Los vecinos de Guipúzcóa (o como narices manden escribirlo ahora) están amotinados, todos a una, en pie contra el poder establecido. No aguantaban más. Por lo visto el problema era que el ayuntamiento les obligaba a reciclar más allá de lo razonable. Los ayuntamientos de Bildu quieren implantar un severo régimen de separación de residuos […]
Los vecinos de Guipúzcóa (o como narices manden escribirlo ahora) están amotinados, todos a una, en pie contra el poder establecido.
No aguantaban más.
Por lo visto el problema era que el ayuntamiento les obligaba a reciclar más allá de lo razonable.
Los ayuntamientos de Bildu quieren implantar un severo régimen de separación de residuos en cinco tipos. Los cubos se colocan en la calle y hay inspecciones.
Así lo contaba El País, ese Diario-Global-Mundial-
-¡Tú no sabes lo que es un vicio! -como le decía Onetti a su señora cuando le regañaba por ponerse otra copa.
Lo mismo le digo yo a Violeta.
El Diario-Global-Mundial-Total insiste en que el problema es el sistema de recogida de basuras que «la coalición abertzale pretende implantar sin convocar antes una consulta popular«.
Hace falta ser malvado.
¡Sin consulta popular! ¡A quién se le ocurre!
Claro que, por otra parte, el Diario-Global-Mundial-Total estaba en contra de cualquier «consulta popular» con respecto a la independencia.
Si no hace ninguna falta consultar al pueblo a este respecto, e incluso había que evitar cualquier consulta, ¿para qué narices habrá que hacerlo cuando sólo se trata de sacar la basura?
El que nació malvado, malvado se queda; da igual lo que haga. Cuando quiere consultar al pueblo (sobre la independencia), será porque es malvado. Y cuando no quiere consultar al pueblo (sobre las basuras), también será porque es malvado.
Es que es de cajón, ¿no? Si son malvados, son malvados, da igual lo que hagan.
Así de sencillo es el mundo, una vez traducido para los más pequeños por el inefable Diario-Global-
En Madrid, por cierto, no recuerdo ninguna «consulta popular» para los asuntos de la basura, ni siquiera para la famosa tasa por recogida de basuras.
La noticia es un ejemplo maravilloso de cómo redacta el Diario-Global-Mundial-Total.
Cuenta los antecedentes (vertederos al límite de su capacidad, etc.) y nos sitúa en el momento exacto que desencadena la maldad:
Pero la llegada de Bildu al poder en 2011 ha vuelto a poner todo patas arriba.
Parece una película de terror: la vida discurría pacíficamente en la tranquila aldea de Astérix y Obélix hasta que un día, de pronto, llegan…
¡¡LOS SOBERANISTAS!!
Muy pronto en todas las pantallas.
Reserva tus entradas ya para vivir la emoción de la pesadilla de LOS SOBERANISTAS.
Así los llaman en el artículo sin parar, «los soberanistas«, como Los Intocables de Eliot Ness, pero a la viceversa inversa o retroceso: en malo-malasombra-somo-malos-de-
Y más malos que la quina, que sólo quieren chinchar.
Sin embargo (qué peliculón, madre mía, qué peliculón):
Bildu se ha encontrado con un adversario inesperado: la ciudadanía.
Wow! Chan.tata, chan… Peliculón, peliculón, como El alcalde de Zalamea.
El honrado pueblo vasco frente al terror de Los Soberanistas.
Luego vienen los imprescindibles y estremecedores testimonios humanos:
«Al principio, yo soñaba con la basura. Fue tan drástico el cambio de hábitos y la exigencia de hacerlo bien, que todo giraba alrededor de la basura», afirma Luis, un vecino de Hernani.
¿Te suena de algo, verdad?
¡Bingo! Se parece mucho a Ventajas de viajar en tren, de Antonio Orejudo.
La verdad es que, como comienzo de novela, es fabuloso: «Anoche soñé que volvían a dejarme en la puerta la bolsa de basura…»
Con Orejudo he participado en Estados Unidos en expediciones clandestinas para deshacernos de la basura. Lo admito.
A menudo no te recogían las bolsas, te dejaban una nota de advertencia en tono amenazador y tu bolsa a la puerta, porque sin duda infringía alguna de las normas, pero vete a saber tú cuál. Tampoco era cosa de escarbar en la basura para localizar el tapón de plástico ilegal, así que Orejudo y yo metíamos las bolsas delincuentes en el maletero del coche y nos alejábamos kilómetros y kilómetros, cruzábamos la frontera estatal, y nos deshacíamos del corpus delicti en algún paraje desolado (muy a menudo lanzábamos las bolsas por encima de la valla a una reserva india, a modo de ofrenda a Manitú).
Lo siento por mis amigos de la revista Mongolia, pero el Diario-Global-Mundial-
¿Dónde se deposita un caramelo, una cápsula de café o la mayonesa? ¿Y las uñas o el pel0? El manual del puerta a puerta, distribuido en hogares y explicado sucintamente en charlas de «concienciación», lo deja muy claro. Estipula que el caramelo es orgánico, pero si va con el envoltorio es rechazo; la cápsula de café se mezcla con los envases de plástico, pero si está llena va a la fracción resto, y la mayonesa se retira junto con la materia orgánica, aunque en grandes cantidades hay que tratarla con «un gestor autorizado». Si alguien se corta las uñas, debe saber que es materia orgánica, pero ojo, si están pintadas, se depositan en la fracción rechazo. Y sucede lo mismo con el pelo, que también es biodegradable salvo que esos restos de cabello lleven productos químicos como lacas o tintes.
¡Ah… ese implacable Terror abertzale!
Mucho más terrorífico que el de Robespierre o Stalin, dónde va a parar.
Los Soberanistas han creado unos comisarios políticos a los que llaman «gestores autorizados» para castigar al que ose desafiar su poder:
Las bolsas de basura están en plena calle, a la vista de todos. Su contenido lo revisa un «gestor autorizado» para comprobar si la clasificación está bien hecha.
LOS SOBERANISTAS… temblarás de miedo… examinarás con pánico tus cabellos y tus recortes de uñas… acabarás en un campo de concentración en cuanto cometas el más mínimo error…
Mira que son malos.
Aquí tienes a un Gestor Autorizado Soberanista, una de los GAS (como se les empieza a conocer).
¿A que dan muchísimo miedo?
¡Que viene el GAS!, se avisan los vecinos unos a otros, porque todos militan en la clandestina Resistencia.
En honor a la verdad el Diario-Global-Mundial-
El modelo que pretenden implantar los soberanistas, que ya funciona desde hace años en un centenar de municipios catalanes y en ciudades europeas como Bruselas o Milán, ha acabado por exasperar al resto de los partidos.
Sí, claro, pero no es lo mismo. En el País Vasco están so el poder de Los Soberanistas, no como en Bruselas o Milán o en la propia Cataluña.
Y no es que el buen pueblo vasco tenga mala voluntad, qué va, son víctimas inocentes: se trata de la pesadilla soberanista, como prueba otro estremecedor testimonio humano:
«Empiezas con muchas ganas, pero acabas cansándote porque te haces un esclavo de la basura», dice otra vecina, Mari Carmen.
¡Esclavos de la basura! Ya es caer bajo, ya.
Pero qué quieres, es lo que tienen Los Soberanistas: humillarte.
Por otra parte, quizá el sistema de separación no sea tan mala idea (al menos eso piensa el Ministerio), pero qué importa, lo grave son Los Soberanistas, eso tiene que quedar claro:
Mientras los soberanistas sacan pecho porque el Ministerio de Medio Ambiente ha incluido recientemente a Usurbil como ejemplo de «buenas prácticas» por llevar adelante el puerta a puerta, PNV, PSE y PP lamentan el «escaso respeto democrático» de Bildu.
Estremecedor, ¿a que sí?
Sencillamente escalofriante.
Niño, duérmete, que vendrá un Soberanista y te llevará.
Termínate las lentejas o llamo al GAS.
¿A qué esperas para ver la película de la temporada: LOS SOBERANISTAS?
A veces en mis (agitados) sueños aparecen Soberanistas dispuestos a darme mi merecido por haber dejado un recorte de uña en el cubo que no correspondía:
Me despierto con la almohada empapada de sudor frío y el recuerdo la amenazadora GAS grabado al encáustico en mi retina impresionable.
Aquí tienes la noticia completa de nuestro querido Diario-Global-Mundial-
Fuente: http://www.hotelkafka.com/blogs/rafael_reig/2012/06/los-enemigos-del-pueblo/