Ante las noticias aparecidas sobre el acuerdo de la Comisión Europea de crear campos de internamiento de solicitantes de Asilo e inmigrantes fuera del territorio de la UE, la Comisión Permanente de IU manifiesta: Su más rotundo rechazo de esta iniciativa, por lo que supone de vulneración gravísima de cualquier norma democrática y del entramado […]
Ante las noticias aparecidas sobre el acuerdo de la Comisión Europea de crear campos de internamiento de solicitantes de Asilo e inmigrantes fuera del territorio de la UE, la Comisión Permanente de IU manifiesta:
Su más rotundo rechazo de esta iniciativa, por lo que supone de vulneración gravísima de cualquier norma democrática y del entramado de Tratados internacionales que protegen el derecho de Asilo y los Derechos Humanos Universales, de los que son artífices principales los países que conforman la UE.
Rechazamos, con la misma rotundidad, que para dicho proyecto se utilicen fondos del presupuesto de la UE, a fin de contratar «servicios a la carta» a los países «colaboradores» del Magreb (Mauritania, Marruecos, Libia, Tunez y Argel), en un ejercicio de mercantilismo repugnante que pone en manos de gobiernos nada respetuosos de los Derechos Humanos el destino de miles de personas que piden el amparo de la Europa democrática.
Si debemos evitar «que el Mediterráneo se convierta en un enorme cementerio», como argumenta el Comisario Vitorino, lo que no podemos es blindarlo con enormes campos de concentración donde se ahoguen el deseo de vivir y el ansia de escapar de miles de seres humanos de las tragedias que asolan el continente africano. La solución pasa, como todo el mundo sabe, por acabar con las políticas depredadoras de los países desarrollados, que sumen en la miseria, la enfermedad y la guerra a los pueblos de amplias zonas del planeta.
La creación de «limbos» (o infiernos) jurídicos, a semejanza del Guantánamo USA, pondría contra la pared la tradición democrática de los pueblos y naciones de Europa, cuyos gobiernos están obligados a respetar su propia legalidad y los Tratados de que se han hecho partícipes, especialmente en el caso de los demandantes de Asilo. Las preguntas son obvias: ¿qué leyes se aplicarían en estos campos de internamiento en territorios africanos?, ¿qué garantías jurídicas ampararían a los internados?, ¿quién garantizaría su integridad y sus derechos como seres humanos?
Reprobamos enérgicamente la complacencia con esta medida del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y su disposición a ejercer tareas de «supervisión».
En coherencia con lo anterior, IZQUIERDA UNIDA promoverá, con el del Grupo de la Izquierda Europea, cuantas acciones sean necesarias en el Parlamento Europeo a fin de parar esta desgraciada iniciativa de la Comisión. Paralelamente, exigiremos al Gobierno del Estado un pronunciamiento inequívoco y sin ningún tipo de matices contra el mismo, e instaremos al resto de fuerzas políticas y a las organizaciones sociales a que tomen posición en ese sentido.
Madrid, 4 de Octubre 2004