Más de mil manifestantes recorrieron la calle Fuencarral de Madrid entre la glorieta de Bilbao y la Gran Vía para protestar contra la represión laboral y sindical en Telefónica. Trabajadores de ABC y Controlex, afectados por sendos Expedientes de Regulación de Empleo, acompañaron a los trabajadores de Telefónica en la protesta que finalizó ante el […]
Más de mil manifestantes recorrieron la calle Fuencarral de Madrid entre la glorieta de Bilbao y la Gran Vía para protestar contra la represión laboral y sindical en Telefónica. Trabajadores de ABC y Controlex, afectados por sendos Expedientes de Regulación de Empleo, acompañaron a los trabajadores de Telefónica en la protesta que finalizó ante el emblemático edifico de la compañía de Telecomunicaciones en la Gran Vía madrileña.
Las protestas no terminan ahí. Hoy mismo, a partir de las nueve y media de la mañana, se convoca una concentración de trabajadores en la calle Hernani, frente a los Juzgados de lo Social, coincidiendo con el juicio que se celebra contra tres delegados sindicales del Comité de Madrid y miembros de la Alternativa Sindical de Trabajadores (AST). La dirección de la empresa acusa a Juan Maroto, Miguel Izquierdo y Roberto Varas de hechos violentos en una concentración de trabajadores el pasado 26 de junio cuando exigían un convenio justo en el macroedificio de Las Tablas, al norte de Madrid. Hace quince dias ya fue juzgado por los mismos hechos Juan Torres del sindicato Cobas. Y el pasado 7 de noviembre fueron juzgados Alvaro Barreiro, Porfirio Barrasa y Teresa Rodríguez, los tres de AST. El juez Pablo Aramendi desestimó todas las pruebas aportadas por la defensa y declaró procedentes los despidos de los dos primeros e improcedente la de la tercera poniendo en entredicho, de paso, los derechos a manifestación y expresión.
El descontento entre la plantilla de Telefónica no se circunscribe solamente a la represión sindical que sufren sus representantes. La dirección, envalentonada tras la nula contestación de los Comités de Empresa, la ha emprendido contra los propios trabajadores y se suceden los expedientes disciplinarios que, en muchos casos, se están saldando con despidos. Desde los sindicatos convocantes (AST, CGT y Cobas) se exigía el fin de la utilización del régimen disciplinario que se está aplicando de forma abusiva.
En la misma manifestación se informó a los trabajadores de la propuesta de la empresa para la subida salarial para 2009: el 0%. La excusa de la crisis va a escamotear a los trabajadores del 2% de subida, la previsión de inflación del gobierno, más 25 euros que marcaba el convenio firmado en julio pasado. En palabras de los convocantes, ni los aspectos más positivos de ese convenio va a ser cumplido por la empresa. Porque la firma del convenio es la causa de la conflictividad que vive la plantilla. La reestructuración de los grupos laborales, con la consiguiente reestructuración del salario que pretendía rebajarlo en un 30% para pasar a salario variable, fue la causa de las desavenencias entre los diferentes sindicatos. La mayoría de CCOO y UGT sirvió para que la empresa consiguiera la firma, a pesar de que más del 60% de la plantilla se movilizaba en su contra, dejando una serie de mesas de negociación abiertas, entre ellas la de reestructuración de grupos laborales, en las que no están presentes los contrarios a la firma. La protesta de estos para que se firmara tras un referendo consultivo fue aprovechado por la empresa para acusar a los delegados sindicales y sancionarles. A ello contribuyó de forma muy activa la cúpula de CCOO de Telefónica que exigió la sanción para estos trabajadores.
Otra de las consecuencias del convenio firmado es la actual segregación de trabajo hacia empresas externas ya que en él se dio via libre para que la empresa pudiera deshacerse de aquellos sectores que no suponían para ella de suficiente valor estratégico. La segregación de actividad supone el vaciamiento de trabajo y el continuo trasiego de los trabajadores de una actividad a otra.
Todas estas razones han sido suficientes para los sindicatos convocantes de esta manifestación que se verá complementada con la concentración de trabajadores frente a los Juzgados de lo Social hoy jueves. Unas movilizaciones que protestan contra la política de la empresa, contra el papel que están jugando los sindicatos CCOO y UGT más alineados con ella que con los intereses de los trabajadores, y contra los gestores de la actual crisis económica para que sean ellos quienes la paguen y no el conjunto de los trabajadores, como pretenden. Algo que corrobora la presencia de trabajadores de otras empresas, como ABC y Controlex, que dieron a la manifestación un carácter más plural.