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Entrevista a Marcos, despedido de Telefónica

«Nos han despedido para generar temor, pero está en nuestras manos demostrarles que se han equivocado»

Fuentes: En lucha

Dos compañeros de Barcelona y Madrid han sido despedidos de Telefónica por ausencias médicas justificadas, consecuencia directa de la nueva Reforma Laboral. Marcos ha sido uno de los dos despedidos recientemente de Telefónica-Movistar. Hablamos con él sobre la lucha contra los despidos. Marcos, has sido uno de los dos despedidos recientemente en Telefónica-Movistar. Podrias explicar […]

Dos compañeros de Barcelona y Madrid han sido despedidos de Telefónica por ausencias médicas justificadas, consecuencia directa de la nueva Reforma Laboral. Marcos ha sido uno de los dos despedidos recientemente de Telefónica-Movistar. Hablamos con él sobre la lucha contra los despidos.

Marcos, has sido uno de los dos despedidos recientemente en Telefónica-Movistar. Podrias explicar qué motivos utiliza la empresa para despediros y qué pretende con estos dos despidos.

Para comenzar me gustaría referir esta respuestas no a eso que llamamos la Empresa, sino a las personas que dirigen la empresa, (con sus nombres y apellidos, muchos de ellos con mucha menos antigüedad en la compañía que cualquier miembro de la plantilla de Telefónica). Digo esto porque hay que comenzar a desvelar de una maldita vez los mensajes que se esconden en el lenguaje que usamos: la Empresa somos todos, la Empresa somos especialmente los que producen y no solo los que dirigen.

Un viernes, a la 13 horas, después de 22 años en la empresa me plantaron la carta de despido y me dijeron que el lunes no volviera, tal cual. Pero si son bajas médicas, dije, sí, respondieron, la ley es así.

La gente que dirige esta empresa se ha agarrado al articulo 52d del Estatuto de los Trabajadores, recientemente modificado por gobierno, patronal y sindicatos el pasado mes de julio. Es un artículo curioso de entrada, y una carta blanca para la dirección de cualquier empresa para quitarse de encima plantilla, en base a bajas médicas. Haciendo una síntesis, el artículo da potestad para despedir a un trabajador que haya cursado un 25% de bajas, en cuatro meses escogidos por la empresa, en el transcurso de un año, siempre y cuando el conjunto de bajas del departamento al que pertenece esté por encima de un 2,5%. Hasta antes de la reforma laboral , era 5%, y tanto a Mari Cruz, la otra chica despedida, como a mí nos han aplicado el 2,5 con carácter retroactivo durante todo el año 2010, (hay que recordar que el 2,5 entró en vigor en septiembre). Esto quiere decir que se puede despedir a una persona, no solo por sus bajas médicas, sino por las del conjunto de su departamento.

¿Qué persiguen con estos despidos?, muy simple, generar temor en la plantilla. Es una plantilla cara, nos lo dijeron hace años, querían quedarse con 10.000. Entonces éramos 80.000. Después del ERE que firmaron los sindicatos mayoritarios hace más de 10 años se quitaron de encima a 50.000, prejubilando a la gente con 50 años, y pagando el estado parte del sueldo que iban a cobrar hasta los 65. Ahora quedamos 30.000, y han emprendido el segundo asalto. Hace un par de años quisieron un convenio que no se llegó a firmar, y ahora han emprendido un ataque directo a la plantilla, saltándose por completo a los sindicatos, basándose en el absentismo. Es, evidentemente, un pulso a la plantilla. Quieren generar temor. Está muy estudiado. Si hubieran aplicado los artículos que han utilizado con nosotros a todos los que podían se hubieran cargado a mucha gente, han despedido a dos, un número suficiente para generar temor pero insuficiente para producir una respuesta masiva de la plantilla, o eso creen ellos. En nuestra manos está demostrarles que se han equivocado.

Después de la Reforma Laboral, ¿es posible que se generalizen despidos como estos?

Vamos a ver, la dirección de la Telefónica va a tratar esto como una operación de micro cirugía, hay mucha gente dentro todavía que les podría parar la empresa si se cabrearan de verdad. Esto son golpes de derecha para tantear. Lo que pretenden es pactar un ERE en el próximo convenio en el que mucha gente se vaya por su propio pie, aducidos por el temor, claro. Alierta lo dijo por la tele el otro día, quieren quedarse con 10.000, pero esto ya lo habían dicho hace unos años: lo harán con bajas incentivadas, lo harán con nuevas prejubilaciones, eso es lo que está en el fondo de este guión.

Y hay otro objetivo, no menos interesante para ellos: abaratar a los que se queden. Eso también lo van a intentar. La estrategia de abaratar la diseñaron hace unos años. Primero segregaron negocios, léase Telefónica Móviles, Telefónica Data, etc. Con esas plantillas pactaron convenios donde el trabajador era más barato y estaba más indefenso. Y ahora (es lo que quisieron firmar en el último convenio), quieren incorporar a aquellas empresas que segregaron. Claro, tienen que equiparar los convenios y los sueldos de los que entran con los de la plantilla autóctona, digámoslo así. Y naturalmente quieren que nosotros bajemos nuestro sueldo base, ni hablar de subírselo a ellos. Lo quieren hacer con engañifas, como añadirnos pluses de puntualidad, y cosas por el estilo, pluses que obviamente están fuera del sueldo base. No, si vienen bien enseñados de sus carreras de empresariales, no penséis. La estrategia es clara. Primero segrego, rebajo desde fuera y luego reincorporo a los segregados equiparando por lo bajo a los que están dentro. Eso sí, los que deciden estas cosas cada vez cobran más.

Todos sabemos que los postulados de estas grandes compañías hablan de crecer sin límites, tener contentos a los que juegan en bolsa, y abaratar al trabajador. Si pudieran pagar un cuarto de lo que nos pagan lo harían sin dudar, y si pudieran conseguir que viniéramos por un plato de comida también. La idea de que la Empresa ha de mirar por sus intereses, los intereses de algunos claro, está por encima de las personas, de los países y de lo que haga falta. Por eso insisto en no llamarla Empresa, cuando hablamos de Empresa hablamos de un ente no humano, puede no tener moral, la realidad es que detrás de ese nombre, Empresa, hay personas sin moral. La manera en la que nos han tratado a Mari Cruz y a mí, después de 20 años, es una muestra clara de esa falta de escrúpulos. Luego salen por la tele diciendo que el empleo fijo dificulta la creación de empleo, qué manipuladores son. Ellos aspiran a construir al nuevo esclavo del siglo XXI, uno bien baratito, para que los que se pueden permitir jugar en bolsa multipliquen sus dividendos de un día para el otro, a eso le llaman riesgo. El riesgo es quedarse sin trabajo, los que juegan en bolsa, eso, juegan, juegan con lo que les sobra. Que a nadie se le olvide que los que producen no juegan, trabajan, con más o menos ánimo, pero trabajan.

Ya ha habido movilizaciones. Puedes explicar cuál ha sido la respuesta de los sindicatos y de los compañeros y compañeras ¿Cuáles van a ser las movilizaciones futuras?

Las movilizaciones están siendo mayoritarias en las ciudades donde han ocurrido los despidos, y allí donde hay sindicatos independientes. Esa es la verdad. Yo me fui de CCOO hace años, porque me avergüenza la connivencia que tienen con las empresas, con esta y con todas. El otro día, CCOO mandó un comunicado después de reunirse con la empresa, por lo de nuestros despidos, y casi venían a justificar que nuestros casos eran extremos, que quizá la empresa pactaría darnos más dinero para que cesaran las huelgas pero que en ningún caso nos readmitirían. Parece que uno se tenga sentir culpable por estar enfermo (los nazis iban también por ese camino). Parecía más el comunicado de un mediador que de una organización que defiende a los trabajadores.

Yo tengo problemas de espalda, una hernia para ser exactos, descrita por un especialista, en parte por las sillas baratas que la empresa nos ha puesto a disposición en los últimos 15 años, y hago piedras en el riñón desde los 18 (qué le vamos a hacer), y ellos, CCOO, hablan que somos casos extremos. Usan el lenguaje que usa la propia empresa. Ponerse enfermo es un caso extremo. Ahora mismo, si no fuera por Cobas, Enconstrucció y CGT, no habría ningún tipo de organización con la que enfrentar este asalto, esa es la verdad. El comunicado del que hablo lo extendieron el miércoles, un día antes de la huelga. No vi ni una sola pancarta de CCOO ni UGT en la manifestación, había gente de esos sindicatos pero no se hicieron notar como hacen cuando quieren. Alguien tendría que recordar a esos sindicatos que si se piensan que son un freno para los intereses de la empresa deberían revisar las zapatillas, hace mucho tiempo que no frenan prácticamente nada.

Hay huelgas en diferentes centros, todos los lunes y los viernes, de tres horas, pero supongo que esto va a durar.

En otras empresas hay también despidos o EREs con muy poca o nula respuesta. El hecho de que la plantilla se movilize en solidaridad con vosotros es un ejemplo. ¿Crees que este ejemplo se puede generalizar? ¿Cómo habría que crear una lucha conjunta de los trabajadores de varias empresas contra los despidos y la crisis?

Sí, hemos recibido el apoyo de una inmensa mayoría de la plantilla de nuestras ciudades y el País Vasco. A las otras comunidades la información no llega, me consta. Personalmente estoy conmovido por las muestras de cariño que he recibido de muchísimos compañeros, y ojalá sirva para la readmisión, aunque como puedes imaginar, volver, a la vez que una alegría será también en parte desagradable. A nadie le gusta que le traten así. Pero también creo que mucha gente se ha tomado esto como lo que es, un ataque a los que se quedan. Nosotros estamos fuera, nos irá mejor o peor, pero hay muchos miles que han comenzado a sentir miedo, que es lo que la dirección de la empresa quería generar. Se manifiestan por lo que supone para nosotros y para toda la plantilla que se queda dentro.

En cuanto a la segunda parte de la pregunta se me ocurren muchas cosas que decir. En mi opinión esto es una crisis de las ideas, más que de lo estrictamente económico. Hemos asumido los postulados del capitalismo, que como la palabra indica está basado en el hecho de amasar dinero, sin preguntarnos qué papel han de tener las personas en todo esto. El capitalismo concibe en sus anales la idea de que cualquiera puede multiplicar lo que invierte, esa es la base que lo mueve todo, y estas son las consecuencias.

No hace falta ser comunista, o auto proclamarse de izquierdas si no se quiere, la pregunta que hay que hacerse es más simple, ¿estoy dispuesto a que alguien pueda ser mucho más rico cuando se levante mañana por la mañana? ¿cuáles son las consecuencias de ese acto milagroso? Y hay otra pregunta mucho más profunda que la gente, toda la gente, debería hacerse, ¿es uno más feliz por tener más dinero, o consumir más? Hemos permitido que este sistema económico nos grabe a fuego sus dogmas de fe, hay que consumir, más, más, más… el propio planeta está diciendo basta, los recursos no son ilimitados, y además hay algo fundamental que hemos de proteger si es que realmente queremos aspirar a ser civilizados: las personas deben ser el bien más preciado. La próxima revolución llegará como siempre por el hartazgo del pueblo, solo hay que mirar al sur en este preciso momento. Pero esta vez deberíamos aprender algo de una maldita vez, el poder personal y político se puede delegar pero no ha de perderse, uno ha de estar implicado en el mundo político, de alguna manera, si no otros tomarán las decisiones por ti.

Más allá del ámbito sindical, ¿los activistas de los movimientos sociales o la gente solidaria qué puede hacer contra estos despidos injustos?

Difundir la información, con implicación emocional, pero sin ese paternalismo que hace que la gente se acomode, y se apoltrone pensando que hay otros que se encargan. La gran misión de los comunicadores es infundir el despertar de la conciencia.

Oleguer Bohigas es militante de En Lucha.

Fuente: http://enlucha.org/site/?q=node/15816