Al grito de «no somos marqueses ni banqueros, somos andaluces y jornaleros«, medio centenar de sindicalistas y trabajadores asaltaron ayer de forma pacífica una de las fincas que Cayetano de Alba posee en la provincia de Sevilla con el objetivo de solicitarle un puesto de trabajo. La protesta se realiza en respuesta a los desafortunados […]
Al grito de «no somos marqueses ni banqueros, somos andaluces y jornaleros«, medio centenar de sindicalistas y trabajadores asaltaron ayer de forma pacífica una de las fincas que Cayetano de Alba posee en la provincia de Sevilla con el objetivo de solicitarle un puesto de trabajo. La protesta se realiza en respuesta a los desafortunados comentarios del conde de Salvatierra en un programa de televisión en el que consideró que los andaluces tienen poca disposición al trabajo, palabras que le han granjeado un aluvión de críticas de todos los sectores de la comunidad.
Fue el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), comandados por los históricos líderes jornaleros de la Transición Diego Cañamero y Juan Manuel Sánchez Gordillo, alcalde de Marinaleda, quien convocó la protesta en defensa del honor de los jornaleros andaluces «que solo quieren trabajar y no encuentran donde». Hasta siete autobuses, procedentes sobre todo de Marinaleda, pero también de otros puntos de la comunidad se plantaron sobre las 11 de la mañana ante las puertas del Cortijo Las Arroyuelas, en el que se había habilitado un discreto dispositivo de la Guardia Civil.
Expertos en ocupaciones pacíficas, ninguno de los manifestantes tuvo dificultad en saltar con gran habilidad la cadena que impedía el paso el camino de acceso a la casa. Pertrechados con banderas de Andalucía y alguna republicana, sus currículos en la mano y algún que otro azadón para «combatir con la espada del Conde», en alusión a otras de las perlas que soltó Cayetano en televisión, la comitiva fue avanzando al ritmo de sus proclamas reivindicativas en una escena que recordaba la película Novecento pasada por el tamiz del siglo XXI.
Los líderes de la protesta, recibidos por uno de los encargados de la finca, mantuvieron una conversación telefónica con el propio Cayetano de Alba, que aceptó mantener un encuentro con ellos el próximo martes.
Cañamero explicó a Europa Press que la conversación telefónica «ha sido muy suave, nada tensa» y en ella se produjo el compromiso del noble a recibirlos en esa misma finca. En dicho próximo encuentro, Cañamero va a plantear «primero que pida disculpas y retire lo que dijo a los trabajadores del campo andaluz, fue un metedura de pata y estamos hartos», además de entregarle un listado de parados agrarios dispuestos a trabajar en sus tierras.
Además, le manifestarán su rechazo del PER, una medida que ellos tampoco comparten, «pero que a cambio nos dé las tierras para que las trabajemos, nosotros se las alquilamos». Cañamero lamentó que la Casa de Alba reciba 3 millones de euros como subvenciones para 25.000 hectáreas de cultivo y en el caso del Cortijo Las Arroyuelas no cumplan siquiera los convenios colectivos a la hora de pagar a sus trabajadores, como han denunciado recientemente.
Asimismo, el líder del SAT le instó a «entregarnos sus tierras si él quiere que nos quiten el subsidio y el PER». «Las tierras no son de nadie, son de la naturaleza, no están al servicio de cuatro terratenientes».
Se quejó de una clase empresarial, principalmente los terratenientes, que han sido «nefastos» y que nunca han creado riqueza y «se han llevado el dinero fuera». Los terratenientes tienen el 50 por ciento de todas la tierra en Andalucía y reciben unos 1.600 millones de euros en ayudas.
Por su parte, Sánchez Gordillo hizo un llamamiento a una «revolución agraria» porque la nueva política «va a ser más a favor de los terratenientes» y se recibirá dinero aunque la tierra «produzca o no produzca», por lo que la Casa de Alba podría conseguir unos 6 millones de euros, según sus cálculos.
Asimismo, el líder del CUT-BAI dijo que la Casa de Alba recibe actualmente 3 millones de euros en subvenciones al año, mientras que el subsidio agrario supone «una limosna» de cinco euros al día. «Es un sarcasmo que alguien que recibe un subsidio europeo, sin los que sus tierras dejarían de ser rentables, critique el subsidio de los trabajadores del campo», apuntó Sánchez Gordillo.
Recordó que ingresa grandes cantidades sólo por tener la tierra, un título «que se ganó en tiempo de la Reconquista a sangre y fuego», por lo que entiende que no tiene «ninguna legitimidad».
Y reiteró que en la reunión que los representantes del SAT mantendrán con el conde le llevarán un listado con jornaleros del campo que se encuentran en situación de desempleo y que buscan un puesto de trabajo. «Ya que dice que los andaluces no quieren trabajar, pues que les facilite a éstos un empleo en alguno de los doce cortijos que la Casa de Alba tiene entre Sevilla y Córdoba», apuntó.
La Casa de Alba posee una de las fortunas más grandes de España, conformada por palacios, terrenos agrícolas, propiedades inmobiliarias, sociedades, participaciones bursátiles y una extraordinaria colección de arte. Su valor estimado, ya que muchas de sus posesiones tienen valor incalculable, supera con creces los 600 millones de euros.
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