Los once activistas canarios agredidos y detenidos el sábado en El Aaiún por la Policía marroquí cuando realizaban un acto en apoyo al pueblo saharaui criticaron ayer la actitud del Gobierno español, que ha dado «por superado» el caso tras aceptar las explicaciones dadas por el régimen marroquí. Los solidarios de SaharAcciones, que dijeron sentirse […]
Los once activistas canarios agredidos y detenidos el sábado en El Aaiún por la Policía marroquí cuando realizaban un acto en apoyo al pueblo saharaui criticaron ayer la actitud del Gobierno español, que ha dado «por superado» el caso tras aceptar las explicaciones dadas por el régimen marroquí.
Los solidarios de SaharAcciones, que dijeron sentirse traicionados, presentaron ayer ante la Subdelegación del Gobierno español en Santa Cruz de Tenerife una denuncia contra sus agresores, que incluye los partes de lesiones. La misma denuncia será remitida al Ministerio Fiscal y a los juzgados de Instrucción.
Tres de ellas, Sonia Díaz, Yauci Marrero y Silvia Mesa, pidieron al Ejecutivo español que cambie el «comportamiento vergonzoso» que está teniendo con el Sahara ocupado y que actúe con «valentía» e inicie una investigación para esclarecer los hechos.
Según dijeron, con su actitud, el Ejecutivo español no sólo ha traicionado al pueblo saharaui, sino también al del Estado español, que respalda en su gran mayoría la causa saharaui.
En su comparecencia añadieron, no obstante, que «no tenemos ninguna esperanza en el Gobierno español, confiamos en los ciudadanos libres, en la prensa libre y en que la presión internacional logre cambiar el rumbo del Sahara junto con la presión de los propios saharauis».
En este sentido, pidieron la «máxima alerta» ante lo que sucede en los territorios ocupados, donde el pueblo saharaui «está siendo castigado por el apoyo que recibe desde el exterior»
Por la mañana, el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Juan Pablo de Laiglesia, ya aseguró que el Gobierno ve «superado» el «incidente» con Marruecos, que da por buena la versión del régimen alauí y que no contempla llamar a consultas a su embajador.
Explicó que Madrid cree a Rabat porque «carece de elementos para avalar las opiniones de los activistas», a quienes no lesionaron los policías, sino «»grupos que no eran partidarios» de la manifestación en favor del pueblo saharaui en la que estaban participando. Los once solidarios con Sahara mantienen que fueron golpeados por policías vestidos de civil y detenidos para ser interrogados.
Según él, no hay elementos que avalen que las heridas fueron causadas por agentes marroquíes, como mantienen los once agredidos e insistió en que «lo que está fuera de duda es que los activistas participaron en una manifestación ilegal en la que se produjeron una serie de altercados y como resultado de ellos, algunos tuvieron lesiones».