«Sumamos muchos años como militantes comunistas, la lucha nos ha enseñado que hay muchos caminos, sabemos que la única ortodoxia en la lucha revolucionaria la marca el movimiento de liberación, el pueblo trabajador y la voluntad de las vanguardias más generosas. Luchamos en un pueblo que no se rinde en sus inagotables formas de autoorganización […]
«Sumamos muchos años como militantes comunistas, la lucha nos ha enseñado que hay muchos caminos, sabemos que la única ortodoxia en la lucha revolucionaria la marca el movimiento de liberación, el pueblo trabajador y la voluntad de las vanguardias más generosas. Luchamos en un pueblo que no se rinde en sus inagotables formas de autoorganización y autodefensa. Luchamos contra el sistema y contra el estado, contradicción por la que discurre la lucha de clases en Euskal-Herria y que origina la formación del MLNV (Movimiento de Liberación Nacional Vasco). Y opinamos libremente, como militantes comunistas de una de la organizaciones revolucionarias que luchan por la independencia y el socialismo en Euskal-Herria»
P: ¿Cuál es la orientación política de vuestra organización?
R: Somos militantes comunistas de Euskal-Herria, EHK (Euskal-Herriko Komunistak). Somos una organización marxista leninista que forma parte del MLNV (Movimiento de Liberación Nacional Vasco). Nacimos como corriente comunista, con una de las 4 ponencias, que participaron en la formación de la actual Batasuna. Hemos iniciado la formación del futuro Partido Comunista de Euskal-Herria.
Quiero precisar que las siglas EHAK (Partido Comunista de las Tierras Vascas) por las que optamos electoralmente; no son las nuestras. Responden, más que a una estructura organizativa, a la espontánea capacidad de autoorganización revolucionaria, tan tradicional en nuestro pueblo, que explica la permanencia de la lucha popular en los diferentes escenarios de la historia reciente.
P: ¿Qué perfil tiene la revista Boltxe que ustedes editan y cuál es su objetivo en la actualidad?
R: Boltxe es una publicación marxista, cuyo objetivo es dar voz al Movimiento Popular, silenciado e ignorado por los mass media del sistema. En Euskal Herria hay una gran producción teórica y práctica en el movimiento de masas, pero también hay una cultura de introversión, de «hacer y no decir», y valoramos que muchas de las aportaciones del movimiento popular vasco tienen la calidad suficiente para presentarse en cualquier foro y ser debatidas.
P: ¿Tienen página en internet?
R: Sí, su dirección es http://www.boltxe.info/berria/, se puede entrar también por buscador tecleando la palabra «boltxe», escrita con te y equis.
P: ¿Al plantear esta orientación político-ideológica retoman alguna tradición previa?
R: Efectivamente, nosotros hemos asumido el proceso de liberación nacional y social de Euskalerria que históricamente formularon los primeros comunistas vascos ya desde los años 30 y que ETA (Euskadi Ta Askatasuna) inició a partir del año 1959, considerando la liberación nacional como parte del proceso de liberación social. ETA nace, precisamente, con la idea de unir ambos procesos, como ya lo habían teorizado los primeros comunistas vascos desde los años veinte, y formularon oficialmente en el acta fundacional del Partido Comunista de Euskadi en 1935.
P: ¿Cómo se explica el nacimiento de las corrientes marxistas en Euskadi?
R: Su nacimiento tiene que ver con las contradicciones que ya se habían producido en el seno del movimiento obrero vasco nacido a finales del XIX en el cual, ya en aquel tiempo, las corrientes socialdemócratas (reformistas) en la dirección del histórico socialismo vasco a principios del XX no habían podido comprender el proceso de liberación nacional entre otras cosas, por su vocación de mantenimiento del Estado que, consecuentemente con su determinismo histórico, sería incompatible con un proceso de ruptura y transformación social. A diferencia de esas corrientes, para nosotros, en tanto que marxistas, la autodeterminación constituye un proceso de construcción frente al Estado de una sociedad nueva.
P: En el caso de la corriente de ustedes, dentro de Batasuna, ¿cómo desarrollan la formación política? ¿Cómo se forman los militantes y la juventud?
R: Lo primero que quisiera decir es que en Batasuna y en ETA el marxismo no es algo nuevo. Las posiciones marxistas leninistas se producen desde el año 1966, a partir de la quinta asamblea de ETA. Tendríamos que recordar anteriores organizaciones, como LKI, LAIA, EIA, HASI… La izquierda abertzale está poblada con estos antiguos militantes comunistas.
Los procesos marxistas en el mundo de la izquierda abertzale nunca han sido ortodoxos. En ellos ha tenido mucha influencia procesos como el cubano, en su tiempo, o el proceso vietnamita. En ese marco siempre se ha dicho dentro del movimiento que las revoluciones socialistas modernas han sido procesos de liberación nacional. En el MLNV siempre ha habido un sustrato marxista revolucionario fuerte, con un lenguaje específico, que ha conseguido captar a grandes sectores del pueblo, fundamentalmente, independentistas. Cuestiones que para nosotros son dos caras de una misma moneda, pero que desde afuera no todos lo entienden así.
Nosotros iniciamos la organización porque veíamos necesaria la perspectiva leninista dentro de Batasuna, que además de ser el único referente de izquierda vasca moviliza un excepcional (en Europa) sector de izquierda social sin contaminar. Hemos visto la necesidad de catalizar ciertos procesos de formación ideológica, especialmente en torno al movimiento juvenil SEGI (organización juvenil revolucionaria de la izquierda abertzale), que hoy es el mayor centro de formación marxista en esta esquina de Europa.
En segundo término, nosotros estamos viendo a nuestro alrededor, compañeros que no son militantes nuestros, que son comunistas, que militan en Batasuna. Existen otras organizaciones marxistas revolucionarias en la izquierda abertzale. Esa es una cuestión que nosotros estamos discutiendo de cara al proceso de integración de nuevas formas de organización a partir de octubre de 2005. Nuestra militancia tiene el «inconveniente» de estar en varias partes al mismo tiempo. Eso nos pasa a todos. En el sindicato, en el trabajo, en la lucha antirrepresiva, en movimientos alternativos, en el partido, etc. No tenemos problemas en ese aspecto. Con Batasuna estamos teniendo actividades de formación conjunta en donde participamos como militantes y como corriente.
Tenemos mucho que aprender dentro de un movimiento que lleva largos años, en solitario, en todos los frentes, una lucha revolucionaria frente a los estados español y francés.
P: ¿ Cuál es la situación actual del movimiento juvenil en Euskal Herria?
R: El movimiento juvenil vasco ha asumido el presente de lucha por su futuro ya en sus propias manos. En momentos de gran represión ha dado un paso al frente parando en seco cualquier intento de romper la espina dorsal del Movimiento Vasco de Liberación Nacional por la vía de la represión pagando un fortísimo precio por ello. Todas las direcciones de las tres siglas juveniles desde los años ’80 hasta ahora han sido procesadas en un juicio – farsa basado en los autos de un juez a la carta del poder político, el juez Garzón, el hombre que quiso juzgar a Pinochet pasando por alto que él mismo es juez en un sistema impuesto por los militares españoles vencedores del Golpe de Estado franquista de 1936. Tiene ante sí a un hombre como Fraga, responsable político de los fusilamientos de antifranquistas en 1975, pero Garzón no se interesa por eso, ni por los crímenes de los GAL (terrorismo de estado).
Por cierto, la derecha española utilizó el asesinato de los jóvenes Lasa y Zabala por los GAL, para desagastar al PSOE, y llevar al poder al fascista Aznar, bien conocido de las trabajadoras y trabajadores argentinos por las aventuras multinacionales de Telefónica de España, Repsol y otras empresas ávidas de robar en América Latina los recursos de sus pueblos. Contra los responsables del franquismo y de los crímenes de estado, ningún juez español ha hecho absolutamente nada. No se equivoquen con Garzón. Es uno más de ellos.
Y el movimiento juvenil vasco, pese a la represión que carga a menores de edad con penas mayores de cárcel, por propaganda, actuaciones callejeras o simplemente por pertenecer a SEGI, no cesa su continua movilización consiguiendo concentraciones de miles de simpatizantes, algo impensable en España y en otros rincones de Europa.
P: ¿ Cuáles son las formas principales de actividad juvenil a través de las cuales los jóvenes se integran en la lucha política contra el sistema?
R: Las formas de lucha son tan personales como las inquietudes de los sujetos, de las jóvenes y de los jóvenes. En el movimiento de masas, las mujeres tienen su organización Bilgune (Foro) Feminista, o SEGI, la organización política compuesta por jóvenes de ambos sexos; en el terreno de la lucha contra la precariedad se organizan en Duina, en la lucha contra la exclusión social en Elkartzen. Parte de la juventud vasca se integra también en la lucha armada a través de Euskadi Ta Askatasuna.
La variedad de posibilidades incluye también el trabajo sindical, principalmente en LAB, sindicato abertzale. Debe quedar claro que quienes se integran en ETA no participan en las organizaciones de masa, cada una de ellas tiene su táctica, su estrategia y su dirección, y ETA las suyas. Es un infundio interesado imputar una relación de dependencia con ETA a las organizaciones abertzales (partidarias del pueblo) que el imperio mediático español y su sucursal autonomista, el reaccionario PNV con el PCE reformista extienden. La realidad es más tozuda que las calumnias, y pese a las ilegalizaciones, el Movimiento Popular Vasco continúa fuerte hacia adelante, también en las luchas ecologistas o en la defensa de la inmigración, o en la denuncia del terrorismo patronal, razón de ser de la elevadísima tasa de muertes en lo que eufemísticamente quieren denominar «accidentes laborales». ¡Hay un amplio y variado campo para la lucha. Desde luego que lo hay!.
P: ¿ Qué papel han jugado historicamente organizaciones como Jarrai, Haika y Segi?
R: Han jugado el papel que siempre ha jugado la juventud vasca. Jóvenes fueron quienes crearon en 1959 Euskadi ta Askatasuna. Fueron jóvenes los últimos fusilados por el franquismo, y jóvenes quienes se sumaron a la resistencia antifascista desde 1977 cuando el franquismo decidió darse a sí mismo un bonito baño de cal a fin de que los incautos e incautas del lugar se creyesen el cuento vistiéndose de democracia con los mismos militares, obispos y policías golpistas, con la misma banca y empresariado que fueron los auténticos protagonistas del franquismo, durante 40 años de negación de libertades y sobreexplotación de trabajadores. Pregunten a los pseudocomunistas españoles porqué mienten en los foros internacionales cuando definen como democrático al régimen de Juan carlos I, un hombre puesto por Franco mismo. Ni ellos, ni el PNV, se creen lo que dicen.
Y la juventud vasca -las estadísticas cantan- además de posicionarse mayoritariamente por la izquierda abertzale, entre las actuales opciones políticas vascas, ha sido protagonista de la nueva Euskal-Herria que el mundo conoce.
P: ¿Existe una política específica del movimiento independentista vasco hacia los trabajadores y trabajadoras?
R: Por supuesto que existe, de hecho Langile Aberzaleen Batzordeak – LAB (Asambleas de trabajadores patriotas, en castellano) es una de las cuatro grandes centrales sindicales vascas con miles de delegadas y delegados electas y electos y decenas de miles de afiliadas y afiliados. Su capacidad de incidir políticamente en la vida vasca es muy importante. Es uno de los factores de la victoria electoral de la acosada EHAK en las últimas elecciones autonómicas, precisamente el trabajo de base de la militancia sindical, con otros sectores populares, desde luego, pero altamente significativo en todos los órdenes.
Quisiera recordar que en nuestro país la mayoría sindical la constituyen los sindicatos abertzales que más allá de reivindicaciones económicas, y tras protagonizar las movilizaciones por las jornadas de 35 horas, siguiendo la línea de las numerosa huelgas generales políticas de los años setenta y ochenta, fueron los protagonistas iniciales del conocido Pacto de Lizarra-Garazi en 1998.
P: Si el movimiento no se ha limitado ni atado -en cuestiones de marxismo- a ninguna «ortodoxia» dentro de las diversas familias marxistas, pues entonces ¿qué es lo que rescatan de cada una de estas vertientes? ¿Cuáles han sido sus aportaciones respectivas y en qué pueden ayudar a recrear una izquierda revolucionaria contemporánea?
R: El marxismo, como la física, asume la realidad que es, en espacio y tiempo, sin otra ortodoxia que – acudiendo a Lukács- que ese método o línea de cambio hacia la nueva realidad de la total libertad que queremos. Aprendemos de la historia, aprendemos de la creatividad de otras historias de liberación de nuestras antiguas matxinadas, del París del 47, de Octubre del ’17, de Vietnam, Cuba… de las experiencias de autoorganización en la historia rebelde de Euskal-Herria. En nuestra vieja Euskal-Herria como en todos los pueblos de la historia, la vieja historia se ha escrito siempre con la violencia de los dominadores y con la rebelde lucha de liberación necesariamente violenta. No se ha inventado otra forma de parir un mundo libre. Porque la historia de este mundo no es un mecanismo de reloj de maquinaria extraña y con las horas fijadas. Sabemos que solamente el pueblo trabajador organizado con conciencia de serlo uniendo las fuerzas de todos los incompatibles con el sistema, con una inteligencia colectiva que analice históricamente y dirija el proceso asumiendo las contradicciones es posible la ruptura con la realidad que es. Y en este mundo imperializado, en la satisfecha Europa del bienestar, de las libertades formales y estados de derecho, nuestra lucha por la liberación nacional es un proceso de lucha de clases, que está convirtiendo al pueblo vasco en un núcleo de liberación, que necesariamente debe prender junto a otros espacios, en sintonía con los trabajadores del 4º mundo, con todo el mundo de la emigración, con los pueblos sin estado, con los pueblos colonizados creando esa multitud de motores tan necesarios para luchar contra los estados y contra el capitalismo capitalismo, apuntando a construir entre todos y todas la alternativa socialista.
P: En esta entrevista ustedes han mencionado la influencia de la revolución cubana en la lucha del pueblo vasco. ¿Tiene presencia el pensamiento y la práctica del Che Guevara en esa lucha?
R: Un Vietnam, dos, tres… una Cuba… es el camino de Euskal-Herria y de todas las euskal-herrias de Europa. No somos tan diferentes de otros pueblos que se saben bien sometidos y explotados. Hoy no existe un hermano fuerte y protector. Y tenemos una realidad más dura cada día, tenemos capacidad para conocerla y necesitamos liberar nuestros espacios posibles. Hemos aprendido que la teoría revolucionaria se reformula con la práctica revolucionaria y que todas las revoluciones, con todos sus diferentes caminos, son la misma revolución, que la subjetividad de mujeres y hombres que apuestan por otro mundo, es la que cambia la historia. ¿Tiene que ver con Guevara?
P: Hoy en día, ¿cómo vinculan la lucha de liberación nacional con la lucha socialista? ¿Resulta complejo articularlas?
R: Así es, se torna complejo articularlas. Primero, nosotros consideramos que Euskal-Herria puede ser, de hecho lo es ya, un núcleo y un punto de lucha por la liberación que de alguna manera sea motor del gran proceso de liberación contra el imperialismo y contra el sistema de dominación. En ese aspecto nosotros consideramos que la autodeterminación constituye la otra cara del internacionalismo que le aporta al internacionalismo la fuerza de un espacio liberado y le aporta la energía social que ese proceso implica. Autodeterminación es ese proceso por el que un pueblo asume libre y unilateralmente su construcción integral (social, política, cultural…etc.).
Nosotros consideramos que no es posible la construcción del socialismo «en general», de modo genérico, a partir de una internacional que no existe. Sí creemos que la internacional necesaria pasa por los procesos de liberación nacional, tanto en el tercer mundo como en los procesos de las naciones sin estado que también se producen en Europa, junto con una recomposición de la clase trabajadora, hoy en día totalmente rota por toda la influencia de la cultura política dominante y el pensamiento único. Actualmente la conciencia de clase y la subjetividad de clase se encuentran muy debilitadas sobre todo en los países del primer mundo en los cuales participamos del expolio del tercer mundo.
P: Habitualmente los pueblos bajo dominio de un ejército de ocupación extranjera constituyen sociedades periféricas, dependientes y económicamente subdesarrolladas. Sin embargo, Euskalerria forma parte de las zonas económicamente más desarrolladas y productivas donde ejerce su dominio el estado español. ¿Cómo explicar esa paradoja?
R: Nuestra larga historia nos enseñó a ser rebeldes para sobrevivir. Las luchas de clases a partir de 1890 nos abrieron perspectivas. La resistencia contra el fascismo, que la vieja izquierda abandonó en 1977, nos enseñó además de la naturaleza opresora de todo estado el sentido de clase de un proceso de autodeterminación que liberando nuevas fuerzas, nos ha enseñado, incluso en esta esquina económicamente desarrollada de Europa la necesidad de decidir nuestro destino, para crear, con otros, otro mundo más justo. Y cae sobre nosotros el progresivo peso de esa «enfermedad senil del capitalismo», que necesita de la progresiva exclusión, de la producción y de la vida, de mayores sectores de la población. Los procesos de dislocación empresarial están a la orden del día. Acabamos de contemplar la desaparición de nuestros tradicionales sectores siderúrgicos y naval, y la precariedad en los contratos laborales se acerca a la mitad de la clase trabajadora vasca. Además, toda esa plusvalía que eleva nuestro PIB todavía no se ha distribuido. ¿O sí? Y también tenemos un cuarto mundo de marginados y emigrantes que aportan al trabajo común su multiculturalidad a nuestro pueblo y a la lucha de liberación nacional. Sigue existiendo la Euskal-Herria de los explotados, la que lucha por construir un futuro nuevo para sobrevivir.
P: ¿Ustedes consideran viable y posible la autodeterminación dentro del capitalismo?
R: Bueno, ahí entramos en la dialéctica. Nosotros partimos del mundo que es, y vamos a la utopía que tiene que ser. Partimos del mundo capitalista que existe, del estado capitalista en que vivimos, de la Europa en la que estamos, que son dimensiones que queremos romper. ¿Nosotros solos? Por supuesto que no. Nosotros estamos en esa lucha y creemos que la autodeterminación de Eukal-Herria necesita compañeros fuera de nuestra sociedad, compañeros y compañeras en todo el mundo. Pero también tenemos que pensar que «el motor» inicial es el nuestro, el «motor de arranque». Comenzamos nuestra lucha en el capitalismo pero sabemos que nuestra liberación no se puede dar en el capitalismo. También sabemos, incluso, que nosotros solos no podemos construir el socialismo. Ahí está la historia … No han podido construirlo otros países con mucha mayor experiencia, que ya llevan muchos años liberándose. Y ahí está la otra cara de la autodeterminación. Autodeterminación e internacionalismo son necesariamente inseparables. Un país que se autodetermina es un nuevo motor antiimperialista.
P: Cómo garantizan ustedes la convivencia de diversas tendencias de izquierda al interior de Batasuna?
R: Las contradicciones no se resuelven solas, ni por decreto. La lucha de clases se da en todos los movimientos y en todos los partidos. La realidad de cada día y la voluntad revolucionaria que existe en el MLNV alimentan nuestra incómoda posición de optimistas históricos.
P: ¿Qué vínculo tienen ustedes con otras izquierdas que actúan fuera del País Vasco?
R: Nosotros participamos, junto con toda Batasuna, en este proceso político. Planteamos en 2004 la necesidad de una nueva izquierda europea. Ya veníamos forjando la unidad con partidos de la izquierda revolucionaria del estado español, como Corriente Roja, con organizaciones de algunas nacionalidades, con partidos de otros países de Europa con problemas nacionales o sin problemas nacionales, como los comunistas griegos, los polacos, los portugueses. Entonces estamos en esos momentos por la construcción de una izquierda europea que sea realmente de izquierdas. Que no solamente asuma procesos de autodeterminación -eso, por supuesto- sino que además sea una izquierda que cuestione el sistema. Creemos que ese espacio está a la izquierda de los partidos comunistas oficiales.
P: ¿Formando parte de Batasuna, qué opinión tienen ustedes de ETA y que vínculos mantienen con ETA?
R: Todos formamos parte del Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV). Fue el fulminante que hizo prender la carga que continuamente se ha mantenido y que hoy en día está latente en los muchos movimientos que están surgiendo en Euskal-Herria. ETA nace en el año 1959, es producto de la vieja rebeldía que opera sobre las circunstancias históricas de una izquierda vasca, en aquellos momentos, desaparecida y en un pueblo con conciencia nacional, amordazada por la represión. En aquella época, frente al franquismo sólo quedaban algunos pequeños reductos comunistas en zonas industriales como Vizcaya y Guipúzcoa. Era el partido de metal, por algunas siderurgias. No quedaba nada del socialismo histórico. Por otro lado no quedaba nada del nacionalismo. ¡Todo había desaparecido!. Entonces surge ETA, organización socialista revolucionaria vasca, creando una nueva alternativa. Y como sucede luego de grandes derrotas, comienza a asumir problemas que antes no se habían asumido de una forma dialéctica. Por eso retoma de los primeros comunistas vascos la unidad entre liberación nacional y liberación social. El nacimiento de ETA es el despertar de muchas esperanzas apagadas, es la recuperación de la conciencia nacional, es una catarsis del pueblo vasco, es el nacimiento del MLNV. Surge inmediatamente un movimiento de solidaridad, un movimiento de base, movimientos de apoyo. En la ola que nace se fortalecen partidos democráticos que como el PNV dormían en sus cuarteles de invierno.
ETA sigue siendo una organización clandestina e independiente que no ha renunciado a sus posiciones comunistas de hace un cuarto de siglo; y que hoy oficialmente apoya la propuesta hecha por Batasuna en Anoeta de una salida dialogada del conflicto vasco a través de un diálogo, sin exclusiones y sin condiciones, previas, realizado en 2 mesas y con el compromiso general de aceptar la libre decisión del pueblo vasco.
P: ¿Qué rol específico ha jugado ETA dentro de esa lucha más general del pueblo vasco?
R: ETA ha sido la vanguardia real de todo ese proceso en el que a la «espontaneidad» de todos esos movimientos de base se suma la estrategia, que aporta unidad y organicidad a todo el movimiento.
El proceso de enfrentamiento que ha mantenido ETA con el estado, ha servido para que sectores de la izquierda no se integren en el sistema como ha ocurrido en la desbandada general que se produjo a partir de la transición española.
ETA ha trazado escenarios en los que se ha retratado la verdadera cara de una «izquierda» sumisa al estado, como sucedió con el primer pacto de estado en 1983 entre González y Fraga con la aparición del GAL y con el último pacto entre Aznar y Zapatero.
ETA fue decisiva para que en el año 1977 se mantuvieran firmes las posiciones de un fuerte sector social vasco frente al Estado. Y en este país hay una izquierda – la izquierda abertzale – que no es políticamente contemplativa.
P: ¿Cómo evalúan la posibilidad de una negociación en las actuales condiciones políticas?
R: No sabemos lo que puede ocurrir todavía en un proceso de futuras negociaciones más queridas que reales. Hay fuerzas del Estado español interesadas, como el Partido Socialista, los nacionalistas vascos, la izquierda real española que, aun que dispersa, insinúa una izquierda social que no ha desaparecido. Y creemos que en esta nueva situación hay suficientes experiencias acumuladas como para que la gente crea que se está llegando a una fase nueva. Existen experiencias previas que enseñan que pueden cambiar escenarios, pero no van a cambiar las metas definitivas de un movimiento que ha demostrado su irreductibilidad frente al Estado. Algunos no deberían olvidar que tras el parón inicialmente esperanzador de 1977 la irreductible torpeza de las fuerzas protagonistas de la falsa transición consiguieron que 1978 amaneciera con 83 comandos, liberados y armados, operando.
P: Además de la represión de las fuerzas militares y policiales del Estado español sobre la militancia independentista vasca, existen versiones que señalan a la CIA como una de las fuerzas de represión que han participado en Euskadi. ¿Esas versiones son ciertas o fantasiosas?
R: Esas versiones son reales. Son absolutamente ciertas. Los elementos represivos del estado han aplicado, para derrotar a la resistencia, desde cuadros médicos, estamentos universitarios, organismos internacionales represivos, servicios de inteligencia, instrumentos psicológicos al servicio del estado y contra las masas en general. Esa variedad de fuerzas represivas se han utilizados en muchos sitios. Lo que sucede es que en el País Vasco ante una resistencia mayor, se utilizan con mayor rigor como se puede visualizar. Se visualiza cuando aparece un hombre «suicidado» y a la vez se le han extraído dos muelas… Ha andado deambulando varios días, por el monte, visitando casas, se supone que en un estado de inconsciencia. Anteriormente el único sitio o uno de los pocos donde se sabía que se habían dado ese tipo de situaciones era en Argentina. Por eso, aunque no se habla de ello, en Euskalerria ha habido desaparecidos. Se ha llegado a decir: «Aquí está enterrado fulano» y 15 años después se han revisado los huesos y se comprueba que fulano no está enterrado allí, que desapareció después de ser detenido… Existe gente «suicidada», para las cuales el Estado da por buena la versión policial.
En esta represión de estado están implicados servicios especiales de la policía nacional y de la guardia civil pero también de la Ertzaintza, la policía vasca (del gobierno vasco) que sistemáticamente actúa al servicio del estado. Existen pruebas de ello. La desaparecida revista Kale Gorria ha aportado documentación sobre responsables de los aparatos represivos y políticos del gobierno vasco que han estado al servicio de la CIA, en algún caso, y de los cuerpos especiales del estado español, en algún otro caso. Los primeros miembros que se prepararon para el servicio secreto de la policía vasca, la Ertzaintza, se nutrieron y aprendieron de la escuela de formación del MOSAD.
A nivel internacional, la lucha que existe por parte del imperialismo contra todo núcleo o frente de resistencia ya no tiene caducidad o marco geográfico. Es internacional. La forma de combatir de ellos es internacional.
P: ¿Ustedes han estado prisioneros? ¿Cuántos años?
R: En nuestro pequeño EHK hay muchos años de cárcel cumplidos. Algunos camaradas han dejado 20 años de su vida en esos estúpidos monumentos contra la libertad. En la izquierda abertzale tenemos el mayor índice político-penitencial de Europa. Algo habremos aprendido ahí adentro…
P: Qué enseñanzas políticas y personales han extraído de la cárcel?
R: Decía Sartre que los revolucionarios estábamos condenados a convivir con la ilegalidad. Solamente desde ahí abajo existe una perspectiva (privilegio de los marginados) total, que abra camino a un mundo para todos y todas. Yo creo que la raíz del mundo nuevo nace fuera de la ley, y es en la falta de libertad donde crecen enterradas las raíces del mundo libre.
P: ¿Cómo se organiza el movimiento independentista vasco para atender a los prisioneros y sus familias?
R: No es nada distinto de las formas organizativas históricas en que el Movimiento Obrero ha hecho frente a la represión. Es conocida la existencia del Socorro Rojo Internacional en la década de los años treinta, el período franquista obligó al Movimiento Popular Vasco a aprender a realizar todo tipo de experiencias de apoyo a los cientos de presas y presos políticos de la Dictadura fascista española. Desde 1977, la realidad es de existencia de miles de presas y presos políticos vascos que han pasado de manera continuada por las cárceles o el exilio, de forma que las cuadrillas, los compañeros y compañeras de trabajo, se las han ingeniado para hacer llegar la solidaridad humana, política o incluso económica estructurándose en Gestoras Pro Amnistia, ahora ilegalizadas o Askatasuna, heredera de las anteriores e igualmente ilegal en la España franquista que volvemos a padecer. El Movimiento Vasco de Liberación Nacional lleva la friolera de cinco décadas de solidaridad popular desafiando las leyes fascistas o democrático – monárquicas, igualmente antipopulares y represivas. En Euskal Herria, resistir es un arte y partiendo de este principio se entiende la realidad multitudinaria y autoorganizada de la lucha antidepresiva.
P: ¿Qué mensaje les gustaría enviar a la juventud de otros países del mundo que ve con simpatías la lucha del pueblo vasco?
R: La lucha en la pequeña Euskal-Herria como en Cuba, en Palestina, en Irlanda, en Colombia, en Irak, en el Sahara Occidental, en Chechenia, en Cádiz, Madrid y en Roma es la misma lucha, por caminos distintos de una misma revolución que necesita de nuevos motores. Internacionalismo no es chupar rueda de ninguna lejana madre patria. Se hace internacionalismo tirando con motor propio y creando espacios de liberación. En Euskal-Herria, como en otros pueblos encendidos, la lucha continúa.
Euskadi, julio 2005