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Muerte accidental del Partido Socialista

Fuentes: Rebelión

Muere Dario Fo y a mí me da por pensar en la televisión. En La Sexta también, claro, y ya puestos en El intermedio: -«Loco: La catarsis liberadora de tensiones, y ustedes los periodistas independientes son sus máximos sacerdotes. –Periodista: ¿Ah, sí? Pues no será para el gobierno, que se agita y corre como un […]

Muere Dario Fo y a mí me da por pensar en la televisión. En La Sexta también, claro, y ya puestos en El intermedio:

Loco: La catarsis liberadora de tensiones, y ustedes los periodistas independientes son sus máximos sacerdotes.

Periodista: ¿Ah, sí? Pues no será para el gobierno, que se agita y corre como un loco a tapar cada escándalo que destapamos.

Loco: […] La gente pensaba: «Sí, hay mucha mierda, pero sale a flote… Nadamos en ella y hasta nos la comemos, pero nadie viene a contarnos que es té con limón, ¡y eso es lo que importa!­».

A las puertas del nuevo gobierno de la Gürtel, todo el mundo sabe que hay mucha mierda, y con eso basta.

Lo que me sorprende es que los de la hipótesis Podemos (hipótesis tele, dicen por ahí) no hayan comprendido aún que la lógica discursiva poco tiene que ver con las razones de los que van a votar en domingo. Ahora les ha dado por hacer trampas también a ellos, y escatiman un debate sobre el fondo y la forma, sobre la calle y la institución, mezclando el tocino con la velocidad. Luego tienen la desfachatez de darnos a entender que esa cosa de «lo nuevo» iba, poco más o menos, de negar tensiones autoevidentes.

Dicen también los de la hipótesis tele-populista que una palabra más rotunda que otra ni da ni quita la razón. Ni que decir tiene que con eso ni siquiera han rozado la superficie del asunto. Pero será que también a ellos les resulta funcional lo que decía el Loco -siempre un loco…- de Dario Fo: «El escándalo es un antídoto contra el peor de los venenos, la concienciación de la gente». Como sigan así, los de la hipótesis tele-populista van derechitos al basurero (y nosotros con ellos).

Hablando de estercoleros. Uno podría decir que, para el caso de este largo ciclo electoral, el PSOE se inmoló tan pronto como Pedro Sánchez dijo aquello de mirar «a izquierda y a derecha». ¿Qué socialista hace eso? ¿Qué partido «obrero»? Pues el mismo que lleva décadas sin otro argumento que el que se vayan ellos, que yo me quedo a vivir del fango. Pero nada, de 5 a 6 millones de votantes les vale a los de Don Isidoro el empresario de Sevilla, el amigo de Pujol el tricorrupto, ese autoflagelo posmoderno.

El PSOE es ese estado místico del hombre pobre y mal gobernado que a lo largo de su triste historia ha vivido sin memoria. Como bien sabía Bergman, amar a un extraño en vano es un grave sufrimiento. ¿El PSOE? Ni sabe ni contesta, y eso siempre termina mal. ¿Que por el camino se nos muere «accidentalmente» el partido del régimen? «Bien venido sea el escándalo -otra vez el sublime Dario Fo-, ya que en él se fundamenta el poder más duradero del Estado».

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.