Traducción Susana Merino
En agudo contraste con otros gobiernos del mundo que están resguardando a sus ciudadanos de una eventual contaminación y deteniendo sus propios programas de energía nuclear, la administración Obama prosigue con una actitud cautelosa – y se mantiene firme con relación a su industria nuclear.
Como Francia y Alemania están aconsejando dejar el área metropolitana de Tokio, los EEUU. están instando a sus ciudadanos a trasladarse unas 50 millas de la dañada planta Fukushima Daiichi. Esto es más de las 20 millas impuestas por el gobierno japonés pero mucho menos que la de evacuar el país.
Y mientras los gobiernos desde Berlin hasta Beijing han cerrado sus viejas plantas nucleares
para inspeccionarlas u otorgarles nuevos permisos, los funcionarios de la administración Obama reiteraron el miércoles su apoyo al mantenimiento de la energía nuclear como parte esencial de su política agregando que no existen planes para cerrarlas.
Hace algunos días funcionarios de la Casa Blanca dijeron que el programa de los EEUU. que incluye 104 plantas es seguro y que la independiente Comisión Reguladora Nuclear monitorea todas ellas.
Dando cuentas en el Capitolio, el Secretario de Energía Steven Chu, informó a los miembros del Congreso sobre el presupuesto para nuevas plantas nucleares diciendo: «La decisión no ha sido cambiada»
El enfoque subraya el destacado papel que la energía nuclear juega en la agenda energética del presidente Obama. Ha impulsado invertir en otras fuentes de energía – incluyendo la solar, la eólica y la nuclear – además del petróleo con el objeto de reducir la dependencia y las emisiones de carbono. Como parte del presupuesto para el 2012, Obama está pidiendo 36 mil millones más de crédito para ayudar a sortear los costosos procesos de construcción de plantas nucleares.
Pero la actitud de la administración muestra también los desafíos políticos que enfrenta Obama en materia de política energética. Los republicanos y muchos demócratas viendo la suba de los precios del gas, están impulsando realizar mayores perforaciones en el golfo de México y en otras partes, además de comprometerse con la energía nuclear. Al mismo tiempo, a la luz del derrame de petróleo del golfo y de la crisis de Japón, la Casa Blanca enfrenta presiones de la izquierda para restringir las perforaciones y repensar la energía nuclear.
La senadora Barbara Boxer (Demócrata de California) cuestionando a un funcionario preguntó cual era la respuesta de la Unión europea que había anunciado investigar sus plantas para estar preparados para una eventual emergencia.
» Nos gustaria muchos saber porque nuestros aliados han tomado esa decisión» mientras los EEUU. no, dijo la senadora.
Los lobistas de la industria dijeron que estaban muy contentos con la reacción de la administración, sugiriendo que decidir demasiado rápidamente sobre suspender la construcción de nuevas plantas o detener el plan de operaciones crearía más problemas que los que trataría de resolver.
El director de NCR Gregory Jaczko dijo el lunes qu su empresa «dará siempre los pasos necesarios para garantizar la seguridad de las plantas nucleares en este país» Agregó que «ahora, tenemos un potente programa en marcha» Por eso muchos críticos han tratado de hacer más presión.
El representante Edward J. Markey (demócrata de Massachussets) solicitó una moratoria en las nuevas construcciones en áreas sísmicas activas y adicionales medidas de seguridad en las plantas existentes. Otro senador demócrata Richard Blumenthal de Connecticut mando una carta al NCR preguntándole porqué los EEUU no aprenden las lecciones del desastre de Japón. Blumenthal dijo que «la crisis ha despertado la preocupación – como me lo han expresado los residentes en Connecticut – de que un problema similar pudiera pasar en los EE.UU.»
La Unión de Científicos involucrados en el tema proyecta emitir un informe sobre 14 «casi desperfectos» ocurridos el año pasado en las plantas nucleares pidiéndole a Obama que reconsidere urgentemente su posición.
«Seguir dando vueltas y decir básicamente que eso no puede pasar aquí, no es el mensaje que yo daría actualmente» dijo Ellen Vancko, jefa del proyecto sobre energía nuclear y cambio climático.
Dave Hamilton , director de calentamiento global y programas energéticos del Sierra Club, dijo que la administración de Obama parece atrapada en sus esfuerzos por atraer el apoyo de los republicanos para sus políticas energéticas.
«Se han comprometido a no poder cambiar de rumbo» dijo Hamilton » Pero yo llevo ya mucho tiempo creyendo que serán capaces de continuar por él mientras la gente continua expuesta a los azares de la radiación y a los límites de esta tecnología … Piensan solo que la energía nuclear es una buena idea pero no en los riesgos»
El redactor David Fahrenthold contribuyó a este informe