No me importa que un político no sepa hablar, lo que me preocupa es que no sepa de lo que habla.
Manuel Azaña (1880-1940)
Este texto corresponde a la tercera y última parte del artículo: ¿Por qué la ideología de extrema derecha, y no la democracia, se impone en las Fuerzas Armadas?
Medio siglo después de la muerte del dictador, muerto el perro no acabó la rabia.
La preparación del frustrado golpe de los generales Armada y Milans del Bosch del 23 de febrero de 1981, inducido por el Rey, fue otra fecha clave en el devenir de las Fuerzas Armadas. Tuvo un fuerte impacto en la consolidación de la ideología franquista en el seno del Ejército, así como en su autonomía respecto al poder político.
Salvando todas las diferencias por el tiempo transcurrido -casi medio siglo- existe un parecido inquietante con la situación actual.
El acoso al Gobierno de coalición progresista, incluidos los libelos de militares retirados, además del asedio a las sedes de determinados partidos políticos, incluidas esta vez de forma agresiva las sedes del PSOE, tendrían quizás por finalidad la preparación del terreno para un “golpe de timón” de nuevo tipo; pues una moción de censura solo permitiría, en todo caso, un gobierno incendiario de extrema derecha, que arrasaría con parte de las conquistas arrancadas a la dictadura por la lucha de la clase obrera.
El académico Luis María Anson, reconocido monárquico y presidente del diario digital “El Imparcial”, publicaba el pasado 6 de diciembre un artículo titulado “Pablo Iglesias mueve ficha”, en el que fantasea con un nuevo golpe de timón. Cito textualmente uno de sus párrafos:
“El líder de Podemos no votará nunca a Alberto Núñez Feijó como presidente. Es un político serio y coherente. Pero sí puede llegar a un acuerdo con el PP para nombrar a un presidente independiente -un juez, un sindicalista, un intelectual- con el compromiso de que lleve un solo punto programático: la convocatoria de elecciones generales de forma inmediata, conforme a los plazos que la Constitución exige.”
Como se ve, las presiones para la de destitución -por las bravas, o de forma más taimada- del presidente legítimo del Gobierno de España, Pedro Sánchez, son cansinamente recurrentes en los círculos próximos al Rey.
La extrema derecha militar, que siempre ha estado presente en la historia de este martirizado país, inició un enésimo ciclo de agitación golpista, inaugurado en el año 2013 por el general de división, también monárquico y antiguo edecán del Rey, Juan Chicharro Ortega.
Excomandante general de la Infantería de Marina y actual presidente ejecutivo de la Fundación Nacional Francisco Franco, es conocido ideólogo de la extrema derecha militar y civil, pues no en vano es primo de Francisco Ortega Smith, con el que mantiene una estrecha relación.
Ortega Smith es un conocido diputado de ultraderecha, famoso por su reciente intervención en las algaradas anti-Amnistía frente a la sede del PSOE en Ferraz. No solo participando en la manifestación, sino incitando a la policía antidisturbios a la desobediencia a sus mandos, abriendo paso a los atacantes.
El pistoletazo de salida de este nuevo ciclo ultraderechista lo dio el citado general en la reserva en febrero de 2013, mediante una soflama de tintes golpistas. El escándalo fue mayúsculo. El diario El País publicó el texto íntegro de su alegato, en el que este general monárquico justificaba un golpe de estado militar.
En aquellas fechas, nos reunimos en Madrid el capitán de fragata Antonio Maira y los capitanes de navío Manuel Pardo de Donlebun, Arturo Maira y yo mismo, que conocíamos bien al general Chicharro y su prestigio como militar, fuese éste merecido o no. Estimábamos que no se trataba de una arenga franquista más, sino del inicio de algo más serio y preocupante. Decidimos impulsar un colectivo de activistas demócratas, que saliese del letargo en que nos había sumido la forzada autodisolución de la UMD.
El manifiesto del colectivo, Las Fuerzas Armadas con el pueblo, hecho público en el CAUM hace una década, sigue vigente. Hemos cambiado la dirección de contacto, que actualmente es: [email protected]
Los libros publicados por nuestro compañero Luis Gonzalo Segura, escritor y expresidente fundador de la Asociación Civil Milicia y República (ACMYR), son un hito histórico en el pensamiento militar contemporáneo, en donde se trata en profundidad los graves problemas que perviven en el Ejército español, derivados de la dictadura franquista y de la política pro-OTAN del régimen del 78, fruto envenenado de la inacción política de los sucesivos ministros/a de defensa del PSOE.
ACMYR ([email protected]) ha denunciado recientemente, ante la Fiscalía de la Audiencia Nacional, un presunto delito de proposición para la rebelión militar de una nutrida cuadrilla de generales y oficiales retirados. Nuestro actual presidente, el Oficial del Ejército del Aire (R) Floren Dimas, firmó la denuncia como representante legal de la Asociación; la denuncia fue tramitada ante la Fiscalía de la Audiencia Nacional por nuestro compañero el Teniente Coronel del Ejército del Aire (R) José Ignacio Domínguez, prestigioso abogado en ejercicio.
La existencia de la “justicia militar”, es otra anomalía que refuerza la ideología de extrema derecha en las Fuerzas Armadas, y representa una amenaza, no solo para los militares demócratas -pues se constituye en juez y parte, como hemos podido constatar en los numerosos casos de compañeros injustamente represaliados, como son los casos del Teniente Segura, el Cabo Santos y la Artillera Valdearcos- sino también para la ciudadanía en general.
Prueba de ello es lo que dice la sentencia 4/2023 del Tribunal Supremo, Sala de Conflictos de Jurisdicción, publicada en el BOE número 279 de 22 de noviembre pasado:
«Los civiles también pueden ser juzgados ante la jurisdicción militar cuando su conducta comprometa bienes, valores y principios militares”.
Finalizada mi intervención en la tertulia, objeto de este artículo, hubo aportaciones muy interesantes, especialmente la de una ciudadana de doble nacionalidad, ecuatoguineana y española, oriunda de la Isla de Bioko, antigua provincia española (Fernando Poo), comprometida en la lucha por la libertad y la justicia social.
Por último señalar las graves declaraciones del líder de Vox en Argentina, que van en el mismo sentido de lo denunciado en la tertulia. Discursos de odio que solo pueden tener un fin: la destitución por las bravas del presidente legítimo del Gobierno de España, el socialista Pedro Sánchez. Es una deriva muy peligrosa, que es necesario cortar de raíz, a fin de evitar males mayores.
La convergencia de intereses entre la ultraderecha, la derecha postfranquista, el imperialismo de los USA y el delirante borboneo del Rey, señalan objetivamente quienes estarían interesados en impulsar una operación de desestabilización de la actual coalición progresista que da su apoyo al Gobierno.
Solo la inteligencia estratégica del amplio frente democrático, que ha impedido por ahora la irrupción de la ultraderecha en el Gobierno del Estado, podría remover los obstáculos que impiden el avance hacia mayores cotas de libertad y de justicia social.
El fascismo sigue vivo y es una amenaza.
Manuel Ruiz Robles, portavoz de “Militares Contra La Guerra”.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.