La manifestación en contra de la construcción del Puerto comercial de Granadilla tuvo lugar ayer en Santa Cruz de Tenerife con la presencia de más de 50.000 ciudadanos de toda Canarias. Ben Magec-Ecologistas en Acción quiere llamar la atención sobre la administración, «porque quizás en la historia de la democracia no haya habido un proyecto […]
La manifestación en contra de la construcción del Puerto comercial de Granadilla tuvo lugar ayer en Santa Cruz de Tenerife con la presencia de más de 50.000 ciudadanos de toda Canarias.
Ben Magec-Ecologistas en Acción quiere llamar la atención sobre la administración, «porque quizás en la historia de la democracia no haya habido un proyecto de infraestructura que concite tanta oposición ciudadana durante tanto tiempo y con tanta contundencia».
La manifestación concluyó dos horas y media después junto a la sede de la Presidencia del Gobierno de Canarias, donde el catedrático emérito de la Universidad de La Laguna, Wolfredo Wildpret leyó un manifiesto. Wildpret se mostró satisfecho por la masiva asistencia a la manifestación convocada, dijo, para salvar «el grandísimo» patrimonio natural de Tenerife.
El catedrático afirmó que el compromiso de los científicos es que no se siga destruyendo «lo que la naturaleza colocó en Tenerife» y que ha convertido en la isla en un referente.
Wildpret indicó que lleva más de diez años realizando informes en los que se advierte de las graves consecuencias ambientales que tendrá la construcción del puerto de Granadilla, como la desaparición de unos de los sebadales más importantes de las islas.
Asimismo se refirió a los perjuicios que para fondo marino tendrá la extracción de arena y la contaminación de las aguas por los vertidos de fuel.
Wildpret también destacó que 53 especies protegidas se verán afectadas por esta infraestructura y alertó de se perderá parte de la biodiversidad canaria, pérdida, dijo el experto, que afectará a todos porque se trata de un bien común.
El portavoz de la comunidad científica aludió a la oposición de las administraciones europeas, estatales y regionales a aceptar los informes contrarios al puerto, lo que, dijo, les ha llevado a tomar una decisión que pone en riesgo la vida marina.
Wildpret expresó su rechazo a la descatalogación de los sebadales y apostó por un sí a la vida marina, al cumplimiento de ley y a la defensa de los recursos naturales.
Manifiesto de Asamblea por Tenerife leído tras la manifestación
El inicio por la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife de las obras del puerto industrial de Granadilla, ha sido la culminación de toda una serie de arbitrariedades, falsedades y actos de desprecio a la voluntad popular, ejercida por los sucesivos gobiernos, tanto centrales como autonómicos, que desde hace años vienen intentando ejecutar este proyecto, a pesar de la oposición de la mayoría de la sociedad tinerfeña.
Todo ha valido a la hora de justificar sus objetivos. Desde mentiras evidentes como el agotamiento de las posibilidades de expansión del puerto de Santa Cruz, refutado en la práctica por las obras de ampliación que duplicarán su capacidad, hasta las reiteradas declaraciones de que gracias a esta infraestructura, inútil e innecesaria, se crearían decenas de miles de puestos de trabajo, pero que, según los documentos técnicos del proyecto, apenas superarán los 45 o 50. Sin embargo, el engaño masivo ha calado en una sociedad en estos momentos golpeada por la crisis económica, con sus secuelas de cierres de empresas y aumento galopante del paro laboral, que está siendo manipulado obscenamente por los mismos que en gran parte han sido responsables de la situación.
Ahora la motivación del puerto es la crisis. Otro falso argumento, para tratar de «vender» su proyecto de siempre. Un proyecto que incide en el desarrollismo destructor del territorio, que se ha demostrado históricamente que sólo ha servido para beneficiar a unos pocos. Se sigue apostando por obra pública destructiva en lugar de obras que resuelvan las verdaderas necesidades de la gente. Hay cientos de millones de euros para el macropuerto, pero no hay dinero, por ejemplo, para los hospitales del sur y del norte, o para pequeñas y necesarias obras de tipo social, que está comprobado que absorben mucha más mano de obra.
Otra mentira evidente fue la negación por parte de la Autoridad Portuaria de Tenerife de la ausencia de impacto ambiental en la obra de Granadilla, llegándose incluso a negar la existencia de sebadales en la zona de construcción del puerto. Los mismos sebadales que el Gobierno de Canarias ha intentado, de forma irregular, sacar del catálogo de especies protegidas, lo que ha dado lugar a la suspensión por la autoridad judicial de la orden de la consejería de Medio Ambiente que consumaba el fraude legal. En nombre de Asamblea por Tenerife felicitamos a los compañeros de Ben Magec, a cuya iniciativa se debió la decisión judicial, y pedimos la destitución del consejero de Medio Ambiente, Domingo Berriel, responsable directo del desaguisado.
Ciudadanas y ciudadanos: Ustedes, su presencia hoy aquí, es la mejor demostración de que todas estas maniobras, legales e ilegales, han fracasado. Aquí estamos, demostrando a los poderes constituidos y a la sociedad en general la oposición de la gran mayoría del pueblo a que se siga destruyendo nuestra tierra a base de grandes obras devoradoras del territorio y que sólo benefician a unos pocos, mientras se deja de lado los grandes déficits de equipamiento social que afectan a toda la ciudadanía.
Estos días los medios afines al poder han vuelto a sacar su vieja cantinela que nos acusa de ser los partidarios del no a todo, del no al progreso de Tenerife, del no al bienestar ciudadano, del no al avance social. Tienen razón al decir que somos los del no, pero engañan cuando dicen a qué nos negamos, a qué cosas decimos que no. Porque no nos negamos al progreso, sino a la destrucción de nuestra tierra; no decimos que no al bienestar de todos, sino al enriquecimiento ilícito de unos pocos; no nos negamos al avance social, sino a la corrupción y a la mentira.
Compañeros y compañeras: Aquí estamos otra vez los del no. Hemos vuelto a salir a las calles como hicimos el 27 de noviembre de 2004, el 26 de noviembre de 2005, el 18 de noviembre de 2006 y el 24 de noviembre del 2007. Hoy hemos continuado una marcha que empezamos hace cinco años. Estamos otra vez aquí y cada vez somos más, y cada vez estamos más decididos a demostrar que no nos dejamos engañar, que sabemos que ellos, Coalición Canaria, Partido Popular y PSOE, son las marionetas que mueven las manos para firmar los decretos, órdenes y leyes que les dictan los amos del sistema. Todos son los enemigos del pueblo. Ellos tienen el poder y el dinero para comprar voluntades, ellos son también los dueños de la ley para hacerla y utilizarla en su beneficio, ellos tienen periódicos, televisiones, emisoras de radio para tratar de convencer y engañar. Pero nosotros hemos tenido siempre la verdad y la razón, la convicción y la justicia de nuestra parte. Y ahora tenemos también, está aquí, son todos ustedes, la unidad, la fuerza y la pasión de la lucha, la dignidad de la resistencia.
¡COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS: NI UN PASO ATRÁS!
¡ESTE PUERTO LO VAMOS A PARAR!
Finalmente, queremos solidarizarnos con los estudiantes de la Universidad de la Laguna que fueron brutalmente agredidos por la policía cuando protestaban contra el Plan Bolonia. El rector Doménech cierra las puertas de la universidad a los estudiantes pero no duda en utilizar la represión policial para defender la mercantilización de la educación superior. No nos extraña esta actitud del rector ya que Doménech es el mismo que utilizó un decreto fascista de 1954 para expedientar a un molesto dirigente estudiantil de Amec (Asamblea del Movimiento Estudiantil Canario).