I – Introducción Este informe, perfil de Barrick Gold, la mayor empresa minera aurífera del mundo, es una ilustración de los problemas que causa en la actualidad la industria del oro. En estas páginas, se presentan numerosos ejemplos donde los intereses de Barrick y los intereses de las comunidades en cuyo interior la empresa […]
I – Introducción
Este informe, perfil de Barrick Gold, la mayor empresa minera aurífera del mundo, es una ilustración de los problemas que causa en la actualidad la industria del oro. En estas páginas, se presentan numerosos ejemplos donde los intereses de Barrick y los intereses de las comunidades en cuyo interior la empresa realiza sus explotaciones, van unos en contra de otros frontalmente. Desde evitar toda responsabilidad por la destructiva herencia ambiental que dejan sus proyectos o aliarse a políticos corruptos, hasta recurrir a la policía para que reprima con violencia (y que a veces mate) a los críticos de la actividad minera, el poder de Barrick en estas luchas configura un caso que exige intervención urgente.
Entre los grupos comunitarios que luchan contra Barrick se cuentan desde autoridades gubernamentales y tribales locales hasta asambleas de madres contra la minería y otros grupos de base que atraen miles de adherentes. La valerosa entrega de estos activistas a su obra es asimismo peligrosa y agotadora, y sirve para ilustrar la realidad concreta de Barrick y otras empresas similares. No hace falta decir que esta perspectiva sobre la minería, que tan escasa resonancia tiene, no presagia nada bueno para la industria en su totalidad, ya que procede de quienes se hallan afectados de cerca por sus explotaciones.
Este informe sirve además para ilustrar que estas cuestiones no son casos aislados de abuso, sino parte de un sistema en el marco del cual estos abusos son inevitables. Canadá, donde Barrick tiene su sede central, alberga a más del 60 por ciento de las empresas mineras del mundo, que realizan explotaciones en todo el planeta. Pese a estar a la cabeza de esta industria, Canadá no ha tomado la delantera en mediar ni en responsabilizarse de la conducta de sus empresas en el extranjero.
A causa de esta negligencia, Canadá ha recibido críticas de todo el mundo, primero de organizaciones ambientalistas, religiosas y de derechos humanos, y ahora cada vez más de instituciones internacionales como las Naciones Unidas. Hasta el propio gobierno canadiense ha comenzado a reconocer las duras realidades que trae aparejadas la presencia en el extranjero de su industria minera, que se caracteriza por la destrucción del medio ambiente, la corrupción política, las luchas comunitarias, los abusos contra los derechos humanos y el consumo de cantidades enormes de agua.
2006 marcó el año del primer foro Mesas Redondas Nacionales sobre la Responsabilidad Social Empresaria (CSR) y la Industria Extractiva Canadiense en Países en Desarrollo, un foro que se organizó en reacción a un informe del año 2005 del Comité Permanente de Asuntos Exteriores del Parlamento de Canadá. Dicho informe admitía que Canadá no cuenta con leyes que garanticen que las empresas mineras canadienses «se adecuen a los criterios de derechos humanos, incluyendo los derechos de los trabajadores y de los pueblos indígenas». Pero, pese a la abrumadora evidencia de que la autorregulación y las medidas voluntarias adoptadas por las empresas mineras no son suficientes para garantizar estos derechos, la búsqueda de un marco legal vinculante para garantizarlos es un compromiso pendiente del gobierno canadiense.
Esperamos que esta amplia recopilación de estudios de casos donde se analizan las explotaciones de Barrick en todo el mundo sirva para desenmascarar los numerosos abusos cometidos por esta industria, a la vez que apoyen las luchas comunitarias contra esta empresa que se llevan a cabo en todo el planeta.
II – Ambiente
Agua, Contaminación y Veneno
El agua vale más que el oro
El agotamiento del agua es una de las principales consecuencias negativas de la minería aurífera, como lo demuestran los estudios de los casos del Lago Cowal, Pascua Lama y los Shoshones occidentales. La gran cantidad de agua que se requiere para llevar adelante una explotación minera agrava el impacto de la misma en las comunidades locales, muchas de las cuales ya están experimentando sequías.
El consumo diario de agua en la mina de Barrick en el Lago Cowal supera al de todo el distrito de Lismore (Lismore, con una población de casi 30.000 habitantes, es un centro regional de capital importancia en la zona Northern Rivers del estado). Desde que la mina inició sus explotaciones, el nivel del agua en sus inmediaciones disminuyó de 20 metros a 50 metros bajo el nivel del suelo. La mina tiene permiso para usar hasta 3.650 millones de litros de agua por año durante los próximos 13 años y probablemente superará esa cifra. Mientras tanto, la región que rodea al yacimiento soporta ya su octavo año de sequía. [1]
En su mina de Pascua Lama, Barrick está perturbando 25,5 hectáreas de tres glaciares [2] y ha pedido que se caven túneles por debajo de los glaciares. La exploración y la fase de cateo (1990’s) ya han sido vinculadas al agotamiento de los glaciares. [3] Barrick intentó culpar del derretimiento al calentamiento global, pero esas afirmaciones fueron completamente refutadas. [4]
Además del derretimiento de los glaciares en gran escala, Barrick propone extraer agua adicional en Chile para hacer funcionar su mina y sus fábricas. El requisito estimado es de hasta 42 litros por segundo que se tomarían de los ríos Estrecho y Toro. [5]
Drenaje de ácidos mineros y contaminación con metales pesados
La minería a cielo abierto genera gran cantidad de desperdicios por un rendimiento mínimo. En promedio, lleva 79 toneladas de desperdicios extraer una onza de oro, según una estimación conservadora realizada por la campaña No al Oro Sucio, proyecto de Herat Works y Oxfam. El proceso incluye triturar la mena, y luego exponerla al cianuro para extraer el oro. Los sulfuros que se hallan en las rocas trituradas interactúan con el aire y el agua para producir ácido sulfúrico, que a su vez produce drenaje de ácidos mineros (DAM).
En sí y de por sí, el DAM es dañino para los ecosistemas porque vuelve al agua demasiado ácida para ser sustento de vida. Además, el ácido sulfúrico del DAM filtra de los desperdicios de la mena otras sustancias, tales como arsénico, cadmio, plomo y mercurio, que pueden tener efectos desastrosos sobre la salud y pueden contaminar el aire y el agua. La minería metalífera ha sido vinculada al 96 por ciento de las emanaciones de arsénico del mundo. [6]
Un informe reciente de la Universidad de Nevada halló concentraciones alarmantemente altas de mercurio en el aire circundante de una serie de minas auríferas de Nevada. La mayor concentración (3.120 ng/m3) se midió en la mina Marigold de Barrick.
Para leer el documento completo en formato pdf.: http://www.ecoportal.net/content/download/file/actualidad1596.pdf
Notas:
[1] Coalition to Protect Lake Cowal, http://savelakecowal.org/water.html<0
[2] Agua Vale Mas Que Oro, http://www.aguavalemasqueoro.org/impacts_en.htm
[3] «Chile aprueba mina de oro en glaciar» Agencia France Presse Feb 15, 2006 http://www.terradaily.com/reports/Chile_Approves_Glacier_Gold_Mine.html
[4] «La otra verdad inconveniente: La visita de Al Gore a Chile financiada por Barrick Gold», Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA), Marzo 30, 2007 http://www.minesandcommunities.org/Action/press1426.htm
[5] MiningWatch, Canada. http://www.miningwatch.ca/index.php?/Chile_en/Pascua_Lama_Background
[6] «Proyecto de mina de oro amenaza glaciares andinos» («Gold Mining Project Threatens Andean Glaciers»), Inter Press Service. Junio 25, 2005 http://ipsnews.net/news.asp?idnews=29223