Amigos: ¿Por dónde empezar?. La semana pasada me ha convulsionado. «Fahrenheit 9/11» ha provocado la mayor concurrencia de espectadores en los cines de los EEUU, está siendo el documental más visto de la historia del cine. La cabeza me da vueltas..¿No somos acaso quienes, hace ocho semanas perdimos el distribuidor? ¿Karl Rove no pudo detenernos? […]
Amigos:
¿Por dónde empezar?. La semana pasada me ha convulsionado. «Fahrenheit 9/11» ha provocado la mayor concurrencia de espectadores en los cines de los EEUU, está siendo el documental más visto de la historia del cine. La cabeza me da vueltas..¿No somos acaso quienes, hace ocho semanas perdimos el distribuidor? ¿Karl Rove no pudo detenernos? ¿Está Bush haciendo sus maletas?
Cotidianamente, esta semana, he venido recibiendo informaciones de la prensa que cubre Hollywood. Y no alcanzaba a reponerme de la precedente cuando ya asomaba la siguiente
Hubo más espectadores el fin de semana en la exhibición de Fahrenheit 9/11 que para Bowling for Columbine durante nueve meses. Fahrenheit 9/11 ha batido los records de boleterías de Rocky III. Tuvo la mayor cantidad de espectadores que pudo lograr un film exhibido en por lo menos unos 1000 cines durante su primer fin de semana, superando a «El Retorno del Jedi». «Fahrenheit 9/11» ha ocupado inmediatamente el segundo lugar en la historia del promedio de entradas vendidas por sala para un film de origen nacional.
¿Cómo puedo agradecerles a todos los que fueron a verlo? Estos records son asombrosos. Son como otras tantas ondas impactantes que han alcanzado a Hollywood y lo que es más importante a la Casa Blanca. Pero esto no termina aquí. La reacción ha entrado en la Cuarta Dimensión.
Haciendo zapping en la televisión entré al canal Fox, que estaba transmitiendo, el domingo pasado en directo para millones de estadounidenses las carreras de automóviles NASCAR. Y en un momento, los comentaristas refirieron que Dale Earnhardt Jr., el campeón de NASCAR había llevado, a todo su equipo a ver «Fahrenheit 9/11» la noche anterior
El comentarista deportivo Chris Myers orientó la crítica del film hacia la América profunda, diciendo » Hey!, habrá sido una buena experiencia para aglutinar al equipo, cualesquiera fueren vuestras opiniones políticas» Par un americano se trata de algo que vale la pena ver » Uauh! Los fanáticos de NASCAR – entonces aquí ya no hay más pro-Bush. A los camiones de mudanzas de la Casa Blanca – PONGAN SUS MOTORES EN MACHA!
Luego estuvo Roger Friedman de Fox News que habló con mucho entusiasmo de nuestra película, diciendo que se trataba de una obra brillante y de un film que deberían ver absolutamente todos los políticos. Richard Goldstein de «Village Voice» deslizó la hipótesis de que como Bush estaba siendo considerado ya como desplazado, Rupert Murdoch estaba buscando los favores de la nueva administración. Yo no sé nada, pero Fox jamás tuvo hacia mí una palabra positiva. De modo que cuando recuperé el conocimiento me pregunté si no recibiría también una carta de amor de Sean Hannity.
¿Y han visto la lista de los Top Ten de Dave Letterman?: Las 10 críticas del presidente Bush sobre «Fahrenheit 9/11»:
10. El actor que hace de Presidente no es para nada convincente 9 El film simplifica demasiado la forma en que robé la elección presidencial 8 Hay demasiadas palabras complicadas 7 Si Michael Moore hubiera esperado unos meses habría podido incluir el episodio en que yo lo deporto. 6 No hay de esos monos tan graciosos que fuman cigarrilos y señalan con un dedo a los espectadores 5 De todas las acusaciones de Michael Moore, solo un 97% son correctas 4 No estoy seguro. Perdí el conocimiento al atravesárseme un popcorn en la garganta 3 Pero ¿y donde estaba Spiderman? 2 No entendí casi nada, Cheney gritaba demasiado y no dejaba de jurar. 1 Creí que se trataba de un film sobre Dodgeball (cierto juego de pelota)
Pero son las reacciones y los relatos que nos han llegado desde las salas cinematográficas de todo el país los que me han conmocionado. Uno tras otro, los responsables de las salas cinematográficas llamaban para contarnos que los espectadores aplaudían de pié durante los créditos finales – en algunos lugares como Greensboro, Carolina del Norte y Ocklaoma City y que les costaba evacuar las salas cuando terminaba el film porque la gente estaba demasiado exitada y querían permanecer para hablar entre sí sobre lo que acababan de ver.
En Trumbull, en Conneticut una mujer se subió a la butaca y gritó» Vamos a hacer una reunión»! En San Francisco, un hombre se sacó un zapato y lo tiró contra la pantalla cuando apareció Bush en la película. Algunos grupos de parroquianas de Tulsa que habían ido a ver el film lloraban a mares a la salida.
Son estos espectadores quienes han desmentido a los expertos charlatanes de los medios que antes del estreno habían manifestado que solo la claque habitual de la izquierda pura y dura iría a ver «Fahrenheit 9/11». Se equivocaron demedio a medio. Los cines del Sur profundo y del Medio Oeste batieron los record absolutos de concurrencia. En Peonia, debieron anunciar el agotamiento de las localidades y también en Lubbock en Texas y en Anchorage en Alaska
Todos los diarios, uno tras otro, publicaron incrédulos, historias inverosímiles de gente que se decía «Independiente» o «Republicana» y que salía de los cines completamente turbada y llorosa, jurando que no podrían votar a conciencia a George W Bush. El New York Times narró la historia de una mujer de unos veinte años, republicana conservadora de Pensacola, Florida que lloró durante todo el film y que le dijo a un periodista: «Esto me lleva a cuestionarme seriamente mi opinión sobre el Presidente. Me pregunto cuales serían sus motivos.»
En el Newsday, se mencionaba una entrevista a un hombre que se definía como un convencido partidario de Bush y de Cheney y que tuvo una muy tranquila reacción luego de la proyección. En efecto, dijo, este film me ha hecho reflexionar sobre lo que en realidad está pasando. Son demasiadas cosas, uno no puede barrerlas de golpe y a continuación fue a sacar entradas para volver a ver el film.
El Los Angeles Times encontró en un cine de Des Peres, en Missouri, a una madre de familia que había apoyado incondicionalmente a Bush. Al salir de la sala, esta señora Leslie Hanser decía con los ojos aún húmedos que finalmente había comprendido: «Estoy conmovida» luego se detuvo haciendo un gesto con sus manos como expresando que no encontraba palabras y agregó » Yo creo que nosotros no hemos terminado aún de ver toda la verdad»
Todo esto ha sido sin duda, la peor noticia del despertar de la mañana del lunes en la Casa Blanca. Tengo la impresión de que estaban tan conmocionados que devolvieron Irak, humm, lo devolvieron con dos días de anticipación.
Algunos jefes de redacción nos han dicho que la Casa Blanca (es decir Karl Rowe, el Consejero en estrategias del Presidente) los bombardeó con mails y llamados. Ese señor trataba de salir del atolladero atacando al film y atacándome a mí. El vocero de Bush, Dan Bartlett dijo a los periodistas acreditados en la Casa Blanca que el film aunque él no lo había visto era «una maraña de mentiras. » No necesitamos ver el film, dijo más tarde a la CNN, para saber que está lleno de inexactitudes» Por lo menos son coherentes. Nunca tuvieron necesidad de ver una sola arma de destrucción masiva para mandar a nuestros muchachos a hacerse matar.
Muchos programas de actualidad han dado vueltas con entusiasmo alrededor de la versión de la Casa Blanca. Después de todo eso forma en gran parte el tema de Fahrenheit cómo los medios por pereza o por servilismo han creído todas las mentiras de la administración Bush sobre la necesidad de invadir Irak. Creyeron todo lo que se les decía en la Casa Blanca y solo raramente (¿nunca?) plantearon las preguntas adecuadas, las que debieron formularse antes del comienzo de la guerra.
Porque el film denuncia los fracasos y la complicidad de los medios masivos con la administración Bush (quién podrá olvidar sus incesantes ovaciones en ocasión de la partida de nuestras tropas a la guerra como si se tratase solo de un juego) nunca van a perdonarme lo que pareciera haberse transformado en un fenómeno cultural. Me han atacado incansablemente, en todas las emisiones con una violencia que hubiéramos deseado ver contra quienes nos mintieron sobre la necesidad de atacar a una nación soberana que ni siquiera nos amenazaba. Yo no culpo a nuestros bien pagos periodistas vedettes- en mi film se dirá una banda de cretinos lameculos y creo que en su lugar yo tambien hubiera montado en cólera. Después de todo cuando los fanáticos de las carreras NASCAR hayan visto «Fahrenheit 9/11» ¿volverán a creer lo que ven sobre las pantallas de ABC/NBC/CBS news.?
Durante la semana próxima, les contaré mis aventuras de este mes en los medios ( pondré también en mi página web un cuestionario de » Preguntas y Respuestas» con las preguntas más frecuentes para que todos tengan una ayuda y todos los elementos del film para poder contestar cuando se traben en discusiones con sus parientes conservadores.
Por el momento sepan que : cada uno de los hechos que cito en «Fahrenheit 9/11» son absolutamente ciertos e irrefutables. Este film es sin duda el documental que ha exigido las más completas investigaciones y las más minuciosas verificaciones de nuestro tiempo. Más de doce personas incluidos tres equipos de abogados y de verificadores juramentados de hechos del New Yorker le han pasado un peine fino a esta película para podérselas garantizar. No dejen que nadie diga que esto o aquello no e cierto. Si dicen eso mienten. Díganles que la OPINIONES que se vierten en el film son mías y que todo el mundo tiene derecho a no estar de acuerdo. Y que las cuestiones que planteo en el film, basadas en hechos irrefutables, son también mías. Y que tengo el derecho de plantearlas. Y que continuaré planteándolas hasta obtener respuestas.
Para concluir, quisiera decirles que las reacciones más alentadoras sobre el film han surgido de los soldados y de sus familias. Todas las salas del país ubicadas en ciudades en donde hay guarniciones militares estuvieron colmadas. Nuestras tropas no conocían la verdad. La han visto con sus propios ojos. Y muchos soldados no creían que fuese un film que estaba REALMENTE de su lado – para que ellos vuelvan a sus casa sanos y salvos y que no vuelvan a ser convocados a afrontar un peligro salvo como último recurso. Tómense unos minutos para leer la maravillosa historia que publicó el diario de Fayetteville, en Carolina del Norte: http://fayettevillenc.com/story.php?Template=local&story=6429101 Me estrujó el corazón leer las reacciones de las familias de los soldados y los comentarios de la mujer de un soldado de infantería que apoyaron públicamente mi film.
Gracias una vez más por vuestro apoyo. Hemos escrito juntos una capítulo de los libros de historia. Y mis excusas a «El regreso del Jedi». Nos volveremos a encontrar cuando realice en noviembre » El retorno del texano a Crawford»
La farsa esté con vosotros, pero no por mucho tiempo. Michael Moore http://www.michaelmoore.com [email protected]