Un total de 13,1 millones de personas estaba en riesgo de pobreza y/o exclusión social en el año 2021 en España, lo que supone el 27,8% de la población.
Así lo refleja el XII Informe El Estado de la Pobreza. Seguimiento de los indicadores de la Agenda 2030 UE 2015-2021, presentado este viernes en el Congreso de los Diputados por la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN-ES) y recogido por Europa Press.
El informe refleja que el número de personas en riesgo de pobreza y/o exclusión social aumentó casi un punto porcentual con respecto al año anterior, una cifra que supone la continuación de la tendencia ascendente en el año anterior.
En términos absolutos, unas 380.000 nuevas personas están en riesgo de pobreza o exclusión social este último año. Con respecto a 2015, año designado para la evaluación de la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible, el indicador AROPE se ha reducido 0,9 puntos porcentuales.
Para cumplir el objetivo de la Agenda 2030, es necesario reducir la tasa hasta el 14,3% (la mitad del 28,6% registrado en 2015) en los quince años de duración de la agenda.
El estudio destaca que, dado que ya se ha recorrido un tercio del tiempo estipulado, un cumplimiento proporcional exigiría una disminución de 4,8 puntos porcentuales en la tasa. Según las cifras, se ha hecho menos de la mitad de lo necesario para cumplir el objetivo de pobreza en todas sus dimensiones.
Con este informe, EAPN-ES ofrece un análisis minucioso de la evolución del indicador AROPE, presentando una visión sobre la incidencia e intensidad de la pobreza y la exclusión social, con el objetivo de evaluar el grado de cumplimiento de las metas de la Agenda 2030 en esta materia. El estudio es una radiografía actualizada del impacto de la pobreza y la exclusión social en España y sus comunidades autónomas, donde por primera vez se recogen los datos oficiales de pobreza tras la pandemia del covid-19, mediante un análisis detallado de todos los indicadores sociales disponibles a nivel estatal y autonómico.
El documento señala que todos los hogares en los que viven niños y adolescentes tienen tasas más altas en los principales indicadores que aquellos donde hay adultos solamente, algo que sucede todos los años. Dentro de estos hogares, destacan especialmente los monoparentales, casi la mitad de los cuales están en la tasa AROPE, un 54,3% el año pasado.
Las regiones del sur, más pobres que las del norte de España
Asimismo, muestra una España «dividida en dos mitades», en la que las regiones del norte tienen tasas bajas en los indicadores de pobreza y exclusión y, en su mayoría, homologables con los países más desarrollados de la Unión Europea. No obstante, las comunidades autónomas del sur muestran tasas «muy elevadas» de pobreza.
Así, la tasa AROPE muestra que las tasas más bajas se dan en Navarra y País Vasco, con el 14,7% y el 16% respectivamente. Por otra parte, las más altas se registran en Andalucía y en Extremadura, ambas con el 38,7%.
Según datos de la Encuesta de Condiciones de Vida, el año pasado el 21,7% de la población española, es decir 10.260.000 estaban en riesgo de pobreza, una cifra que supone un incremento de 7 décimas con respecto a los datos del año pasado, y un aumento de unas 380.000 personas.
El estudio destaca que el escudo social puesto en marcha por el Gobierno redujo la tasa de pobreza en el conjunto del territorio nacional en 3,2 puntos porcentuales, lo que resulta en 1,5 millones de personas que no llegaron a la pobreza.
3,9 millones de españoles con privación material y social severa
En el año 2021, según el documento, unos 3,9 millones de personas, que constituyen el 8,3% de la población española, vivía con privación material y social severa, que incluye a aquellas personas que viven en hogares que no pueden afrontar siete o más conceptos, ítems o elementos de consumo, de un total de nuevo considerados básicos en el territorio europeo. Es un indicador de vulnerabilidad grave.
Este dato supone una ligera mejora de 0,2 puntos porcentuales respecto al año pasado, tras el gran crecimiento que pudo medirse en el año 2020 derivado de los efectos sociales de la pandemia del covid-19, cuando el 8,5% de españoles vivía con privación material y social severa.
Todos los tipos de hogar que incluyen niños o adolescentes tienen tasas de privación material y social severa más elevadas que el resto para todos los años, con diferencias que han llegado a ser hasta de un 56%. El estudio concluye que, si la existencia de niños y adolescentes en el hogar es un factor de riesgo de pobreza, «también lo es de privación material y social severa».
En este contexto, resalta el incremento de 3,4 puntos en los hogares que no pueden mantener la vivienda a una temperatura adecuada. Por otra parte, a pesar de un leve descenso, el porcentaje de hogares que no pueden afrontar gastos previstos se eleva al 33,4%.
Dificultad para llegar a fin de mes
El estudio asegura que el 44,9% de la población española tiene alguna clase de dificultad para llegar a fin de mes, cifra que se ha reducido 0,3 puntos porcentuales con respecto al año pasado. La reducción se concentra en aquellas personas que tienen mucha dificultad para llegar a fin de mes, que caen del 10% al 8,8%.
Por otro lado, según el factor de baja intensidad de empleo por hogar de la tasa AROPE que agrupa a aquellas personas menores de 65 años que viven en hogares en los que sus miembros en edad de trabajar solo consiguen hacerlo por debajo del 20% de su potencial máximo, el 11,6% de las personas menores de 64 años vivían en 2021 en hogares con baja intensidad de trabajo.
Esta cifra ha aumentado en el último año en 1,6 puntos, lo que supone la incorporación de 603.000 personas a esta realidad. El incremento de este año supone la ruptura de la fase de descenso iniciada en el año 2014. En términos absolutos, hay 4,4 millones de personas menores de 64 años que viven en hogares con baja intensidad de empleo.
El año pasado, el 10,3% de la población española, unos 4,8 millones de personas, vivían en pobreza severa, es decir, casi la mitad de la población pobre está en esta situación. La pobreza severa agrupa a las personas que viven en hogares con ingresos extraordinariamente bajos, cuya renta está por debajo del 40% de la mediana de renta por unidad de consumo de la población.
En términos absolutos, están en pobreza severa todas aquellas personas que viven en hogares cuyo total de ingresos por unidad de consumo es inferior a 6.417,3 euros al año, 535 euros al mes. En 2021 esta cifra es ocho décimas superiores a la del año anterior. Sin embargo, en combinación con el aumento de población supone unas 372.000 personas más.
El año pasado, la renta media por persona se redujo en 23 euros con respecto al año anterior. Sin embargo, a pesar de que prácticamente se mantuvo, el estudio advierte de que «acabó con un periodo de seis años consecutivos de crecimiento». Además, la renta del 20% más rico de la población es 6,2 veces más elevada que la del 20% más pobre, lo que supone un aumento de 0,4 puntos respecto al año anterior, evidenciando los efectos que ha tenido la pandemia sobre la desigualdad.