Habitualmente leemos noticias de informaciones sobre Wisconsin, Norte de África, Islandia… pero hay un pequeño territorio del planeta, pegado al mediterráneo llamado Región Murciana, con gentes llenas de dignidad, que están protagonizando una movilización social y sindical, de la que apenas se habla en los grandes medios de comunicación oficiales. Rebelión quiere hacerse eco y […]
Habitualmente leemos noticias de informaciones sobre Wisconsin, Norte de África, Islandia… pero hay un pequeño territorio del planeta, pegado al mediterráneo llamado Región Murciana, con gentes llenas de dignidad, que están protagonizando una movilización social y sindical, de la que apenas se habla en los grandes medios de comunicación oficiales.
Rebelión quiere hacerse eco y altavoz de una lucha que por su intensidad, formas y contenidos, es un ejemplo para todas las personas, que luchamos contra la ola de recortes sociales que nos están imponiendo, quienes han provocado esta crisis sistémica.
Los empleados y empleadas públicos de la comunidad murciana, están movilizados desde el 22 de diciembre por unas medidas del gobierno del PP, en una lucha que nadie esperaba que alcanzara tanta fuerza y que a fechas de hoy todavía no está escrito su final.
Nada sera igual en los sectores protagonistas de estas movilizaciones, el gobierno autonómico, ha tenido que ir cediendo en sus pretensiones iniciales, lo cual transmite lecciones a la gente que lucha, ya que están comprobando que la lucha sirve.
En el camino se han quedado los sindicatos corporativos ideológicamente afines al PP, pero eso no ha impedido que el pasado 1 de marzo se llenara la Gran Vía de nuevo, en unas cifras que van según las fuentes de entre 40.000 a 50.000 personas. Esta ha sido la 9ª manifestación desde finales de diciembre y se mantiene en cifras solo comparables, con las que se realizaron contra la guerra de Irak promovidas por el Foro Social de Murcia.
El origen de la intensidad de esta lucha, esta en sus formas asamblearias, ya que cada centro docente tiene su asamblea con un delegado elegido en la misma, de ahí se pasa a las asambleas locales y por último a las comarcales. Estas estructuras de base le está dando un carácter a la movilización horizontal y transversal, en la que los protagonistas activos son las bases.
Igualmente las redes sociales ayudan a que dichas bases sean motor de las movilizaciones, ya que al menos tres grandes foros organizados a través de internet articulan a más de 7000 personas, uno de ellos llamado «funcionarios en pie de guerra» agrupa activamente a unas 3100 trabajadoras y trabajadores.
También los estudiantes y otros sectores se pueden ver en las manifestaciones.
Reproducimos el comunicado leído en la última manifestación por Toni Carrasco portavoz del sindicato asambleario y alternativo STERM- LA INTERSINDICAL, uno de los sindicatos que conforman junto a CCOO y UGT el llamado comité de resistencia.
Compañeras y compañeros:
Un día más de lucha, una manifestación más, un día más de resistencia… Pensaban que nos iban a callar, a conformar con migajas. No sabían que lo que más nos duele es la falta de respeto que nos están mostrando, el ataque a nuestra dignidad como profesionales al servicio de la ciudadanía. Y la dignidad no se compra, ni nosotros y nosotras estamos dispuestos a venderla.
Como lluvia fina y persistente, nuestra protesta contra los recortes del Gobierno Regional continúa, aunque les pese.
Han intentado intimidarnos, amenazando a los trabajadores y trabajadoras de aquellos centros en los que se han hecho movilizaciones propias. Han intentado desinformarnos sobre los contenidos de las medidas. Han intentado enfrentar a la ciudadanía con el personal empleado público. Han intentado acabar con la unidad que tan buen resultado nos ha dado, hasta que han conseguido que algunas organizaciones, a espaldas de las trabajadoras y los trabajadores, firmen la rendición que significa la reforma de la Ley 5/2010.
Una reforma que deja lo esencial de los recortes. Que sigue diciendo que los empleados públicos son unos absentistas y que para eso quieren que las mutuas controlen las bajas, privatizando la gestión de la Incapacidad Temporal. Sigue diciendo que trabajamos poco y que hay demasiada gente trabajando, por lo que nos alargan la jornada, nos aumentan las cargas de trabajo y echarán a la calle a miles de interinos y eventuales. Ya se ha dejado de contratar lo necesario en el Servicio Murciano de Salud y las distintas Consejerías y Organismos. Y en esta reforma se siguen disminuyendo las ayudas sociales más sensibles.
Nos dicen que los recortes son coyunturales, sólo para este año y mucho nos tememos que es porque quieren que, para el año 2012, la Ley de Presupuestos Generales de la Comunidad pueda contener aún mayores recortes. Hasta hoy mismo, están intentando maquillar una Ley que no tiene arreglo posible, publicitando nuevos retoques que están amañando a toda prisa. Todo para impedir que, de nuevo, se haga visible esta marea de contestación.
Están pasando por encima de las condiciones de trabajo que hemos ido consiguiendo con esfuerzo. Están pasando por encima de sus propios compromisos, reflejados en pactos y acuerdos. Están pasando por encima de la negociación colectiva. Están pasando por encima de la historia, queriendo hacerla retroceder 12 años en la Comunidad Autónoma.
Y, a estas alturas, todavía no se les ha ocurrido tocar su red clientelar de asesores, eventuales, comisiones de servicio, coordinadores y jefaturas inventadas. No se les ha ocurrido mejorar los ingresos ampliando impuestos que graven actividades contaminantes, depósitos bancarios improductivos, empresas con muchos beneficios y a personas de altos ingresos. No se les ha ocurrido detener el negocio que suponen las actividades externalizadas a empresas amigas, teniendo personal cualificado que las puede desarrollar (claro que eso entonces no sería un negocio). No se les ha ocurrido ser estrictos con los conciertos educativos ni con los sanitarios, que lo único que hacen es, aparte de privatizar los servicios públicos, dar un servicio u otro en función de la capacidad económica de las personas usuarias. Pero sí se les ha ocurrido cargar contra el personal empleado público y también con los gastos sociales, para los sectores más necesitados de la ciudadanía, que ya sufrieron un importante recorte en los presupuestos generales para este año.
Para poder justificarse, también han lanzado un ataque sin precedentes contra el tejido asociativo y el sindicalismo, que no es más que la organización de las personas trabajadoras en defensa de sus derechos. Atacan a quienes defienden activamente sus derechos y la mejora de sus condiciones de vida de toda la población, no de unos cuantos privilegiados. Quieren acabar con quienes nos plantamos y decimos NO. Con quienes no se doblegan ante las decisiones de quien se cree el amo del cortijo. Pero esto no es un cortijo ni aquí caben señoritos.
Pero esto no solo sucede en la Región Murciana. Con el pretexto de la crisis, quienes la provocaron, quienes se hicieron ricos con la burbuja inmobiliaria y el descontrol financiero, quienes permitieron y alentaron este modelo económico insostenible, no paran de repetirnos que hacen falta reformas: que tiene que flexibilizarse el despido, que tienen que bajarse los salarios, que debe desaparecer la negociación colectiva, que tiene que atrasarse la edad de jubilación, que tienen que bajar las pensiones, que deben privatizarse los servicios públicos…
Y los gobiernos de toda Europa se han puesto manos a la obra porque así lo demandan los «mercados». Es decir, los que mandan en el mundo.
Dese el Gobierno Central, con el aplauso generalizado de los grupos políticos, de los organismos internacionales liberalizadores, de las grandes corporaciones y de la banca, nos impusieron la reforma laboral, abaratando el despido. Nos han atrasado la edad de jubilación hasta los 67 años y los jóvenes verán, parados y sin expectativas, como personas mayores trabajan sin poder hacerlo en condiciones, al mismo tiempo que verán alejarse sus propios derechos al trabajo digno y a la jubilación suficiente. A todo el personal al servicio de las Administraciones Públicas, se le rebajó el salario en mayo. Y ahora, el Gobierno Regional, participa de forma entusiasta en esta ola de recortes de derechos. O los paramos o acabarán con lo que pensábamos que eran derechos consolidados.
El trabajo fijo, las 35 horas, la pensión digna, la incapacidad transitoria remunerada, los servicios públicos de calidad, universales y gratuitos como la educación, la sanidad, la atención a personas dependientes, la prevención de la exclusión social… no pueden pasar a la historia, al contrario, nuestro deber es mejorarlos para las generaciones futuras.
En la Región Murciana, este territorio que parecía dormido, hemos dicho basta. Estamos vivos, tenemos dignidad, con nuestras diferencias nos mantenemos unidos… Y resistimos.
El querido Benedetti nos dice en el poema «hombre preso que mira a su hijo»:
«…Por eso ahora, me podés preguntar y sobre todo puedo yo responder.
Uno no siempre hace lo que quiere pero tiene el derecho de no hacer lo que no quiere. Llora no más, Botija, son macanas que los hombres no lloran, aquí lloramos todos, gritamos, chillamos, moqueamos, berreamos, maldecimos, porque es mejor llorar que traicionar, porque es mejor llorar que traicionarse…».
Eso es lo que queremos, poder contestar a nuestros hijos e hijas, sin morirnos de vergüenza como también dice el poema, que hicimos lo que pudimos para parar tanta injusticia, tanto despotismo, tanta sumisión a los poderosos.
Sin traiciones a nuestros propios compañeros y compañeras, ni traiciones a quienes a lo largo de los dos últimos siglos han luchado, a cambio incluso de su vida, por un mundo mejor, con más derechos y más libertades.
Compañeras y compañeros: Dignidad y Resistencia.
Toni Carrasco es portavoz de STERM- LA INTERSINDICAL