La primera huelga general en España contra la crisis estalló ayer en un feudo socialista. Lebrija, municipio sevillano de unos 26.000 habitantes, secundó ayer de forma masiva una huelga que paralizó toda actividad económica en la localidad, y que supuso un duro golpe para el equipo de Gobierno de PSOE e IU. Victoriano Vela, portavoz […]
La primera huelga general en España contra la crisis estalló ayer en un feudo socialista. Lebrija, municipio sevillano de unos 26.000 habitantes, secundó ayer de forma masiva una huelga que paralizó toda actividad económica en la localidad, y que supuso un duro golpe para el equipo de Gobierno de PSOE e IU. Victoriano Vela, portavoz de CNT, sindicato convocante del paro, calculó el seguimiento en un 90%, una cifra que confirmaron desde la Policía Local, así como vecinos del municipio.
Los habitantes de Lebrija protestaron así contra el deterioro de la economía y el desempleo, y reclamaron al Ayuntamiento «un reparto justo del trabajo» que debe generar el Plan E anunciado por José Luis Rodríguez Zapatero, así como de las ayudas de la Junta de Andalucía. Además, la huelga pretendía denunciar el «enchufismo» que el Consistorio practica a la hora de contratar personal. «Siempre consiguen trabajo para el Ayuntamiento los que tienen carné o sus familiares y amigos», aseguró Vela.
Estas reivindicaciones fueron apoyadas por el Partido Popular y el Partido Andalucista, ambos en la oposición, mientras que organizaciones como UGT, CCOO o UAGA se unieron a PSOE e IU para rechazar la huelga. Tanto PP como PA participaron en la manifestación que el pasado 6 de febrero reunió a unas 2.000 personas en Lebrija para denunciar la pérdida de puestos de trabajo y «el reparto» que la Corporación municipal hace junto a UGT y CCOO del empleo y las ayudas públicas.
José Caro, concejal del PP en Lebrija, señaló a este diario que el municipio recibirá más de 5 millones de euros procedentes de las ayudas prometidas por el Gobierno central para reactivar la obra pública y el empleo desde los ayuntamientos. De ellos, según Caro, 3 millones está previsto que se destinen a la construcción de un aparcamiento, cuyo proyecto podría ser aprobado con la tenue condición de contratar a 15 trabajadores de la localidad. «No se pueden destinar 500 millones de pesetas a esa obra para dar jornal a 15 personas durante 8 meses, si los demandantes del empleo han pasado de 1.000 a más de 2.600 en lo que va de año», expresó Caro.
Seguimiento masivo
Durante la jornada de huelga se llevó a cabo una marcha que reunió a 1.500 personas según CNT, y a 150 según medios locales afines al Ayuntamiento. Este periódico trató infructuosamente de ponerse en contacto con algún portavoz del Consistorio, aunque fuentes de la localidad indicaron que el Equipo de Gobierno acusó a los piquetes de obligar a cerrar a la mayoría de comerciantes.
La mayoría de establecimientos de Lebrija cerraron durante toda la jornada, a excepción de varias grandes superficies que abrieron más tarde de lo habitual con protección de la Guardia Civil. Así, tiendas, bares, restaurantes, obras, etcétera paralizaron su actividad en el municipio. El dueño de un supermercado explicó a este diario que había cerrado su comercio en apoyo de la huelga, para que «el dinero que llegue se reparta de forma justa y ayude a que haya trabajo».
Esta iniciativa supone la primera huelga general en España como consecuencia de la recesión económica, y destaca por haber sido organizada al margen de los grandes sindicatos, como UGT y CCOO. Hay que recordar que el nuevo coordinador general de IU, Cayo Lara, se ha referido en diversas ocasiones a la posibilidad de convocar una huelga general en España, aunque siempre ha precisado que debe partir de las centrales sindicales.