Según pudimos constatar ayer, la paciencia del Gobierno del PSOE se ha acabado. Los guiños al 15M se convirtieron en porrazos y detenciones. La democracia tiene sus límites dirán algunos. Para comprobarlo sólo tienes que ejercer de ciudadano indignado ante el robo generalizado. Durante la semana previa a las elecciones municipales estuvo prohibido concentrarse en […]
Según pudimos constatar ayer, la paciencia del Gobierno del PSOE se ha acabado. Los guiños al 15M se convirtieron en porrazos y detenciones. La democracia tiene sus límites dirán algunos. Para comprobarlo sólo tienes que ejercer de ciudadano indignado ante el robo generalizado.
Durante la semana previa a las elecciones municipales estuvo prohibido concentrarse en la plaza, pero la policía dejaba pasar, dada la respuesta ciudadana ante el desalojo de la primera noche. En aquella ocasión les fue imposible cerrar Sol por el gran número de gente que nos reunimos. «Si una vez dentro no se les puede sacar, intentemos que no puedan entrar», parece la nueva estrategia. Animados por los comerciantes y la visita del Papa (sin comentarios), aun cuando en Sol quedaba sólo el Punto de Información, la Delegación de Gobierno y el Ayuntamiento de Madrid prepararon el desalojo final. ¿Ceguera? ¿Estupidez? ¿Ingenuidad? Chulería fue quitar la placa conmemorativa del 15M con el lema: «Dormíamos, despertamos». Y decir que nuestros sueños en forma de lonas, mesas y papeles eran basura. Sol está llena de momentos irrepetibles y cada persona que estuvo en la plaza mantiene recuerdos preciosos.
Error1: Han atacado lo que no comprenden, tirando piedras contra su propio tejado.
Sol es una plaza pública y un nodo comercial y comunicativo de la ciudad. Cerrar Sol es como intentar cortar Internet, con ello, se arruinarían las empresas y caería el propio sistema de comunicación entre Ministerios. Un extraño cambio de papeles: queríamos llamar la atención sobre la situación económica y política del país (y cambiarla); ahora la actuación policial pone el foco en el 15M más allá de la censura mediática; suerte que somos muchas y que todos somos nodos de información.
Cuando la ciudad es productiva, cuando son los flujos de circulación de personas, bienes y servicios los que generan riqueza, parar la movilidad perjudica el sistema. De hecho, es el punto de ataque para las huelgas modernas. Y es lo que está provocando que Sol esté sitiado. El axioma del capitalismo contemporáneo consiste en no parar, un ritmo donde las personas perdemos el control sobre nuestras vidas y nuestras vidas son productivas al 100%. Pero cuando nosotros, nuestros movimientos, nuestras ideas, nuestro trabajo, nuestro consumo, nuestra cooperación son la base del sistema, tenemos la llave del cambio. Eso hicimos en Sol: parar el tiempo, sacar nuestra inteligencia de la rutina, conocernos y cooperar para producir otra lectura de lo que nos está pasando. Eso mismo ha provocado de nuevo la Delegación de Gobierno: que nos juntemos otra vez para exigir el derecho de reunión, el derecho de expresión, el derecho de circulación por la ciudad. Nos reagrupamos cuando tocan nuestro símbolo, la plaza donde despertamos del aislamiento.
Error2: Han minusvalorado lo que no pueden llegar a comprender.
Quizá por el silencio los tres primeros años de crisis. Quizá porque creen que con las elecciones tenemos bastante. Quizá porque en Madrid no hay playa y es agosto. Los que mandan creían que esto se había acabado.
Pero la crisis sigue, genera parados con tiempo y gente que no tiene un duro para irse de vacaciones. Y sobre todo, sigue creciendo el cabreo ante la inacción de los políticos. Los mercados y las agencias de rating nos roban en la cara, aumentando nuestra deuda sin que pase nada. La UE dice que «los ataques son injustificados» pero no mueve un dedo hacia la creación de un bono europeo o el préstamo a los Bancos Nacionales. No se aprueba la dación en pago y los recortes en servicios públicos continúan, jugando con nuestra salud y empeorando la educación de los jóvenes. Los parados siguen sin soluciones a su situación y las condiciones laborales son cada vez peores. Se salvan cajas de ahorro y el crédito no llega a las pequeñas empresas.
¿De verdad han pensado que vamos a parar? ¿Que por poner policía nos íbamos a ir a la piscina? Si los comerciantes quieren que no nos manifestemos, si la élite política quiere que nos vayamos a casa, tendrán que cambiar las cosas. Mientras haya razones, seguiremos en la calle
Error3: Han tomado Sol sin tener pensada una salida que no sea la de imponerse.
Han minusvalorado nuestra reacción y se han pillado los dedos con un bloqueo que les perjudica. ¿Cuánto podrán aguantar con Sol militarizada? Si se van ahora, se demostrará todavía más inútil la absurda demostración de fuerza. Obviamente, tienen que negociar: abrir Sol, vuelta del Infopoint y de la placa. Y que empiecen a trabajar para el bien general.
De momento, nosotros seguimos creciendo. Sol está cerrada, con la ruptura de la normalidad que ocasiona, que es lo que queremos. Y nosotras podemos amagar con entrar, con recuperar algo tan obvio como una plaza pública, pero además, tomar todo el centro y seguir señalando a los culpables de la crisis.
Aprovechemos el callejón sin salida en el que se han metido. Presionemos sobre Sol, como táctica de visibilización de la censura gubernamental; pero, al mismo tiempo, no dejemos de señalar en el resto de la ciudad a los que siguen empobreciéndonos, a los que se enriquecen a nuestra costa. Tomemos la calles, tomemos más plazas. Porque éste es nuestro secreto: somos la ciudad y la ciudad es nuestra. No se puede cerrar lo que no cabe en una plaza.
¡Sol es parte de nosotros, somos gente y un sistema debe servir a la gente!
¡No somos mercancía en manos de políticos y banqueros!
¡Basta de especulación con la deuda soberana!
¡Reparto de la riqueza ya!
Fuente: http://madrilonia.org/?p=4169