Está claro que las manifestaciones del Orgullo LGTB (no digamos Orgullo Gay porque si no, parece que sólo los maricones nos sintamos orgullosos de ser lo que somos, cuando también lo están las lesbianas, los transexuales y los bisexuales) son siempre un tanto controvertidas. En eso contribuye que sea una manifestación basada en la orientación […]
Está claro que las manifestaciones del Orgullo LGTB (no digamos Orgullo Gay porque si no, parece que sólo los maricones nos sintamos orgullosos de ser lo que somos, cuando también lo están las lesbianas, los transexuales y los bisexuales) son siempre un tanto controvertidas. En eso contribuye que sea una manifestación basada en la orientación afectivosexual y la identidad de género, y que haya presentes empresas y personas no vestidas de una manera muy «normal».
Tanto la derecha como la izquierda han perseguido a las y los homosexuales, bisexuales y transexuales (se podría citar a Franco por un lado y a Castro por otro, y ya sé que esto que digo va a herir sensibilidades, pero aunque ahora las cosas estén cambiando, no hace mucho que la persecución de la comunidad LGTB por el gobierno comunista era real y muy real). La derecha está claro por qué: por un lado, la visión oficial de la jerarquía cristiana acerca de las prácticas que no dan fruto y no son naturales; por otro, la percepción de que todo lo que se sale de la línea de lo «normal» ya es vergonzoso. La izquierda también comparte esto último, aunque se diga lo contrario. La izquierda (la de los gobiernos del denominado «socialismo real», me refiero) en realidad no sé muy bien por qué perseguían a los LGTB. Quizá porque la izquierda, queramos o no, también está impregnada de patriarcado y machismo, y en aquellos tiempos no se ponían a pensar demasiado que nosotros (los homosexuales, transexuales y bisexuales) también éramos (somos) obreros y formábamos (formamos) parte del proletariado y de la clase oprimida.
Seguidamente cabría decir que a la manifestación del Europride que tuvo lugar el sábado en Madrid y a la cual yo mismo acudí, fuimos cientos de miles de personas (la mayoría) que íbamos a reivindicar nuestros derechos: a reivindicarlos para no perder los que tenemos y a reivindicarlos para ponerlos en práctica -ya se sabe que la igualdad legal no quiere decir igualdad social; digámoselo a las mujeres, ¿no?-. Además, la mayoría íbamos vestidos de una forma «normal», es decir, con unos vaqueritos y una camiseta de manga corta o de tirantes, o un chándal. Ahora bien, ¿qué pasa si a mí me da la gana ir vestido de Simone de Beauvoir, de Isabel II de Inglaterra o llevar un tanga de leopardo? ¿Por ir vestido así tengo menos capacidad de raciocinio? ¿Acaso no tengo la misma validez como ser humano que va a reivindicar sus derechos que otra persona que va vestida «normal»? A mí me dicen: «Es que si vas vestido así, ¿cómo quieres que las personas te tomen en serio?» Y yo respondo: «Pues perdona, pero si las personas no pueden comprender que da igual la ropa que yo lleve a la hora de ir a una manifestación, es su problema, no el mío». Y que conste que yo no llevo tanga de leopardo y no por nada, sino porque no me apetece que me vean el horroroso trasero que tengo. Si alguien lo tiene bello, ¿por qué no? Está claro que todo lo que se sale de la línea establecida molesta a las personas. ¿Y por qué no alegrar la manifestación con algún disfraz? Al fin y al cabo, la manifestación del Europride también ha sido la celebración de la igualdad de derechos en España.
La presencia de las carrozas de las empresas ya es otro cantar. Está claro que no deberían estar ya que lo único que consiguen con eso es publicidad para ellas. Pero también hay que destacar que no todas las carrozas son de empresas, sino que también hay de partidos políticos, por ejemplo.
Pero todo esto que he dicho a muchos les da igual. Desde la señorita Nuria Van der Berghe en su artículo «El homófobo» publicado en el diario El Pueblo de Ceuta («…les digo una cosa por si no han visto el espectáculo lamentable de las carrozas y las algaradas del llamado Día del Orgullo Gay y es más, para decirlo copio a un ser humano con auténtica clase como Antonio Gala: No es lo mismo reivindicar derechos que hacerlo vestidos de hawaianas. Yo añado, no es lo mismo reivindicar derechos que hacerlo enseñando el culo vestidos de monjas desde una carroza. Primero porque, la vista de un usado y peludo trasero es lo menos motivador del mundo y segundo, porque si van vestidos de monjas para zaherir a los cristianos lo mismo topan con algún católico que se sienta aludido y el del culo peludo acaba descalabráo. Y no es mariconeríafobia, es, sencillamente, una cuestión de clase y de respeto. Ellos quieren que se les respete, pero respetan poco con sus exhibiciones de infinito mal gusto. Y así empezó el Imperio Romano a decaer por la inmoralidad de sus comportamientos, hasta que llegaron los rubicundos bárbaros que eran más bestias que un aráo y no entendían de finuras y se los cargaron.»), hasta los periodistas de El País que en el vídeo que realizan sacan únicamente la «morbosidad» de las carrozas y los disfraces sin pararse a filmar los cientos de miles de personas que estábamos reivindicando nuestros derechos de otra manera (aunque repito que todas las formas de hacerlo son legítimas), pasando por Rebelión que sólo saca una noticia acerca del colectivo LGTB el día de la manifestación del Orgullo -menos mal que se supone un diario digital de la izquierda «alternativa», porque si ni éstos nos tienen en cuenta más allá de este día, ¿qué se les puede pedir a El País, el ABC o la Razón ?). Lo peor no es que Rebelión sólo ponga una o dos noticias al año sobre nuestro colectivo, sino que encima ponga una que sirve para dejar en ridículo a una de las mayores manifestaciones por la libertad afectivosexual de Europa y del mundo. Y repito: se le puede sacar toda la punta que uno quiera (como por ejemplo con el asunto un tanto turbio de las empresas y sus carrozas en la manifestación), pero lo que no creo que sea lógico es que la única noticia que se ponga sea la de «EHGAM premia a Europride «por convertir un día de reivindicación en carnaval»», que también es posible que quepa en Rebelión, pero por favor, pongan otros puntos de vista…[1]
Primero porque me parece una tontería que EHGAM diga que el Europride se haya convertido en un carnaval antes que en un día de reivindicación. Eso quiere decir que no tienen en cuenta a la mayoría que estábamos allí para defender nuestros derechos. También que diga que se da el mensaje de que todo está conseguido, cuando el espíritu de la manifestación era precisamente el «Ahora, Europa», es decir, España ya ha solucionado el problema legal, que no el social; exportemos esa igualdad al resto de Europa (y del mundo). Lo de que las carrozas estén patrocinadas por Coca-Cola es un poco exageración, ya he dicho que había presentes carrozas que no eran de empresas, aunque está claro que las empresas tienen que desaparecer de la manifestación, pero creo que lo que se debería hacer es comunicar ese malestar directamente a la FELGTB y a Cogam, que eran los organizadores. Por último, lo que se dice en la noticia sobre que «este tipo de eventos «hacen una estandarización de las personas, dando una imagen muy estereotipada de los gays»» es totalmente falso; en todo caso la estandarización la producen los medios de comunicación al centrarse simplemente en aquellos elementos que incitan a leer la noticia, a oírla o a verla haciendo gala de un sensacionalismo despampanante. Si algunos de ustedes se hubieran dado un paseo por la manifestación o por el barrio de Chueca verían que para nada la comunidad LGTB es homogénea, ni estos eventos la homogeneizan.
En resumen, ya basta del populismo, del sensacionalismo y del morbo de los cuales los medios de comunicación rodean a la manifestación del Orgullo LGTB y también de toda esa crítica, mayoritariamente irracional, que se da desde sectores de la derecha y también, desgraciadamente, de la izquierda. Si la izquierda «plural» quiere ser plural, tiene que incluir dentro de sí los millones de personas LGTB para acabar con la discriminación de este colectivo (sobre todo con la de lesbianas y transexuales), ya seamos personas «normales» o tengamos pluma, plumazo, plumón, llevemos tacones, medias, fajas de cuero negro o tanga de leopardo. Así, si Rebelión quiere ser plural, tendrá que prestarnos un poco más de atención; sólo un poco más de la nula atención que nos ha prestado hasta ahora.
Nota de Rebelión:
[1] Con motivo de las manifestaciones del Orgullo LGTB, además del artículo citado por el autor también apareció este otro:
El Bloque Alternativo pide un Orgullo LGTB «reivindicativo y libre de patrocinadores»
Incluyendo, además, el enlace al: www.bloquealternativo.org