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Los docentes de las islas inician la tercera semana de huelga indefinida

«Marea verde» en Baleares contra los recortes educativos y la imposición del trilingüismo

Fuentes: Rebelión

No salen diariamente más de 100.000 personas a la calle para defender sus derechos. Ocurrió el domingo 29 de septiembre, cuando una marea humana «verde» recorrió las calles de Mallorca, Menoría, Ibiza y Formentera para protestar contra los recortes educativos del gobierno de Bauzá (PP) y, en particular, contra el decreto que impone el trilingüismo. […]

No salen diariamente más de 100.000 personas a la calle para defender sus derechos. Ocurrió el domingo 29 de septiembre, cuando una marea humana «verde» recorrió las calles de Mallorca, Menoría, Ibiza y Formentera para protestar contra los recortes educativos del gobierno de Bauzá (PP) y, en particular, contra el decreto que impone el trilingüismo. Una respuesta popular de alcance histórico en las islas, justo cuando los docentes de Baleares inician la tercera semana de huelga indefinida.

En el punto de mira del profesorado y las familias se encuentra el Tratamiento Integrado de Lenguas (TIL), que plantea la enseñanza trilingüe (castellano, catalán e inglés en proporciones iguales) en las escuelas de Baleares. Según la Asamblea de Docentes, que encabeza la protesta, el ejecutivo de Bauzá impone el TIL sin negociar con el sector educativo, de manera improvisada y sin que se hayan dispuesto los recursos necesarios.

La huelga indefinida y la «marea verde» han permitido que la problemática educativa trascienda la geografía de las islas. Sin embargo, la movilización del sector comenzó hace dos años. Recuerda Toni Gaos, secretario general de la Federació d’Ensenyament de CCOO-Baleares, que los orígenes se sitúan en la «Plataforma Crida» y, sobre todo, en la participación muy activa de profesorado y familias contra los recortes en la educación y contra la «Ley Wert».

A continuación emergió la Asamblea de Docentes, en un ámbito más ajustado al sindicalismo, que también promovió movilizaciones y huelgas. En un acto organizado por CCOO-País Valencià, Gaos ha subrayado que la Asamblea de Docentes constituye el verdadero punto de inflexión: «Los sindicatos dejan que los trabajadores sean la cabeza visible en la asamblea; las organizaciones sindicales no se apartan, pero sí se ponen al lado, acompañan. Hay una pérdida de protagonismo, no de apoyo, sindical».

Las consecuencias de la estrategia y su éxito saltan a la vista: La Asamblea de Docentes se ha implantado en 350 centros educativos de Baleares; se da una relación permanente y una comunicación fluida con las familias, lo que facilita la expansión del movimiento. Se ha logrado, incluso, la integración de docentes de la enseñanza concertada, aun cuando la asamblea agrupa a profesores de la educación pública. Ediles y alcaldes del PP también han criticado el TIL. Y el obispo de Mallorca se ha posicionado a favor de los docentes.

Aunque no se trata exclusivamente del trilingüismo, «impuesto sin ningún tipo de negociación», aclara Gaos. En Baleares se ha aplicado el tajo presupuestario al igual que en el resto de comunidades autónomas (becas de transporte escolar, comedor y libros de texto se han visto mermadas). Un 10% de los docentes de las islas han perdido su empleo; las ratios alumno/profesor por aula han aumentado significativamente; se han incrementado, por efecto de los recortes, las dificultades para la formación del profesorado, para desdoblamientos, sustituciones de bajas y constitución de grupos de apoyo. A estos factores se ha agregado la gasolina de la indignación: «el hecho de que los voceros del PP repitan que los profesores adoctrinamos a los alumnos y los tenemos sin asistir a clase», explica Gaos.

El culmen del conflicto lo constituye la huelga indefinida, que por el momento logra sostenerse. No es un hecho menor. Señala el secretario general de la Federació d’Ensenyament de CCOO-Baleares que la posibilidad de una huelga indefinida «era impensable hace sólo cuatro meses; docentes y familias hemos logrado vencer el miedo». Se han constituido cajas de resistencia, se han creado macroasambleas, por ejemplo, en teatros de los pueblos. Además, el hecho de integrar a los pequeños municipios y forjar la descentralización del movimiento ha permitido avanzar en la lucha.

Tras la «marea verde» del domingo, prosiguen las negociaciones entre la Asamblea de Docentes y el gobierno autonómico. ¿Cuál es la respuesta del ejecutivo? «A pesar de que salieran a la calle más de 100.000 personas, no quieren darnos ni agua», responde Toni Gaos de modo tajante. Tampoco el ejecutivo de Bauzá se siente cómodo en las negociaciones, ya que tiene como interlocutor a una asamblea (que traslada directamente los acuerdos de los participantes) y no a una organización o institución al uso. Con todo, el mensaje del PP es claro y no admite titubeos: «se trata de no moverse; piensan que si se les gana en el TIL, se les puede vencer en la LOMCE», explica Toni Gaos.

Pero la Asamblea de Docentes juega sus bazas. Una de ellas, tal vez la principal, sea la participación popular. Y, en concreto, de las familias, que se volcaron en el movimiento de «aules buïdes». Buena parte de la sociedad balear simpatiza con las reivindicaciones de la asamblea. Prueba de ello son, además de la manifestación del domingo, las grandes sumas recaudadas para las cajas de resistencia, también apoyadas por afamados artistas. Estas cajas para la gestión de la huelga se han constituido asimismo en los centros educativos con el soporte de los padres.

Otro catalizador del movimiento ha sido la «unidad», aunque -aclara Toni Gaos- «en ningún caso se ha forzado». «En buena medida ha sido posible porque los sindicatos dieron un paso atrás en favor de la asamblea; de hecho, en la multitudinaria manifestación no aparecieron siglas ni banderas sindicales; esto es muy positivo», agrega. Y el último de los «secretos» ha consistido en respetar la autonomía de los centros educativos; el hecho de que la Asamblea de Docentes parta de las asambleas de los centros, y estas se hallen en contacto permanente con las familias. Este mecanismo fluido se ha forjado mediante un largo trabajo previo con padres y madres de alumnos, frente a la «Ley Wert» y los recortes.

En el bando antagonista, el gobierno del PP ha recurrido a la fuerza bruta. El asunto que ha suscitado mayor indignación son los expedientes disciplinarios abiertos por la Conselleria de Educación a los directores de tres centros de Mahón. Pero no tienen un calibre menor el anuncio de «listas negras» de huelguistas o las retenciones arbitrarias de estudiantes por parte de la policía, acompañadas de insultos, vejaciones y agresiones, según denuncia la Asamblea de Docentes. Afirman, además, que se ha llegado a prohibir la libre circulación de personas con camisetas verdes.

La Asamblea asegura, por otra parte, que se han depurado inspectores y carga contra dos legislaciones que califica como «propias de regímenes totalitarios»: la Ley de Símbolos y el Decreto de Convivencia; junto a estas, la Conselleria de Educación de Baleares prepara una normativa para controlar los tipos de texto. En los conflictos de este cariz, al igual que sucede en el País Valenciano y Cataluña, los portavoces oficiales y medios afines han agitado el fantasma del «Pancatalanismo». La Asamblea de Docentes ha criticado los ataques a la lengua catalana (cooficial en las islas) y asegura que, con el TIL, el PP ha roto de manera unilateral el consenso generado desde 1996 por la Llei de Normalització Lingüística. «Pretenden reactivar un conflicto social después de 17 años», afirman fuentes de la Asamblea. Y todo ello, aderezado con un argumento no menos socorrido: el supuesto adoctrinamiento de los alumnos por parte del profesorado.

Así las cosas, puede que, tras quince días de huelga, el movimiento evidencie algún síntoma de desgaste. Señala Toni Gaos que en las familias «empieza a detectarse mucho cansancio; hay que tener cuidado en no «quemar» a las familias y que no se produzca una merma inasumible en las nóminas del profesorado». Tampoco han hecho acto de presencia otros elementos de desmovilización, como una contraofensiva de la prensa conservadora. En todo caso, y con los efectos de desgaste que se quiera, la movilización de Baleares fija un hito en las protestas populares contra los recortes y una suerte de «laboratorio» cara a la huelga general en el sector educativo, convocada para el próximo 24 de octubre.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.