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Los retos del Procés Constituent

Fuentes: Periódico En lucha / Diari En lluita

Ahora que ya hace unos meses que la iniciativa puesta en marcha por Arcadi Oliveres y Teresa Forcades va avanzando, puede ser un buen momento para hacer un balance de este proyecto político. Durante estos meses de articulación del Procés Constituent (PC) han ido surgiendo grupos locales y sectoriales y se han hecho asambleas de […]

Ahora que ya hace unos meses que la iniciativa puesta en marcha por Arcadi Oliveres y Teresa Forcades va avanzando, puede ser un buen momento para hacer un balance de este proyecto político.

Durante estos meses de articulación del Procés Constituent (PC) han ido surgiendo grupos locales y sectoriales y se han hecho asambleas de presentación en multitud de lugares de toda la geografía catalana. El número de personas adheridas ha llegado a más de 46.000 según su página web. Este hecho demuestra la gran expectación que ha generado el movimiento entre los sectores más conscientes de la sociedad y todas aquellas personas que buscan una alternativa política y social a la gestión neoliberal del capitalismo.

El PC parte de la creación desde la base de una alternativa a este estado de cosas. Su gran potencial es que pretende poner en marcha un proceso de acumulación de fuerzas políticas desde todos los sectores sociales, personas y colectivos que participaron en el movimiento 15M.

Observo dos limitaciones. La primera es estratégica: en el PC se supone un papel neutral del estado en el conflicto social. Este planteamiento no tiene en cuenta que el estado actúa, en última instancia, como garante de los privilegios de las clases altas y como defensor de los intereses del sistema financiero por encima de los intereses de la inmensa mayoría de las clases populares.

En otras palabras, la estructura del estado (policía, sistema judicial, sistema político, etc.) no se quedará de brazos cruzados ante los procesos y alternativas que surjan desde la base y cuestionen el orden establecido, sino que los atacará y los intentará destruir sea con reformas legales o con violencia. El estado no dejará que cambien las reglas de juego.

La otra limitación importante es la poca clarificación de todo el proceso para construir una estrategia revolucionaria, lo que hace que últimamente el PC coja perfil propio y no actúe, como en un principio se había configurado, como un «puente» de contacto entre movimientos sociales y partidos políticos de la izquierda rupturista.

A pesar de estas limitaciones que he señalado, el PC es uno de los proyectos más interesantes que han surgido a partir del 15M y un actor a tener en cuenta a la hora de darle la vuelta a la tortilla y hacer pagar la crisis a los que la han provocado.

Joan Caralt es miembro de la CUP del Vendrell.

Fuente: http://enlucha.org/diari/los-retos-del-proces-constituent/#.UtOiyvsUNmc