Utilizados durante muchos años por la comodidad de su instalación, los tejados de uralita tienen los días contados en el municipio de Iruña Oka, ya que el Pleno municipal de este mes ha acordado destinar una partida económica de 6.000 euros para sufragar los gastos de la retirada de amianto por parte de los vecinos, […]
Utilizados durante muchos años por la comodidad de su instalación, los tejados de uralita tienen los días contados en el municipio de Iruña Oka, ya que el Pleno municipal de este mes ha acordado destinar una partida económica de 6.000 euros para sufragar los gastos de la retirada de amianto por parte de los vecinos, y evitar de este modo que estos nocivos residuos se depositen en lugares no autorizados.
En concreto, el Ayuntamiento ha acordado otorgar una ayuda de hasta mil euros a los residentes que se vean obligados a retirar elementos que contengan amianto, principalmente tejados de uralita, y que acrediten que esta retirada ha sido llevada a cabo por una empresa especializada que ha depositado el amianto en un vertedero autorizado para su posterior eliminación, ya que sobre este producto pesan muchas sospechas de causar enfermedades mortales, en concreto, algunos tipos de cáncer. Con este apoyo se cumple uno de los compromisos tomados por el equipo de gobierno durante la elaboración de los presupuestos de 2017 y se potencia el compromiso medioambiental de la Corporación. Fruto de esa apuesta son, entre otros, el aumento y mejora de las vías verdes de Iruña Oka, la tramitación de un plan del paisaje del río Zadorra y la construcción de nuevos colectores que mejoran la calidad del agua de este cauce fluvial.
El amianto no sólo preocupa en Iruña Oka. En Amurrio también se ha convertido en prioridad del Ayuntamiento. Así, el Consistorio ha decidido destinar algo más de 10.000 euros a la contratación de los trabajos de inspección, revisión y detección de amianto en 37 edificios municipales.
La medida es consecuencia del acuerdo tomado en la sesión plenaria de finales del año pasado, por el que se aprobó la realización de un inventario de amianto, a fin de analizar la posible presencia del asbesto en las instalaciones municipales. En este sentido, se han iniciado los trámites pertinentes para dar cobertura a este acuerdo. «Entre los edificios a evaluar se encuentran aquellos que por su año de construcción o características constructivas son susceptibles de contar con amianto. Quedan fueran, por tanto, de este estudio aquellos inmuebles de reciente construcción», matizan desde el Ayuntamiento. Una vez se disponga del citado inventario, el documento servirá de herramienta de consulta para que, cuando exista alguna demanda de actuación en edificios tales como derribos o similar, y si el inmueble objeto de obra figura en la lista, se exijan las medidas ya establecidas para la manipulación de este tipo de materiales tan nocivos para el ser humano.