¿Quién y cómo se resarcen los irreparables daños morales de los falsos acusados, tantos años después?
Cuando apenas habían remitido las portadas sobre el escandaloso nombramiento del -pepero y corrupto- magistrado Enrique Arnaldo https://twitter.com/luigiaguilar/status/1458443475343523843?t=iJYZVDViOW8vt2DGJpQsmQ&s=19 y cuando ya casi ni nos acordamos de la injusta retirada de su acta de diputado al ex secretario de organización de Podemos y brillante diputado Alberto Rodríguez, por fin la audiencia de Madrid reconoce una causa general contra Podemos y, por fin, el Tribunal Supremo manda a la cárcel a un juez que conspiró contra la entonces diputada de Podemos Vicky Rosell.
En España, el corrupto y ya condenado Juez Salvador Alba, conspirador contra la magistrada y diputada de Podemos Vicky Rosell -actual delegada del Gobierno contra la Violencia de Género- con el objeto de retirarle su acta de diputada y de la política, no sólo no lo ha conseguido, sino que finalmente irá él a la cárcel y no ella.
Lástima que el inductor que se la quería cargar, el ex ministro del PP José Manuel Soria, se vaya de rositas, igual que el presidente de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, Manuel Marchena quien aceptó la falsa acusación de un policía de VOX contra el podemita Alberto Rodríguez para quitarle su acta de diputado.
Qué diferentes destinos el de uno y otro: El juez Arnaldo al Constitucional –por deméritos propios- y el juez Alba a la cárcel –por méritos propios y ajenos- e inhabilitado por 15 años. (no por 45 días como le pusieron a Albareto).
En Brasil, el corrupto juez Sergio Moro, en aplicación del mismo “Lawfare” que recorre el mundo de los impunes (guerra jurídica que instrumentaliza la Justicia para eliminar a los oponentes políticos), logró meter en la cárcel, con falsas pruebas, al entonces candidato a la presidencia, Lula de Silva, que ganaba por goleada frente al indigno y funesto presidente que fue Jair Bolsonaro, responsable de la terrible situación sanitaria, política, jurídica e institucional de su país.
Ahora este indigno ex juez Moro, pese a haber sido declarado “parcial” por el Supremo Tribunal Federal (El STF es el más alto tribunal del Poder Judicial de Brasil y posee las atribuciones propias de una Corte Suprema y de un Tribunal Constitucional), acaba de ser nombrado como candidato presidencial. ¡Ojo al dato!
Hasta un gran e indiscutido teólogo como Leonardo Boff denuncia horrorizado “Basta de desgracias: El ex juez Moro, candidato” https://leonardoboff.org/2021/11/24/11289/ “Él (Moro) representa la estirpe derechista del Capitán (Bolsonaro) que ha traído la mayor desgracia y vergüenza a nuestro país, por su incompetencia en el trato de la pandemia, porque le falta cualquier indicio de un proyecto nacional, por establecer la mentira como política de Estado, por su absoluta incapacidad para gobernar y por dar claras señales de comportamiento desviado. Miente tan perfectamente que parece verdad la mentira de la cual es consciente. La victoria del Capitán es fruto de un inmenso y bien tramado fraude para suscitar el antipetismo (Partido de los Trabajador@s)”
En España, la mala política del PP (buena para el partido más corrupto de Europa) chantajea al gobierno de coalición con mantener la sus jueces caducos, corruptos y caducados en el ya vencido CGPJ y les obliga a aceptar a un juez perverso y pervertido como es el caso de Enrique Arnaldo.
Sus jueces, controlados -como se les escapó decir- desde la sala segunda del Supremo, practican un “Lawfare” o acoso constante contra Podemos y Unidas Podemos, que empezó con el informe PISA inventado contra Pablo Iglesias cuando Podemos e IU sumaban 6 millones de votos y estaban a punto de cogobernar el país dando el esperado sorpaso al PSOE, que ha seguido con más de 20 causas judiciales -todas archivadas-
Pero puede que al final triunfe la verdad, aunque a veces tarde, porque las cosas pueden estar cambiando:
+ En Brasil, a pesar del flamante y corrupto candidato llamado a sustituir a un Bolsonaro que se enfrentará a delitos de lesa humanidad, el tiro les puede salir por la culata porque el pueblo tomó nota y su querido Lula ya encabeza de nuevo las encuestas para las presidenciales del país. https://www.telesurtv.net/news/brasil-lula-encabeza-encuesta-elecciones-presidenciales-20211124-0037.html
+ Y en España, hoy tenemos dos motivos para la esperanza (además de que se hayan aprobado los presupuestos dejando aislado al negacionista “trio de Colón”):
Por un lado, el que una Audiencia Provincial haya dictado un auto reprendiendo a VOX y reconociendo una «auditoría general» contra Podemos, en este caso por la causa ‘Neurona”. https://twitter.com/luigiaguilar/status/1464029748137541634?s=20 ¿A que no lo habíais leído en muchos periódicos, ni visto en la TV?
Y por otro que por fin, el juez que conspiró contra Vicky Rosell, haya sido condenado a seis años y medio de prisión y 15 de inhabilitación, según la sentencia del Tribunal Supremo (que ha confirmado la previa condena del Tribunal de Canarias). Condena al juez Salvador Alba, que -a instancias del ministro Soria que se ha librado por la cara- manipuló una instrucción para perjudicar a la magistrada Victoria Rosell, candidata favorita de Unidas Podemos que finalmente no pudo presentarse por esta falsa imputación.
Y para acabar esta reflexión, lanzamos la pregunta del subtítulo:
- ¿Son 60.000€ suficiente compensación para las ilusiones y la vida que le arruinaron – amén de su honor y credibilidad como magistrada- a Vicky Rosell?
- ¿Cuándo y cómo se le podrá compensar a Alberto Rodríguez por la pérdida ya irreparable de su escaño y a sus 60.000 votantes canarios por su artificial condena?
- ¿Quién compensará a Ignacio Lula da Silva por sus casi 20 meses de secuestro en la cárcel y al pueblo de Brasil de las atrocidades y muertes de su tramposo presidente?
- En definitiva, ¿Quién y cómo se resarcen los irreparables daños morales de los falsos acusados, tantos años después?
Luis Ángel Aguilar Montero es autor de La terca Utopía:
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.