«¡La crisis, que la paguen ellos!» Ese fue el lema que unió el sábado a miles de personas en las principales ciudades de España. No se ideó en un despacho, sino en Internet, y de allí saltó a la calle el mismo día en que los líderes de los países más poderosos del mundo se […]
«¡La crisis, que la paguen ellos!» Ese fue el lema que unió el sábado a miles de personas en las principales ciudades de España. No se ideó en un despacho, sino en Internet, y de allí saltó a la calle el mismo día en que los líderes de los países más poderosos del mundo se reunían en Washington (EEUU), en la Cumbre del G-20, una cita que, con el telón de fondo de la crisis financiera internacional, pretendía nada menos que «refundar el capitalismo».
Paga tú la crisis
Cientos de personas elevaron en la Puerta del Sol de Madrid decenas de pancartas en contra del capitalismo salvaje. Lo que empezó como una concentración, terminó por convertirse en una marcha que recorrió los puntos de poder de la capital. Ante las sedes del Banco de España, la Bolsa o el Congreso de los Diputados se escucharon los siguientes mensajes: «Paga tú tu crisis», «a bancos salváis, a pobres robáis», o «el capitalismo es el terrorismo». Asociaciones como Ecologistas en Acción también desplegaron su propio mensaje: «¿Crisis de qué? ¿Crisis de quién? Necesitamos menos para vivir mejor».
Ricardo García Zaldívar, presidente en España de ATTAC (Asociación por la Tasación de las Transacciones financieras especulativas y la Acción Ciudadana), explicaba por qué asociaciones como la suya no legitiman la reunión de este fin de semana: «Creemos que no hay que hablar ni de G-8, ni de G-21, sino de la humanidad, de países ricos y países pobres, de movimientos sociales y de sociedad civil», y continuaba: «Estamos muy preocupados porque precisamente los que nos han metido en esta historia quieren ahora hacer de salvadores».
Socialización de las pérdidas
En la misma línea, Javier, un trabajador social de Madrid de 27 años, explicaba: «Estoy aquí contra la socialización de las pérdidas y la privatización de las ganancias. Me parece una vergüenza que ahora nos quieran hacer pagar a nosotros por lo que nos están haciendo, precisamente a nosotros».
También en la plaza de Catalunya, en Barcelona, donde se reunieron alrededor de 500 personas, se oían voces que apuntaban al mismo argumento: «La crisis, que la paguen los ricos». Oleguer Bohigas, uno de los organizadores del acto, explicaba: «Refundar el capitalismo es un eufemismo para darnos más medicina neoliberal».
Por su parte, Cintia, una argentina del colectivo Clase contra clase, «de ideología marxista», opinaba: «La gente, lo que necesita es pronunciarse; hay mucha bronca con eso de que los gobiernos hayan salvado la banca pero cada vez haya más desempleados».
«Bankeros, vuestra crisis es nuestra ruina». Era una de las pancartas que podía leerse en la concentración frente al Ayuntamiento de Sevilla. Allí, unas 300 personas recorrieron los escasos metros que les separaban del Banco de España en un acto vigilado en todo momento por la Policía Nacional.
Encima, el Gobierno les salva
También en Valencia unas 400 personas se reunieron en la Plaza del Ayuntamiento. Lo que más dolía, la hipoteca: «Hay gente a la que el banco le quita el piso por no poder pagar, ¡y encima el Gobierno le saca del bolsillo el dinero para salvar a esos mismos bancos!», resumió Estefanía, de 25 años, que hasta hace unas semanas trabajaba en un supermercado.
Aunque las protestas no fueron convocadas por un único colectivo, las palabras de Sonsoles en Madrid podrían resumir lo que todos, en todas las ciudades pensaban ayer: «Hay que mojarse, todo esto nos tiene que llevar a algo. Hay que pedir explicaciones y hay que escuchar las distintas voces que se manifiestan y que se expresan».