«Mirant al cel» es la mirada inspirada y personal de Jesús Garay a unos acontecimientos que precisamente estos días cumplen 70 años, los bombardeos a la ciudad de Barcelona durante la guerra civil. El director santanderino aporta con esta película un punto de vista emocional y diferente a unos hechos ampliamente documentados con una reflexión […]
«Mirant al cel» es la mirada inspirada y personal de Jesús Garay a unos acontecimientos que precisamente estos días cumplen 70 años, los bombardeos a la ciudad de Barcelona durante la guerra civil.
El director santanderino aporta con esta película un punto de vista emocional y diferente a unos hechos ampliamente documentados con una reflexión sobre el tiempo, la memoria y una ciudad a través de de una historia, escrita en el presente, de personas con rostros marcados de una manera u otra por lo ocurrido aquellos meses.
Entre el 16 y el 18 de marzo de 1938, Barcelona fue continuamente bombardeada por la aviación italiana. Durante aquellos días, mil trescientas personas murieron y miles de ciudadanos/as lo perdieron todo. Sin olvidar el doloroso bombardeo de Gernika, Barcelona fue el primer núcleo de población grande bombardeado en Europa.
Ninguna otra ciudad había sido antes bombardeada desde el aire de forma tan sistemática y durante tanto tiempo. La población civil fue la diana de la llamada guerra total. Un ensayo militar de las estrategias destructivas e indiscriminadas puestas en práctica posteriormente durante la II Segunda Guerra Mundial.
Jesús Garay nos cuenta estos hechos a través de Maria, personaje principal de esta película, que esta realizando un documental sobre ellos. A través de ella y de Barcelona como telón de fondo, aparecen los recuerdos de los supervivientes ciudadanos/as y militares republicanos, historiadores, escritores… testimonios que nos dan una fotografía completa ,con la inestimable ayuda del importante trabajo de 3D que se ha hecho en esta película, de lo vivido aquellos días de terror, coraje y resistencia.
En paralelo, la busqueda y el encuentro de Maria con Mario, piloto del ejercito italiano, que regresa, como el dice, a una ciudad que nunca había pisado y donde se enfrenta a un ejercicio de memoria con cuanto había destruido y con su propio ser en el final de su vida.
Junto a el, como elemento de comunicación con su presente y su pasado la obra «La divina comedia» de Dante Alighieri. Una obra indispensable de la literatura italiana que en su primera parte narra el descenso del autor al infierno. Proceso que revive Mario con Barcelona.
Garay va tejiendo, con retazos de esta historia de ficción y entrelazándola con una parte mas documental, una cadena de recuerdos, datos, anécdotas que reconstruyen aquellos días de 1938, en la batería antiaérea del Carmel, en los refugios donde se escondía la población, en el estudio de radio o en el metro y en las calles de Barcelona y en primer plano, las vivencias propias de cada una de las personas que aportan aquí su pequeñas y grandes historias de lo que vivieron.
Un documental dramático emocionante e interesante que se estrenó ayer en Barcelona y que a partir de mañana ya se puede ver en diferentes salas.
La banda sonora
Fue la productora catalana Massa d´Or la que pensó en Fermin Muguruza para la música de «Mirant al cel» cuando armaba este proyecto junto a Jesús Garay.
De inmediato el músico vasco se entrego plenamente a la tarea de poner música a la película. Un nuevo reto para Fermin, que ya había trabajado para bandas sonoras para algunos cortometrajes o encargos pero dentro de las líneas fundamentales de su territorio sonoro.
Fermin se ha adentrado más que nunca en el lenguaje musical propio de las bandas sonoras de una manera personal. Se trataba también de su primer trabajo completo para un largo y de conjugar sus ideas con las de Garay, el director de la obra.
Llegar pues, a esos puntos de encuentro ha sido una tarea laboriosa pero ahora con el producto final entre las manos los dos se muestran muy satisfechos. Detrás, tres meses de un intenso proceso donde el músico ha ido componiendo una partitura emocional que bascula entre la tempestad y la calma.
Por dar un dato anecdótico, se habló de Shostakovich y del hardcore de Fugazi, ayer en la presentación de la película en Bilbo, para explicar algunas ideas del planteamiento inicial de esta banda sonora. Una música que contrapone en ocasiones y funde en otras, instrumentos musicales más propios de este tipo de películas y temáticas: violín, chelo… con otros como guitarras eléctricas y ritmos programados en forma de ecos, delays, dub step, notas graves… o la presencia puntual de la txalaparta y los sonidos de «Irudikeriak» de su disco «FM 99.00 Dub manifest» (Esan Ozenki, 2000).
Fermin, contando como punto de partida simplemente iniciático de una relectura de su tema «Hasperena», del disco «In-komunikazioa», (Metak/Kontrakalea, 2002) va desarrollando y haciendo crecer una cortina sonora que se acomoda perfectamente en el metraje de la película dándole la profundidad que cada situación requiere.
En el proceso, Fermin ha contado con un buen número de músicos experimentados entre ellos Alfonso Arias (Hechos contra el decoro, Alcohol Jazz, Desechos, banda sonora de «La espalda del mundo»), Mikel Azpiroz (Lau Behi, Parafünk, Matt Harding Project, Elkano Browning Cream) o Karlos «Txap» (Lisabö) entre otros.
Junto a todos ellos, ha confeccionado unas composiciones que han viajado a ciudades como New York, Barcelona, o diversos puntos de Euskal Herria hasta pasar por los estudios Garate donde una vez mas, contando con la complicidad de Kaki Arkarazo como ingeniero de sonido, han ido tomando forma hasta dar con el resultado final. Una obra musical repartida en los 23 cortes que componen esta banda sonora especial que el músico publicará a primeros de Abril de la mano de Talka en forma de CD.