Recomiendo:
0

Detenidos durante la visita de Felipe de Borbón a Móstoles

Los dos jovenes republicanos vejados por la policía se querellan contra 11 agentes

Fuentes: madridpress.com

Los dos jóvenes militantes republicanos detenidos el pasado 16 de mayo en Móstoles durante la visita de los Príncipes de Asturias a la localidad presentaron el viernes una querella contra 11 agentes del Cuerpo Nacional de Policía por «detención ilegal, amenazas, coacciones, lesiones, abuso de autoridad y trato degradante», según explicó su abogada, Amanda Meyer. […]

Los dos jóvenes militantes republicanos detenidos el pasado 16 de mayo en Móstoles durante la visita de los Príncipes de Asturias a la localidad presentaron el viernes una querella contra 11 agentes del Cuerpo Nacional de Policía por «detención ilegal, amenazas, coacciones, lesiones, abuso de autoridad y trato degradante», según explicó su abogada, Amanda Meyer. La querella, presentada ante los Juzgados de Móstoles, está dirigida contra los policías antidisturbios de la Unidad de Intervención Policial (UIP) que detuvieron a los jóvenes después de que lanzaran vivas a la República al paso los Príncipes, el jefe de Brigada del dispositivo y el responsable de la comisaría de Móstoles, en la que ambos estuvieron detenidos durante más de 20 horas.

Meyer explicó que los dos jóvenes, Eduardo y Naiara Cabrera Arroyo, de 26 y 19 años, respectivamente, han incorporado a la querella los partes médicos del Hospital de Móstoles, en el que fueron atendidos de diversas contusiones y golpes y, en el caso de la joven, de un esguince de muñeca.

Los dos jóvenes aseguran que la detención se produjo por pintarse banderas tricolores republicanas en la cara y lanzar gritos contra la monarquía al paso de los Príncipes de Asturias. Según el atestado policial, ambos fueron trasladados a la comisaría por «alterar el orden público» y cometer «un atentado contra la autoridad».

Según la versión de los militantes republicanos, los agentes se mofaron su ideología («Si eres republicano, agárramela con la mano», aseguran que les dijo uno de ellos), les llamaron «rojo de mierda» y «puta», entre otros calificativos, y les propinaron patadas y puñetazos por los que tuvieron que ser atendidos en el Hospital de Móstoles.