Viajaron atendiendo una invitación de la ciudad de Madrid y de la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas (UCCI), pero el 6 de marzo concejales de los municipios de La Paz y Sucre fueron retenidos durante varias horas y sometidos a maltratos por parte de funcionarios de migración en el aeropuerto de Barajas.
En una carta enviada al Encargado de Negocios de la Embajada de Bolivia en el país ibérico Alvaro Del Pozo, Luis Revilla, presidente del Legislativo edil paceño, reveló que tras el arribo de los Concejales al aeropuerto madrileño junto a otros munícipes de Sucre presentaron su respectiva documentación ante funcionarios de Migración de España, quienes les mencionaron, a pesar de la insistencia de los ediles respecto a la invitación y su calidad de funcionarios públicos, que comprobarían la veracidad de los documentos así como la invitación, para pasar el respectivo control migratorio.
«Luego de una espera de alrededor de una hora, fuimos conducidos junto a una centena de compatriotas -que venían también en el vuelo 747- a dependencias policiales, en las cuales luego de otra hora de espera, fuimos obligados a firmar un documento, sin cedernos la posibilidad de leer el mismo, mencionándonos que seríamos conducidos a un hotel, con posibilidades de hacer llamadas telefónicas y que permaneceríamos allí hasta las primeras horas del día siguiente, cuando -en presencia de un abogado- nos tomarían declaraciones y se verificaría nuevamente la veracidad de nuestras razones de ingreso a España», sostiene la carta.
Los munícipes fueron conducidos junto a los connacionales a una planta superior en las mismas dependencias policiales del Aeropuerto de Barajas, para ser encerrados en diminutas habitaciones alrededor de 20 o 30 personas, durante una hora adicional, previa requisa de pertenencias. «Finalmente, fuimos conducidos a un salón más amplio, el cual resultó ser el supuesto ‘h otel’ con teléfonos públicos y dormitorios comunes, sin distinción alguna de la presencia de mujeres, niños o adultos mayores», se queja Revilla en su nota.
Los empleados municipales fueron testigos del maltrato a los compatriotas, así como la burla y las mentiras. Hubo hasta amenazas de golpes a una compatriota que se negó a entregar su teléfono celular a los funcionarios policiales.
Pese a que en todo momento los munícipes explicaron las razones de su presencia en calidad de invitados por la Alcaldía de Madrid, en ningún momento fueron escuchados y tuvieron que oír en repetidas oportunidades a los funcionarios policiales que todo «era problema de Evo Morales», que «no les importaba lo que pensábamos o dejábamos de pensar o si lo hacía Evo Morales» o que «deberíamos todos irle a pedir trabajo a Evo Morales», lo cual, dice Revilla «constituye una falta de respeto a nuestra Patria en la persona del Presidente Evo Morales».
Luego de comunicarse con funcionarios de la Alcaldía de Madrid, así como con la Embajada boliviana en Madrid a través la Cancillería en La Paz y de las gestiones realizadas por ambas instituciones, y luego de cinco horas, los concejales fueron conducidos a las casetas de migración para el sellado respectivo de pasaportes y autorizados a dejar el Aeropuerto de Barajas e ingresar a Madrid.
«Es de conocimiento público, la decisión del Reino de España de solicitar Visa de ingreso a todos los ciudadanos bolivianos a partir del 1º de abril y en el marco de la decisión soberana de los Estados, corresponde a España decidir si autoriza el ingreso de ciudadanos bolivianos a España en calidad de inmigrantes. Lo que no es tolerable, desde ningún punto de racionalidad es la desconsideración, las mentiras sistemáticas y mucho menos la falta de respeto hacia la investidura presidencial», agrega Revilla en su carta.