Recomiendo:
0

El doble de dinero para préstamos en la Universidad que para movilidad

Los datos desmienten a las declaraciones oficiales

Fuentes: Diagonal

Los presupuestos del Estado suponen una nueva oportunidad para demostrar el cambio que la universidad está sufriendo, una situación que el propio Gobierno ha intentado disimular con la posterior aprobación del Plan de Acción 2009 en el último Consejo de Ministros de enero, según explica este miembro de Estudiantes en Movimiento. Apesar de los mensajes […]

Los presupuestos del Estado suponen una nueva oportunidad para demostrar el cambio que la universidad está sufriendo, una situación que el propio Gobierno ha intentado disimular con la posterior aprobación del Plan de Acción 2009 en el último Consejo de Ministros de enero, según explica este miembro de Estudiantes en Movimiento.

Apesar de los mensajes oficiales de «¡Más becas! ¡Financiación sin límites! ¡Más dinero para la universidad!», el Gobierno de Zapatero se ha visto obligado a incrementar el presupuesto para adaptar la universidad a Bolonia. En el último Consejo de Ministros de enero aprobó el Plan de Acción 2009 con 130 millones de euros. Con este cambio, la partida de becas crece 37 millones, un 5,4% más que en 2008, pero la inflación tomada como referencia para el incremento de las tasas universitarias ha sido del 4,2%, por lo que realmente el incremento es del 1%. Pero profundicemos en los Presupuestos. Al programa Erasmus (de movilidad internacional) le corresponden 66 millones y, al Séneca (de movilidad interna) se destinan menos de diez millones de euros, por lo que a movilidad, que se supone que es la apuesta estratégica del Proceso de Bolonia, se destina un total de menos de 76 millones de euros.

No obstante, las conocidas becas-préstamo se llevan 150 millones de euros para que entidades bancarias nos permitan cursar másters y que deberemos devolver en 20 años de larga hipoteca. Una cifra que dobla lo concedido para movilidad. ¿Con qué o quién estamos convergiendo? Si lo vemos de otra forma: uno de cada cinco euros que el Estado destina a ayudas para estudios universitarios va a parar a las becas-préstamo (que ya no se anulan por motivos de renta), gestionadas por una empresa subcontratada por el Ministerio.

Apoyo a patentes privadas Otra lectura de los Presupuestos arroja más datos escandalosos, prácticamente la mitad va a parar a convocatorias del Plan Nacional de I+D+i. Su fin: apoyar a que las empresas consigan lucrativas patentes que explotarán ellas. Aunque no estarán solas en este afán competitivo, se crea una nueva partida de 169 millones de euros para los campus de excelencia internacional, en relación con la Estrategia Universidad 2015. Las universidades necesitan este apoyo para competir en los neoliberales ránkings mundiales.

En definitiva, unos presupuestos que desautorizan las propias declaraciones oficiales y continúan una línea de mercantilización y precarización de la Universidad, no solucionando el problema de falta de financiación y de endeudamiento de las universidades que hace que el capital privado campe a sus anchas por nuestras (de toda la ciudadanía) aulas. Sin embargo, prevén dinero para la contraofensiva propagandística del Ministerio contra el movimiento que quiere detener Bolonia para que al menos se debata: 13 millones de euros, la partida que más crece, para implantación de un Plan que no podemos hacer otra cosa que parar.

Más vaivenes para la Ciencia e Investigación

La ministra de Ciencia e Innovación lleva tiempo intentando dar la vuelta a la tortilla de la crisis. En su opinión, la coyuntura económica es una «oportunidad» para el sistema y, así, ha presentado el pedazo del pastel que su gabinete gestionará en el Plan E: 490 millones. Se podría barruntar que los aprovechará para estimular la maltrecha investigación básica (esa que a la empresa no le sale rentable) o para dar cancha a los jóvenes precarios. Pero no. La ministra se lanza a apoyar al (también maltrecho) sector de la construcción con el impulso de infraestructuras para investigar en salud y energía, fundamentalmente. Primero el tejado, luego el contenido. Este nuevo dinero seguiría la línea de la gestión de los Presupuestos, que destinan el 53% de los recursos públicos al sector privado, según CC OO. Es sólo un capítulo más en los vaivenes de un Ministerio con pocas simpatías. Encendió a muchos cuando mató programas básicos como Consolider o Cenit para, después, resucitarlos con (al parecer) menor dotación. Por no hablar de las idas y venidas sobre cómo se unirán en el futuro los Organismos Públicos de Investigación (¿se aprobará el super CSIC?), que levantan ampollas en casi todos los sectores implicados.

Alfredo Almendro, de la A.A., de Estudiantes en Movimiento.