Las exportaciones españolas de armas volvieron a crecer en 2008, pese a la crisis. Lo hicieron en un porcentaje mínimo, apenas el 0,2%; suficiente, sin embargo, para consolidar el gran salto que se produjo en 2006 y situar las ventas en el umbral del billón de euros anuales. Así lo refleja el informe presentado en […]
Las exportaciones españolas de armas volvieron a crecer en 2008, pese a la crisis. Lo hicieron en un porcentaje mínimo, apenas el 0,2%; suficiente, sin embargo, para consolidar el gran salto que se produjo en 2006 y situar las ventas en el umbral del billón de euros anuales. Así lo refleja el informe presentado en el Congreso por la secretaria de Estado de Comercio, Silvia Iranzo.
El 40,7% de las ventas se dirigieron a países de la UE. Y el 70,5% a socios de los OTAN; entre los que destacan Noruega (que recibió la tercera fragata de las cinco compradas al astillero público Navantia) y EE UU, tradicional cliente de armas de caza y pistolas españolas.
Lo más destacable, sin embargo, fueron las ventas a Marruecos que, con 113,90 millones de euros (frente a sólo 11,13 en 2007), se convirtió en el tercer cliente de la industria militar española y el primero fuera de Europa. El espectacular aumento de las ventas al vecino del sur se debe, según el informe de Comercio, a un pedido de 1.015 vehículos militares todoterreno, que incluye desde camiones cisterna hasta ambulancias.
No menos significativo resulta el incremento de las exportaciones a Colombia, que suman 31,7 millones de euros (frente a 16 en 2007) y la convierten en el segundo cliente en Latinoamérica, detrás de Brasil. Las ventas a Colombia, sumida desde hace décadas en una guerra civil larvada con la narcoguerrilla de las FARC, incluyen un avión de transporte y vehículos militares.
El informe dedica un apartado especial a las ventas a Israel, que fueron objeto de polémica por coincidir la difusión de las cifras del primer semestre de 2008 con la campaña de bombardeos de Gaza. El año pasado España vendió 2,4 millones de euros en armas al Estado sionista (frente a 1,5 millones en 2007) y ello, según el informe, porque algunos envíos se hicieron con cargo a licencias concedidas el año anterior.
El documento subraya que las ventas correspondieron a componentes de pistolas reexportadas a Estados Unidos (128.170 euros); proyectiles para probar la torre de control de un blindado suizo Piranha; partes y piezas de aeronaves, ya devueltas (36.400 euros); tarjetas electrónicas para equipos reexportados a Colombia y Brasil; y sensores infrarrojos para los EF2000 fabricados en Reino Unido (2,2 millones de euros). En cambio, el documento no justifica la venta de disparos de artillería y repuestos para cañones del Ejército de India (1,9 millones); proyectiles iluminantes de 105 milímetros para el Ejército de Pakistán (199.412 euros); o espoletas y adaptadores de bombas para la Fuerza Aérea de Sri Lanka, (138.780 euros), que acaba de exterminar los últimos reductos de la guerrilla tamil.
A Venezuela se vendieron gases lacrimógenos para la policía (111.450 euros) y al África Subsahariana, rifles de caza.