlamentarios, entonces, hemos hecho ahí una relación muy estrecha con los grupos políticos y que da cuenta de la sensibilidad que hay aquí con este tema. También participamos en diversas coordinaciones, todas ellas vinculadas a los derechos humanos. Y todas con un claro sentido de internacionalismo.
– ¿En el plano cultural qué actividades desarrollan?
– Tenemos un programa de radio todos los días sábado, se llama Señales con Violeta, es en una radio comunitaria que se llama Radio Vallecas, y allí entregamos una mirada político, social, tanto de lo que ocurre en Chile como de lo que pasa aquí. En lo cultural contamos con artistas muy calificados, está Alfredo Becker, Marcela Parra, entre otros con un talento muy sólido musicalmente hablando. Podríamos decir sin falsa modestia que hemos constituido una asociación de lujo, la cual hacemos con muchos granos de arena, que vamos colocando voluntariamente nuestros esfuerzos, para alcanzar una potente construcción colectiva.
– ¿Nos podrías caracterizar a los chilenos que hay en España?
– Sí, sobre ese particular podríamos distinguir dos grandes momentos en los cuales los chilenos han venido a España. Están los que llegaron en primer lugar por el exilio político y un segundo que yo defino como exiliados económicos. Eso es una realidad que tiene que ver con la historia de nuestro país. El año 1973 significó la represión para miles de personas y el exilio para muchos. En ese sentido, la gente que salió de Chile, salvando su vida de la feroz represión de la dictadura, se asentó en lugares donde había solidaridad. En este país empiezan a llegar luego de muerto el dictador Franco. En ese tiempo llega nuestro presidente de la asociación que llegó a España el año 1976. Junto con el arribaron cientos de chilenos, que en un proceso de integración se sumaron rápidamente a la sociedad española. Luego hay un periodo de calma migratoria, hasta el periodo de los años 1995 a 2000, cuando regresa mucha gente a Chile, por el retorno a la democracia, y por otra parte sucede que en España, se empieza a producir un crecimiento económico muy explosivo. Ese desarrollo hizo que empezara un nuevo movimiento migratorio de chilenos y de ciudadanos de otros países.
En el caso de los inmigrantes chilenos por ejemplo, llegan los sectores marginados del mercado laboral chileno, primero está el grupo de los jóvenes, que por su condición no tienen experiencia laboral, y está el otro grupo, el de los mayores de 45 años que porque es «demasiado viejo», que ha quedado cesante y que si no ha tenido capacidad de montar un negocio propio no tiene posibilidad de encontrar trabajo en Chile. El brutal sistema económico neoliberal los expulsa del mercado laboral. Por tanto el emigrar aparece como solución de sobrevivencia. Ahora ellos traen aparejado las formas de ver la vida, bajo un sistema mercantilista que les inculca por ejemplo el apoliticismo, la no participación, el individualismo, es decir una serie de lacras en el sentido social y eso le ha permitido a mucha gente a insertarse en el sistema que se vive en España. A la gente le cuesta dar un poquito de su tiempo para comprometerse con el otro, aunque cuando pasan cosas, como por ejemplo con el terremoto, esto hace que todo el mundo se sensibilice y reaccione.
– ¿Pero ellos agrupan a estas personas en las mismas organizaciones o son distintas?
– Debo señalar que el asociacionismo que existe es más reciente. Se podría decir que los perfiles de los dos segmentos sociales que llegaron desde Chile, tiene un claro componente ideológico, en algunos es gente muy comprometida, participa ideológicamente y se trabaja con compromiso, hay personas muy notables. Gente como dice Bertold Brecht, que ha luchado toda la vida y que a pesar de los años y de las caídas de los muros, siguen ahí dando la batalla, pero son los menos. Luego el otro grupo social, que también vienen con una carga ideologizada contraria a todo lo que es asociacionismo y sindicalismo y un marcado nivel de individualidad. Ellos son la mayoría, pero de todas maneras trabajamos con y para ellos haciendo claridad de su condición de inmigrante y enseñando las causas de su desplazamiento.
– ¿Respecto de las luchas que han llevado adelante como asociación, cómo se han llevado a cabo?
– En primer lugar diría que hay una sensibilidad sobre algunos temas, tales como la situación del pueblo mapuche, el tema medio ambiental o la cuestión de los estudiantes ahora. En eso hay que destacar el rol que cumplen los jóvenes acá, que están haciendo postgrados o máster. Y han tenido una participación que no es masiva pero que es digna de destacar. Te comentaba como expresión de esto que hubo una manifestación contra Hidroaysen, que las asociaciones de residentes la convocamos frente a la embajada de Chile a las siete de la tarde y cuando llegamos allí, ya había un grupo numeroso de jóvenes chilenos que estaba desde las cinco de la tarde. Hablamos con ellos, mucha gente nuestra llevaba también el tema de los mapuche, y hubo jóvenes que dijeron que no a que se expresara este tema en la manifestación.
Entonces en ese contexto se armó una discusión y felizmente lo resolvimos bien, las banderas mapuches se colocaron en segundo plano y leímos el manifiesto juntos. Hablamos y explicamos el tema de Romero nuestra mayor vergüenza. Éramos más de cincuenta personas los que nos reunimos, estábamos en el marco del «15 M» también, entonces al término de la manifestación nos fuimos a la Puerta del Sol. Eso nos dejó un contacto con ese grupo, y que son jóvenes sensibles con algunos temas, no con todos, y allí esta nuestra tarea de esclarecer y vincular.
– ¿Cuál es la manera de comunicarse y el rol de las redes sociales en todo este proceso?
– Entendemos esto como la necesidad de comunicarnos y hacer público nuestra hacer. Te quiero comentar que las asociaciones están jugando un rol comunicador que es muy importante, a través de su actividad y apoyadas por los medios electrónicos y telefónicos, sin olvidar el boca a boca. Luego está el rol de las vías alternativas, está Facebook y otras que también tiene su propio segmento al que llegan y el tercer nivel está el impacto que pueden generar los medios de comunicación de allá, y de aquí. En ese sentido los medios son relevantes, ya que son los que nos transmiten, nos plantean algunas cosas que hacen los chilenos allá, y que difunden las noticias de lo que hacemos acá. Ahora sobre eso en general, sus visiones son principalmente catastróficas, y/o faranduleras, el terremoto, el tsunami, los mineros, ahora el tema del futbolista del Barcelona Alexis Sánchez. No puedo dejar de señalar que también está la relación directa que hay con Chile, los vínculos con las organizaciones sociales y políticas chilenas. Tenemos un contacto y una conexión diaria casi, sin equivocarnos, estamos más informados que los propios chilenos, porque estamos más atentos, tenemos más fuentes de información, tenemos capacidad de valorar sin estar allá, donde está la chimuchina misma, podemos recepcionar mejor y bueno, todo eso da cuenta de un plus que tenemos acá, pero eso lamentablemente por toda esa legislación que dejó Pinochet, todo ese potencial aporte no la podemos hacer efectivo, porque no tenemos derecho al voto, que es lo que nos permite elegir a las personas más idóneas que pueden contribuir al desarrollo de Chile, entonces esa es una pena muy grande que tenemos.
– ¿Y cuál es el rol de los dirigentes y organizaciones chilenas en España?
– Sobre ese particular, el desarrollo de las luchas locales van a estar siempre ligadas a una correspondencia organizativa aquí, eso es fundamental. Facebook pasa, es muy puntual, pero lo que va quedando son las plataformas organizativas que tiene gente prestigiada, dirigentes que tiene influencia en las personas, que puede ser capaz de convocar, movilizar, y que permite que se transformen o amplifiquen las luchas sectoriales en Chile.
Desde ese punto de vista, los conflictos locales, chilenos, trascienden, dependiendo del nivel organizativo que se tiene. Nosotros acá tenemos gente que tiene prestigio, una reputación colectiva y cuando estas organizaciones toman estos temas, van trascendiendo, van llegando a distintos ámbitos. Por ejemplo la lucha contra el embajador ha significado que cuatro grupos parlamentarios españoles se han sumado. Eso da cuenta de que nos toman en cuenta, nos consideran principalmente porque hay una historia de tradición tanto de forma individual como colectiva, de gente que ha estado siempre luchando por los derechos humanos, luchando en contra de todos los atropellos que se dieron primero en tiempos de Pinochet, y luego de los atropellos posteriores que se produjeron en los gobiernos de la concertación, sobre todo en los temas medio ambientales y mapuche, sin olvidar que la crisis de la educación tuvo su desarrollo y profundización en ese periodo, recordemos que ahí viene el origen de todo esto, ahí se dieron las condiciones para que estas luchas pudiera avanzar.
– Cuando hablas del impacto y de la incidencia ¿cuáles son los alcances que ustedes creen o esperan de lo que hacen acá?
– El impacto y la incidencia es lo más difícil de cuantificar porque tiene que ver con valores y actitudes que van muy de la mano. Una de las cosas medibles es el tema económico, las colectas por ejemplo pueden tener un resultado monetario concreto. Eso es lo medible. Luego está todo el tema de la influencia ya más ideológica, el gran tema de la batalla entre David y Goliat, cuestiones que tienen que ver con desmitificar el concepto del país llamado Chile. Esta ilusión que tan bien lo vendió la concertación en su minuto y Pinochet antes, Chile es el país de las maravillas, donde bajo el alto auspicio de la familia Undurraga, Angelini, del Banco de Chile, del Banco Santander y otros, construyeron bajo el formato de spots comerciales sobre Chile, con decenas de programas televisivos, creando la falsa idea de que somos el país más democrático y desarrollado de América Latina… si tu hablas con un español te dice por qué hay inmigrantes chilenos, sí Chile está tan bien. Ahora el conflicto medio ambiental, el problema mapuche, la crisis de la educación llega acá, eso impacta a mucha gente que cuando llega este mensaje de que las maravillas no están, y que las desigualdades son tremendas.
En la conversación personal tú puedes explicar las razones: Que el derecho a la jornada laboral no existe, que hay que pagar todo, les vas explicando cada cosa y ahí la gente se va dando cuenta. El impacto en ese sentido no es medible en conducta pero si desde el punto de vista de ideas, va cambiando una visión que se metió muy fuerte acá en la sociedad española, que Chile es el país de los prodigios que tiene todos los temas resueltos, que el tema de la transición fue bien hecha y que todos los chilenos ya están viviendo en el paraíso.
Luego, cuando vas contrastando la visión personal «mira yo soy de Chile y la cosa es así» y por qué la gente de la edad tuya y la edad mía está aquí, y por qué la gente está endeudada, y vas al terreno concreto, del día a día de las personas y les vas contando que el sueldo mínimo es de 180 dólares, y les vas explicando que allí los grandes millonarios , los Piñera, Cruzat por ejemplo, han hecho fortuna en base a las desigualdades y la explotación de los trabajadores, esa clarificación va teniendo sus resultado. La gente ya mira con otros ojos a Chile. Nuestro país ya no es el estado idílico, al que muchas, naciones latinoamericanas por ejemplo, tratan de copiarlo…
-¿Y ve alguna analogía de esto que describe con lo que ocurre en España hoy?
– En esa dirección lo cierto, que lo que ocurre hoy en España no es menor, el que las políticas privatizadoras que se desarrollaron en la dictadura chilena, aquí están tratando de imponerlas, bajo el argumento de la crisis económica. Por ello también llega el momento de resistirlas acá, porque tiene que ver ahora con nuestras vidas como ciudadanos españoles. En el sentido que hoy día se quiere privatizar la salud, la educación, se quiere privatizar el fondo de las pensiones y meterlos en la bolsa de valores y terminar con la seguridad social, políticas que ya las tuvimos en Chile, el que fue usado como laboratorio para todas estas políticas neoliberales. Por ello una labor relevante como chilenos aquí es ir desmitificando estas falacias argumentales que promueve el PSOE y PP, y desde la base de nuestra experiencia, ir aportando estos elementos a las organizaciones españolas, porque sabemos el desenlace que han tenido estas políticas en el pueblo.
Esto es un gran aporte que hacemos como chilenos a la sociedad española, para que tenga argumentos para defenderse de este ataque de los mercados. El poder de estos personajes es muy relevante, esta gente lo hace muy bien, tienen publicistas, sociólogos y otros profesionales que andan viendo por dónde y como meterle en la cabeza a la gente, que le quiten sus derechos y además que estén contentas. Todo esto bajo fórmulas sibilinas que van allí entrometiéndose en las capacidades de lucha, lo que nosotros ya sufrimos en Chile. Entonces cuando a nosotros nos toca dar charlas o hablar de estos temas, el mayor logro es que la gente se empodere aquí de lo que significan estas políticas, que son como novedosas atractivas, sin embargo los que ya las sufrimos sabemos a dónde llegan y a quienes perjudican.
– Y respecto de las implicancias que tienen las acciones realizadas en el espacio local. En el caso de la cuestión mapuche y en el caso de Hidroaysen, cómo ustedes logran vincular lo que ustedes hacen acá, con el espacio local allí?
– Bueno, ocupando los mismos medios, llamamos por teléfono a la Radio Bio Bio, a la Radio Nuevo Mundo, a Radio Tierra, a los periódicos, al The Clinic , a todos ellos les mandamos reportes de lo que se está haciendo aquí, luego. Entonces lo primero es por los medios alternativos. Luego con la familia, suena reducido pero es así, es parte de las redes. Por ejemplo cuando yo estuve en febrero en Chile, los medios me entrevistaron, porque ya nos conocen saben , que estamos acá y me dicen los amigos «ah te escuché en la radio aquí, oh! mira el Víctor, y los chilenos en España están también apoyando la lucha por la educación».
Esa aparición en los medios locales chilenos dando cuenta de nuestro apoyo son inyecciones morales para la gente y eso es súper importante. La personas allí se alegran de saber que no están solos, de que la gente aquí, chilenos, chilenas y organizaciones españolas estamos preocupados por ellos, que estamos haciendo cosas, que estamos atentos a lo que está pasando y que los apoyamos, no todo lo que quisiéramos porque también tenemos nuestros propios líos, pero estamos. Y es de ida y vuelta. En el caso del embajador hemos dado la pelea… quién iba a imaginar que se iba a funar (denunciar) a este pinochetista, cuando en Chile pasaba por demócrata.