Traducido para Rebelión por Ramon Bofarull
La revista Yakin fue clausurada en agosto de 1969 por orden del ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga, alegando su carácter abertzale y progresista. Su director, Joan Mari Torrealdai, realizó esfuerzos para que se levantara la prohibición. La abrieron nuevamente en 1977.
El director, Joan Mari Torrealdai, conoció la estrategia utilizada por el gobierno de Franco para clausurar la revista Yakin gracias a un documento que encontró en Alcalá de Henares (Madrid) cuando estaba elaborando su tesis sobre la censura (en la década de 1980). Aquel documento decía lo siguiente: hay que darles cuerda para que se suiciden. «Pensábamos que el régimen era más progresista, pero quedó claro que no lo era. Nos tendió una trampa y caímos en ella», dice Torrealdai.
Durante el franquismo, para sacar a la calle una publicación, los promotores primero tenían que crear una empresa y el Gobierno le tenía que dar la autorización para registrarla. Después, las publicaciones necesitaban la autorización del gobierno. El ministro de Información y Turismo era Manuel Fraga.
Yakin obtuvo la autorización para registrar a la empresa editora en 1966. «Dijimos que la revista estaba dirigida a estudiantes y que trataría temas culturales y religiosos. Al principio fue así.» En 1967, la redacción abandonó el santuario de Arantzazu (Guipúzcoa) y se ubicó en San Sebastián. A la sazón se reunían en Yakin pensadores como Carlos Santamaría, Rikardo Arregi, Ibon Sarasola y Andoni Lekuona. Se empezaron a tocar temas más ideológicos y más culturales. «Como no había prohibición, seguimos en esa línea.»
A finales de agosto de 1969, recibieron la orden, firmada por Fraga, de clausurar la revista. El argumento: era una revista abertzale y progresista. No se volvió a publicar hasta 1977. Mientras tanto, fueron ingentes los esfuerzos de Torrealdai para levantar la prohibición. Habló, entre otros, con Antonio Albisu, que trabajaba para el gobierno de Franco. «Me dijo que sería difícil hacer algo. Luego sabría que había sido él quien había hecho los trabajos de censor para prohibir Yakin.»
Berria, 17 de enero de 2012
Fuente: http://paperekoa.berria.info/