«Cuando uno sueña en solitario es sólo un sueño; cuando muchos sueñan juntos, es el comienzo de una nueva realidad». Con esta divisa se pre-estrenó el pasado 21 de octubre en la Semana Internacional de Cine de Valladolid el documental «Memoria Viva. Una historia cargada de futuro», sobre los 105 años de historia de la […]
«Cuando uno sueña en solitario es sólo un sueño; cuando muchos sueñan juntos, es el comienzo de una nueva realidad». Con esta divisa se pre-estrenó el pasado 21 de octubre en la Semana Internacional de Cine de Valladolid el documental «Memoria Viva. Una historia cargada de futuro», sobre los 105 años de historia de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT). El audiovisual de casi 120 minutos, dirigido por Antonio Jesús García de Quirós Rodríguez, recorre la historia del sindicato desde la fundación en 1910 hasta la actualidad.
La película apuesta por el formato de historia oral. Guillermina Peiró, Concha Pérez, José Hiraldo, Miguel Grau, Joaquín Amores, Gracia Ventura… Más de 50 testimonios (la mayoría de veteranos anracosindicalistas) se suceden en el documental para dar cuenta de los episodios más significativos en la historia del sindicato: el nacimiento de la CNT en 1910; la eclosión de ateneos y experiencias libertarias en los primeros años del siglo XX; la clandestinidad durante la dictadura de Primo de Rivera; la II República, la guerra civil, la revolución y las colectivizaciones; y, tras la dictadura, el exilio y la clandestinidad, a la que siguen la reconstrucción del sindicato, el rechazo de los Pactos de la Moncloa y las diferentes querellas internas hasta llegar al presente.
El protagonista del documental es, por tanto, una «voz colectiva». De hecho, los nombres de los testimonios sólo aparecen en los títulos de crédito al terminar el filme. «Memoria Viva» es, según la definición del director, «una historia colectiva, una sola voz anónima que engloba a una parte importante de nuestra sociedad presente, pasada y futura». El objetivo es que el espectador «pueda sentirse identificado con esas voces», añade Antonio Jesús García de Quirós Rodríguez, quien se ha aproximado al género documental tras sus inicios en el cortometraje.
El origen del proyecto se sitúa en 2009, con la grabación de los homenajes en París a los exiliados españoles (se cumplía el 70 aniversario del final de la guerra civil española) y las víctimas del campo de exterminio nazi de Mauthausen. El siguiente objetivo fue recuperar el mayor número posible de testimonios sobre la historia de la CNT.
El resumen también puede hacerse con con cifras: Cinco años de trabajo en el estado español, Francia y Reino Unido; 12.000 kilómetros en desplazamientos; 300 horas de grabación y 80 entrevistas. En cuanto a la financiación, el documental de la CNT ha sido posible gracias a una campaña de micromecenazgo, y a la colaboración tanto de GuerillArt como de Malévola Films y la Fundación de Estudios Libertarios Anselmo Lorenzo. Pero ahora el documental se encuentra en la siguiente fase, la de presentaciones y pre-estrenos. Después de exhibirse en la Semana Internacional de Cine de Valladolid, pasó por la Sección Oficial del Festival de Cine y Derechos Humanos de Barcelona y la IX Muestra de Cine Europeo Ciudad de Segovia.
En la consigna de «la emancipación de los trabajadores será obra de ellos mismos» y en la Federación Regional Española de la Asociación Internacional de los Trabajadores (AIT), fundada en 1870, se sumergen las raíces más profundas de la CNT. También en las viejas querellas de la época entre marxistas y anarquistas. En el Congreso Obrero Nacional convocado en 1910 por el sindicato catalán Solidaridad Obrera, se decidió abarcar el ámbito estatal y para ello se constituyó la Confederación Nacional del Trabajo (CNT). El Teatro Bellas Artes de Barcelona acogió este hito histórico. «Apresurar la emancipación económica de la clase trabajadora a través de la expropiación revolucionaria de la burguesía», era la declaración de principios. Aunque la CNT no empezó siendo una gran organización (30.000 miembros, entre sindicatos y varias confederaciones), creció rápidamente a pesar de la represión y la clandestinidad. Durante la II República llegó a contar con un millón de afiliados. En 2015 la CNT se continúa definiendo por los principios de autogestión, federalismo y apoyo mutuo.
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