Recomiendo:
0

Javier Couso, hermano del cámara español asesinado durante la invasión de Iraq, comenta la actualidad del caso en la que se halla inmersa su familia

«María Teresa Fernández de la Vega era quien ordenaba y coordinaba las actuaciones tendentes a desactivar el caso de mi hermano»

Fuentes: Diagonal

Tras el ‘cablegate’ y la denuncia a la fiscalía general del Estado, la familia de José Couso ha renovado sus esperanzas sobre la apertura de un juicio contra los responsables del asesinato.

DIAGONAL: El 15 de diciembre decidisteis no ir a la reunión a la que os había convocado el ministro de Justicia. Dijisteis que había dos razones: el clima de desconfianza que se había generado y declaraciones posteriores de miembros del Gobierno. ¿Cuáles?

JAVIER COUSO: Las respuestas que ellos dieron tras saberse lo de Wikileaks, a nuestro juicio, reafirman las sospechas que teníamos de que torpedeaban el caso, tanto las declaraciones de López Aguilar como las de Trinidad Jiménez y las del ministro de Justicia hace poco, que ante una pregunta del BNG respondió con vaguedades.

D.: Por ahora no ha habido ninguna declaración ni de miembros del Gobierno ni de fiscales negando el contenido de estos cables.

J. C.: En ningún caso niegan los cables, solo dicen que son opiniones subjetivas de Estados Unidos. Si comparamos estas opiniones con los datos que esos cables dan y la actuación de los fiscales en este caso nos dan indicios de que lo dicho en los cables es cierto.

D.: La reunión que se iba a celebrar entre Francisco Caamaño [ministro de Justicia] y vosotros al final se produjo entre vuestros abogados y miembros del ministerio. ¿Qué les dijeron a vuestros representantes?

J. C.: Se limitaron a darles unas hojas con las actuaciones que había realizado el ministerio, actuaciones que tenían que hacer igualmente por la propia instrucción del juez Santiago Pedraz, por lo que no se podían negar. Sin embargo, no han hecho nada con peticiones anteriores nuestras, como por ejemplo al ministro anterior de Justicia, López Aguilar, sobre un convenio bilateral firmado entre Estados Unidos y España cuando EE UU no hizo caso a las leyes internacionales.

D.: Tras las filtraciones de Wikileaks, ¿qué habéis denunciado ante la fiscalía de Madrid?

J.C.: Nosotros hemos visto indicios graves de delito, como violación de secreto de sumario, vulneración de la ley de enjuiciamiento criminal, asesoramientos a potencias extranjeras para paralizar la justicia… Que no se investigue la muerte de un ciudadano español e incluso intentar que los acusados no comparezcan ante la Justicia parece un delito grave. Creemos que la Fiscalía debe abrir de oficio una investigación.

D.: Uno de los cables revela que en una reunión en 2007 entre María Teresa Fernández de la Vega y el entonces embajador de Estados Unidos, Eduardo Aguirre, la ex vicepresidenta del Gobierno le aseguró que «estaba muy implicada en el seguimiento del caso» y que «una de las opciones que se estaban sopesando era la de presentar un recurso». En ocasiones anteriores dijiste que esto te lo olías. ¿Por qué?

J.C.: Fuentes que tenemos nosotros nos habían trasladado esta realidad: que era ella quien ordenaba y coordinaba las actuaciones tendentes a desactivar el caso de mi hermano.

D.: ¿Seguís confiando en la justicia española? ¿Existen jueces independientes?

J.C.: Sí, de hecho los cuatro magistrados de instrucción que han pasado por el caso tenían voluntad de investigarlo. Además, el Tribunal Supremo en dos ocasiones nos ha dado la razón para que por lo menos sigan la instrucción. Creemos que sí que hay magistrados independientes que creen en la protección de los derechos humanos, lo que pasa es que también hay otros jueces que a nuestro juicio se mueven en la impunidad, lo cual es gravísimo.

D.: Si en la justicia española el caso no prosperase, ¿os habéis planteado llevarlo a tribunales internacionales?

J. C.: No, debemos acabar con nuestra jurisdicción, que es tan válida para juzgar el caso como un tribunal internacional. Debemos acabar con nuestra jurisdicción y hacerla trabajar. Nuestra satisfacción va a ser que estos señores estén en busca y captura internacional. Si fuesen detenidos en Europa, en teoría la extradición sería automática.

D.: ¿Qué valoración haces de lo sucedido estas últimas semanas con Wikileaks y la detención de Julian Assange?

J. C.: Uno termina con sentimientos contradictorios. Por un lado estamos satisfechos de haber sabido todo esto y, al fin y al cabo, lo que le han hecho al fundador de Wikileaks está sacado de los manuales de la CIA para arruinar la vida de una persona. Por otro lado, a mí me hubiera gustado que los cables no solo se hubieran facilitado a estos cinco grandes medios de comunicación, sino a todos los medios del mundo.

D.: ¿Crees que saldrán más cables relacionados con el caso Couso?

J. C.: Pueden salir más, pero por lo que nos han dicho algunos periodistas de El País parece que no. Sin embargo, nosotros sí que nos queremos poner en contacto con Wikileaks para conocer los cables posteriores al ataque del Hotel Palestina en 2003, así como acceder a la conversación, que debe estar grabada, entre el carro de combate que disparó y el mando militar en Bagdad de ese día.

D.: ¿Habéis intentado escribir a la gente de Wikileaks?

J. C.: Sí que lo hemos intentado, les hemos mandado varios mensajes, pero tal y como están ahora las cosas es complicado.

La instrucción viaja a Bagdag

El juez Santiago Pedraz, instructor del caso en la Audiencia Nacional, visitará Bagdad el 24 de enero para reconstruir las condiciones de la muerte del cámara José Couso por disparos de un tanque del ejército de EE UU el 8 de abril de 2003. El viaje, previsto para tres días, pretende documentar con detalle la secuencia de hechos que llevó a la muerte del cámara de Tele 5 y del reportero ucraniano de Reuters Taras Protsyuk durante las primeras horas de la ocupación norteamericana de la capital iraquí. Pedraz viajará junto con tres letrados de la familia Couso y de la Asociación Libre de Abogados, un secretario judicial y los testigos Jon Sistiaga, Olga Rodríguez, Jesús Manuel Hernández Quiñones y Carlos Hernández. Las pesquisas se centrarán en el perímetro del hotel y en la habitación 1.402, desde donde se encontraba grabando Couso. La familia ha denunciado nuevas obstrucciones del Ministerio de Justicia durante la preparación del viaje.

Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/Wikileaks-deberia-haber-facilitado.html