«Queremos que sepas que no has ganado este título por su mensaje político. Aquí no damos premios políticos. Algunos de nosotros no tenemos una posición política definida. Premiamos el arte de hacer cine. Eso es lo que te ha otorgado este premio y quiero que lo sepas como compañero cineasta» Quentin Tarantino. Festival de Cannes, […]
«Queremos que sepas que no has ganado este título por su mensaje político. Aquí no damos premios políticos. Algunos de nosotros no tenemos una posición política definida. Premiamos el arte de hacer cine. Eso es lo que te ha otorgado este premio y quiero que lo sepas como compañero cineasta»
Quentin Tarantino. Festival de Cannes, 2004.
I. Moore, un irreverente del cine documental.
La genialidad de convertir el documental en arte político, en herramienta bella de lucha progresista, está mejor representada, hoy en el mundo, por Michael Moore. En el año 2002, con su documental «Masacre en Columbia [1] desentraña los efectos en la sociedad norteamericana de la industria y el comercio armamentista así como la manipulación mediática de la sociedad norteamericana; luego, en el año 2004, su otro documental «Fahrenheit 9/11» [2] desnudaría la mentira justificante y los intereses geopolíticos y económicos del imperio yanqui en la guerra de Irak; después vendría, en el 2007, el controvertido «Sicko» [3] una aguda crítica al excluyente sistema de salud norteamericano: 50 millones de estadounidenses sin un seguro de salud dentro del país más poderoso del planeta. Este año ha estrenado «Capitalismo: Una historia de amor», frontal denuncia de los responsables, las causas y efectos de la crisis económica global cuyo análisis y valoración es objeto del presente artículo.
Aunque el final del documental «Capitalismo: Una historia de amor» esté orquestado por una versión jazz del himno proletario «La Internacional» Michael Moore no es comunista cómo conservadores y opositores se esfuerzan en imputarle. Es, creemos, un cineasta social demócrata, de los más consecuentes, y como tal, desde el frente artístico e intelectual [4] , demuestra su firme y denodado compromiso por el progreso social. Lo cual, en modo alguno, es óbice para abiertamente mostrar nuestras críticas y adhesiones.
II. ¿Cómo nos verán y valorarán en el futuro las próximas generaciones?
No es involuntario que el documental empiece con una cadena de asaltos a mano armada al son del histórico rock ´n´ roll «Louie Louie». Perfecto símil del sideral latrocinio que ejecutó el capital financiero contra la sociedad norteamericana: Tras tres décadas de acumular ganancias privadas aquél impuso la socialización de los costos de una crisis económica que causaron obteniendo un subsidio estatal ascendente a $ 700 000 millones. Sin embargo, tal monto, fue solo la parte inicial del precio que deberían pagar los norteamericanos por mantener su amor al capitalismo imperial: inmediatamente, la recesión y los subsecuentes 14,000 despidos diarios tornaron dramático el panorama. Solo en el bimestre octubre-noviembre del 2008 hubo 977,000 empleos perdidos. Un alto precio que debieron pagar los norteamericanos por su amor no correspondido al capitalismo imperial.
Casi al final del documental nos serán memorables los hilarantes episodios en que Moore pretende ejecutar un «arresto ciudadano» a los ejecutivos de la Goldman Sachs, Morgan Stanley y el Group AIG, criminales financieros responsables de la crisis y el mega latrocinio descrito.
Antes, otro importante símil. La ostentosidad y corrupción del imperio romano, que también se auto calificaba de democracia, no podía ocultar su dependencia malsana: la opresión de la plebe y los esclavos; para mantenerlos sumisos, como hoy, aunque aún sin el enorme poder mediático, orientaban su atención y capacidad de percepción crítica organizando socio distractivos lúdicos. Entonces, en el esclavismo, existían los circos romanos; hoy, en la era del capitalismo imperial, y sobre la pasión deportiva y artística popular, la manipulación económica y política del fútbol, la música y el cine, entre otros. Con indignación histórica, nos repetimos la pregunta de Moore ¿Cómo nos verán y valorarán en el futuro las próximas generaciones?
III. EEUU: Del Estado de Bienestar a la economía neoliberal.
Durante las décadas del 40-70 del siglo pasado desde Roosevelt y Truman hasta Nixon y Ford, pese a la elevada presión tributaria, el incremento de la infraestructura, el acceso gratuito a la salud y a estudios superiores, la capacidad familiar de vivir con solo un sueldo y ahorrar, la existencia de sindicatos fuertes, el sistema pensionario intangible, configuraron en EEUU el denominado Estado de Bienestar. Empero, ¿Qué sustentó tal bonanza económica? Con la «Novena sinfonía» de Beethoven como fondo musical Moore responde con un contraste de imágenes: la ausencia de las industrias alemanas y japonesas destruidas en la segunda guerra mundial y la nueva guerra en Vietnam, la construcción a base de destrucción, la relativa paz y bonanza interna sostenida por guerras externas.
Con Reagan (1981-1989) se implementan las recetas económicas de los Chicago Boys trocándose el paradigma económico. El modelo del Estado de Bienestar es reemplazado por el modelo neoliberal, el viejo J.M. Keynes sería desplazado por un nuevo gurú: el novel Milton Friedman. Y Moore, cuándo no, nuevamente, utilizando con magistral estilo la música coloca al oído del espectador el tétrico «O Fortuna» de Carl Orff mientras alterna imágenes y cifras de los efectos sociales del neoliberalismo en EEUU a tres décadas de aplicación: disminución de la tasa impositiva a los grupos de poder; desmantelamiento de la legislación laboral con la subsecuente destrucción de sindicatos y masivos despidos; incremento de la productividad en 45% y los salarios reales solo 1%; en vez de vivir con salarios decentes se empieza a vivir a base de préstamos y la deuda doméstica llega a casi el 100% del PBI; incremento de las bancarrotas personales en un 610%; los encarcelamientos, en 355%; las ventas de antidepresivos, en 305%; costo del cuidado médico, en 71%; la diferencia de pago entre ejecutivos y trabajadores, en 649%; y como corolario de todo lo anterior, las utilidades en la bolsa de valores aumentan en 1311%.
La economía norteamericana empezó a contrarrestar la contracción neoliberal de la demanda agregada a través de masivos créditos. El resultado: una sociedad que empezó gradualmente a vivir muy por encima de sus posibilidades. La inminente crisis económica era solo cuestión de tiempo y, como es lógico, estalló primero en el sector bancario, extendiéndose en este orden y después al sector bursátil y productivo. Solo meses antes los intelectuales del imperio espetaban el carácter trasnochado de las ideas de Marx, no obstante, al estallar la crisis, se reeditan masivamente sus manuscritos. Un fantasma empezó a recorrer el mundo, en EEUU y Europa las editoriales ven agotados los tirajes de «El capital».
IV. Jesucristo: ¿un broker neoliberal de Wall Street?
¿Es pecado el capitalismo? Pregunta Moore al sacerdote norteamericano Dick Preston quien resuelve: «Sí. El capitalismo para mí y para el mundo en este momento es un mal. Es contrario a todo lo bueno, contrario al bien común, contrario a la compasión, contrario a todas las religiones principales. El capitalismo es precisamente lo que los libros sagrados y nuestros libros sagrados en particular, nos recuerdan es injusto y que, de algún modo, Dios vendrá a erradicar. El capitalismo está mal y por tanto debe ser eliminado».
Pero, George Bush nos tiene otra lectura, dice: «El capitalismo es el santo mejor creado (…) le ofrece a la gente la libertad de escoger a dónde trabajar y qué hacer, la oportunidad de vender y comprar los productos que quieran, si buscan justicia social y derechos humanos el sistema de mercado libre es el modo de hallarlos».
Entonces ¿El capitalismo tiene naturaleza santa o es pecado? Si Jesús hubiese nacido a finales del siglo XX ¿Personificaría a un obrero constructor latinoamericano, un científico programador indio, o un broker neoliberal de Wall Street? «Debo haberme perdido esa parte de la Biblia en que Jesús se volvió capitalista» (Moore). Juzguen.
V. El 1% de ricos teme al 95% de votos.
En la sociedad norteamericana el 1% de la población concentra la riqueza acumulada del otro 95%. Estos, y debido al sufragio universal concentran, además, el 95% del total de votos. Es lo que preocupa a la multinacional CITIGROUP en los confidenciales memorandos 2005-2006 remitidos a CITIBANK donde además caracterizan al sistema norteamericano como una «plutonomía» en desmedro de la democracia. Pero, ¿Por qué soportan tanta desigualdad los norteamericanos? ¿Cómo se explica su no correspondido amor al capitalismo? Responde Moore: «Por la esperanza (manipulada y sembrada por el poder mediático) de que les llegarán con esfuerzo su momento, pero los ricos no tienen la mínima intención de compartirlo con alguien más».
Aunque en los memorandos no avizoran peligro a largo plazo, pues, proyectan una secular estabilidad política del capitalismo imperial, detectan amenaza al corto plazo en las masivas exigencias por una distribución más equitativa de la riqueza. Y esto sí les asusta.
VI. ¿Es la democracia una alternativa al capitalismo?
En todo el documental Moore exuda la preocupación por construir una alternativa al capitalismo. Nos preocupa que conciba tal alternativa en la mera democracia, pues ésta, como expresión de la superestructura política de una sociedad, puede perfectamente coexistir con aquélla. Hoy lo hace como democracia burguesa. Moore concluye el documental con un parcial pero medular error cuando afirma: «El capitalismo es un mal. Y no se puede regular al mal. Hay que eliminarlo y reemplazarlo con algo que sea bueno para toda le gente. Y ese algo se llama democracia.»
Como táctica política, más aún hoy, es necesario democratizar el capitalismo. No obstante, y en lo estratégico, se debe pugnar por la construcción de objetivos mucho más ambiciosos: un nuevo sistema social, democracia sí, mas no en el capitalismo sino en el socialismo.
VII. Conclusiones.
a) Otro de los documentales históricos de Moore. Permite reflexionar, el proceso, las causas, los responsables, los más afectados y las interpretaciones en torno al capitalismo imperial y su actual crisis.
b) El Estado de Bienestar norteamericano no solo se sustentó en una coyuntura nacional e internacional de progreso social, sino, además, en los efectos y el desarrollo de guerras exteriores.
c) El neoliberalismo norteamericano permitió el incremento de la productividad pero desmanteló, en pro del mercado, los beneficios sociales y laborales del Estado de Bienestar lo cual determina el incremento de las brechas sociales generando las condiciones económicas de la actual crisis.
d) Los grupos económicos de poder concentran la riqueza pero temen que el mayor porcentaje de votos no estén dispersos entre ellos.
e) La democracia no es una alternativa del capitalismo es una forma de gobierno capitalista, es más, fue existente incluso en la Grecia y Roma esclavista. La democracia popular a la que quiere referir Michael Moore no puede ser, en absoluto, una forma de gobierno de este sistema. Su consecución implica la construcción de un nuevo sistema, el socialismo, la real estratégica alternativa. Lo cual no implica negar la táctica de bregar por avanzar en la democratización del capitalismo.
[1] Este largometraje obtuvo el premio Oscar al mejor documental en el año 2002. Al recibir el premio, generando polémica, Moore osó pronunciarse contra la guerra de Irak. En Francia, obtuvo el premio del 55º Aniversario del Festival de Cannes.
[2] Palma de Oro en el Festival de Cannes 2004.
[3] Nominado, el 2007, al premio Oscar en la categoría mejor largometraje documental.
[4] Además de cineasta ha publicado «Tocando los co…lores a los americanos» (2006), «Cartas desde el frente» (2004), «¿Qué han hecho con mi país, tío?» (2003), «Estúpidos hombres blancos» (2002), entre otras.
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