«Injusta, discriminatoria» y «lamentable». Así califican los obispos españoles, por boca de su portavoz, Juan Antonio Martínez Camino, la reciente sentencia del Tribunal de Estrasburgo, que consideraba la presencia del crucifijo en los colegios públicos como un «atentado a la libertad religiosa». Monseñor Martínez Camino, que intervenía, junto a Juan José Omella, obispo de La […]
«Injusta, discriminatoria» y «lamentable». Así califican los obispos españoles, por boca de su portavoz, Juan Antonio Martínez Camino, la reciente sentencia del Tribunal de Estrasburgo, que consideraba la presencia del crucifijo en los colegios públicos como un «atentado a la libertad religiosa».
Monseñor Martínez Camino, que intervenía, junto a Juan José Omella, obispo de La Rioja, en la presentación del documento de la Conferencia episcopal con motivo del 50 aniversario de Manos Unidas, añadía: «Es un fallo lamentable y poco constructivo para el futuro de Europa». Entre otras razones, porque, según el secretario general del episcopado, «el crucifijo es un símbolo de respeto a la dignidad de la persona desde su nacimiento hasta su muerte natural». De ahí que Camino se mostrase «triste» por este intento europeo de recluir este símbolo cristiano en el ámbito privado.
Para Martínez Camino, la sentencia de Estrasburgo debería generar en España una reflexión seria. Porque, «la cruz es un símbolo de libertad». De hecho, a su juicio, «donde no hay crucifijo, no hay distinción entre la Iglesia y el Estado. Si desaparece, perderemos los logros de la cultura europea: al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios».
Además, si se llegan a retirar los crucifijos de los colegios públicos, se creara un vacío. «¿Quién lo llenará?», se preguntó el portavoz de los obispos. Porque, a su juicio, «el ser humano no puede existir sin símbolos y, por lo tanto, es iluso pensar que, en el ámbito público, no puedan existir símbolos».
Preguntado por el aborto, Camino consideró que las cifras hechas públicas por el Ministerio de Sanidad son «lamentables». Según esos datos, un total de 115.812 mujeres se sometieron a una IVE, en 2008, un 3,27% más que el año anterior, y de ellas 10.221 eran menores entre 15 y 18 años.
Para el portavoz de la iglesia católica, lo que deberían hacer los políticos es legislar a favor de la maternidad, porque «España está a la cola de Europa en la ayuda a la maternidad y a la paternidad». Y concluyó: «Hacen falta leyes que tutelen el derecho a la vida». Y por eso, la Iglesia católica seguirá «dando voz a los que no la tienen y cuya vida ha sido eliminada».
Fuente: http://www.redasociativa.org/elinsurgente/modules.php?name=News&file=article&sid=18203