Recomiendo:
0

Mujeres de Negro contra la Guerra rechazan el envío de tropas españolas al Líbano

«No podemos admitir que bajo el amparo de las fuerzas extranjeras la población civil se convierta en rehén de su propio miedo»

Fuentes: antimilitaristas.org

Las Mujeres de Negro creemos en la resolución no armada de los conflictos. Por lo tanto ahora, como ya nos sucedió en otras ocasiones, el envío de tropas al Líbano nos suscita diversos interrogantes y planteamientos: Cuando se deja que los conflictos lleguen a una situación límite, parece inevitable la presencia de los ejércitos. Sin […]

Las Mujeres de Negro creemos en la resolución no armada de los conflictos. Por lo tanto ahora, como ya nos sucedió en otras ocasiones, el envío de tropas al Líbano nos suscita diversos interrogantes y planteamientos:

- Cuando se deja que los conflictos lleguen a una situación límite, parece inevitable la presencia de los ejércitos. Sin embargo la solución armada de los conflictos sólo hace enmascarar las causas de éstos, sin atajar los problemas de fondo.

- Es legítimo y comprensible el derecho de la población civil a solicitar la protección de tropas internacionales, la necesidad de acabar con los bombardeos, asesinatos, secuestros y otros crímenes. Pero no podemos admitir que bajo el amparo de las fuerzas extranjeras la población civil se convierta en rehén de su propio miedo.

- Porque con esta presencia se crea una conciencia militarista y militarizada de la paz y de las conciencias, que no permite el normal desarrollo de la actividad de las fuerzas políticas y sociales del país.

- El cometido de todos los ejércitos, tanto regulares como irregulares, tanto propios como extraños, es la Guerra. ¿Cuál es la función de nuestro ejército en Líbano?

- Tampoco sabemos cuáles son los límites de su actividad. ¿Cuáles son las condiciones de su mandato, su tiempo de permanencia en la zona?

– Por otro lado, es evidente el aumento que tendremos en nuestro presupuesto militar. ¿Cuánto de este dinero se destinará a las fuerzas de intervención y cuánto a la reconstrucción del tejido social? Es necesario recordar que en el caso de Bosnia, sólo el 0,5% del dinero presupuestado el primer año se destinó a la población civil.

- ¿En cuánto aumentará la deuda de Líbano hacia los países «cooperantes» en su reconstrucción?

- ¿Hasta cuándo necesita un país la presencia de las fuerzas armadas extranjeras? ¿Ayuda a que puedan recuperar su soberanía y democracia o sólo se pretende mantener una situación de dependencia ajena?

La experiencia que nos transmiten las mujeres de países en conflicto armado es bastante distinta:

* 11 años después de los Acuerdos de Dayton, que pusieron fin a la guerra de Bosnia, las pocas víctimas de Sbrenica que han vuelto a la zona aún necesitan la protección de los ejércitos internacionales.

* 7 años después del fin de la guerra en Kosovo, la población serbia y albanesa está más separada aún que antes del conflicto.

* 5 años después de la guerra de Afganistán las mujeres de la organización RAWA nos confirman que no pueden desarrollar su trabajo sin la presencia de los Cascos Azules.

¿Qué nos dirán las mujeres libanesas dentro de varios años?

¿Qué Paz es ésta? ¿Se puede hablar de paz o es una guerra encubierta?

Para nosotras sólo demuestra que ni las guerras ni las «postguerras armadas» solucionan los conflictos.

Nos preocupa la militarización de la paz, del mismo modo que nos preocupa:

– que no se haya intervenido de forma preventiva en la zona,

– que no se invierta el mismo presupuesto -ni los mismos recursos y con el mismo énfasis- en una política de diplomacia activa,

– que las labores «humanitarias» las realicen los ejércitos y no las organizaciones de paz o de derechos humanos,

– que los ejércitos sólo contribuyan a disminuir los recursos naturales,

– que se intenten cubrir las expectativas de los gobernantes de los países poderosos, y no las del pueblo libanés,

– que no se potencien las acciones políticas que se dan desde dentro, por parte de la gente implicada en la autonomía y democratización del país,

– que no se escuchen las voces de las mujeres, y en especial las voces de la mujeres libanesas que trabajan por la paz.

Mujeres de Negro de Madrid