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Nos une la República

Fuentes: Rebelión

El movimiento de militares republicanos trasciende al corsé de las estructuras organizadas, al corsé de las asociaciones, al corsé de fronteras entre estados.

Es un impulso democrático, una esperanza de paz, fraternidad y justicia social, que avanza incontenible en el conjunto de Europa entre las generaciones de jóvenes militares. Como ejemplo tienen -tenemos- la heroica resistencia al fascismo que forjó el espíritu de las generaciones en la Europa de la postguerra, de la cual somos hijos. No queremos militarismos bárbaros ni nostalgias imperiales.

Somos reflejo de las luchas sociales que impulsaron la resistencia al horror del fascismo y movilizaron a la juventud de los cinco continentes en ayuda de la II República española. Una democracia asediada por el odio de las fuerzas de la reacción, una reacción monárquica que se apoyó en el fascismo contra el movimiento obrero y popular.

Un abominable grupo de militares de la clandestina Unión Militar Española, principalmente monárquicos, desencadenó la guerra civil del 36-39, con apoyo de las fuerzas nazi-fascistas de Hitler y Mussolini. Una guerra con cientos de miles de víctimas mortales. Fue un cruento asalto a la República que derivó en la dictadura del general Francisco Franco, y la reimplantación manu militari de la monarquía borbónica, “consolidada” con el apoyo del Departamento de Estado USA. Una monarquía constituida como cárcel de pueblos.

Regresa el odio. Es un odio corrosivo, que brota como llama de azufre de un franquismo redivivo, en forma de neofascismos de nuevo cuño, a veces edulcorados con nuevas recetas de lo “políticamente correcto”, emboscados tras los oropeles de una rancia monarquía.

Una monarquía encarnada en Felipe VI, que ofende sin pudor al conjunto de pueblos del continente latinoamericano, a los que masacró durante siglos para extraer su riquezas. Su odio a los pueblos lo escenifica esta vez mediante una ridícula ofensa a un símbolo liberador de pueblos hermanos, representado por la espada del libertador Simón Bolívar. Ofensa que llueve sobre mojado, como lo fue la frase ¿Por qué no te callas? de su patético progenitor Juan Carlos I.

Un Rey malvado, sin mérito alguno, que entregó al pueblo saharaui a un sátrapa marroquí, consumando una traición de lesa patria, hasta el punto de suscitar el desprecio y la consternación, como denuncia nuestro compañero José Ignacio Domínguez, Teniente Coronel del Ejército del Aire, dirigente de la UMD:

“El 2 de noviembre de 1975 Juan Carlos dijo en El Aaiún que nunca abandonaríamos a los saharauis por ser un deber moral. Al mismo tiempo el capitán Vidal, de la UMD, recibía la orden de desminar un corredor para permitir el paso de la Marcha Verde. Entraron el 6 de noviembre.”

El grito esperanzado, valiente y patriótico ¡Salud y República!, de nuestro compañero Marco Antonio Santos Soto, Cabo del Ejército de Tierra, se propaga entre asociaciones de militares europeos y su eco llega con fuerza hasta París y Bruselas.

Desde el colectivo de militares demócratas y republicanos Anemoi, de cuya portavocía soy responsable, saludamos la iniciativa de la Asociación Civil Milicia y República (ACMYR), que preside nuestro compañero Floren Dimas, Oficial del Ejército del Aire.

Apoyamos su reciente comunicado, que transcribo a continuación:

La Asociación Civil Milicia y República (ACMYR), impulsora de una acción política firme y estable para contribuir a la difusión y defensa de los valores republicanos y democráticos en todos los ámbitos de la sociedad y en particular entre los hombres y mujeres que pertenecen a las Fuerzas Armadas españolas.

ACMYR celebramos el justo fallo absolutorio de la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo (TS) que tumba la sanción disciplinaria impuesta al antiguo Cabo del Ejército de Tierra y miembro de ACMYR, Marco Antonio Santos, que suscribió públicamente un manifiesto contra el franquismo en las Fuerzas Armadas, en 2018. Sanción que vulnera la libertad de expresión.

ACMYR resalta la resistencia mantenida por nuestro compañero Marco Antonio Santos y valora en su importancia las movilizaciones sociales de apoyo previas a la sentencia, que abren brechas en el cerrado mundo de la justicia.

ACMYR espera que en el caso del antiguo Teniente del Ejército de Tierra Luis Gonzalo Segura, también miembro de nuestra Asociación, se haga justicia en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos al que ha tenido que recurrir sin que en España haya obtenido dicha justicia.

Desde ACMYR consideramos que esta sentencia del TS es un importante paso para democratizar las Fuerzas Armadas ya que a nadie por decir Salud y República, con la que concluía a modo de despedida su escrito Marco Antonio Santos, debe ser sancionado ya que en opinión del TS no puede considerarse contraria a la neutralidad política.

El antiguo Cabo del Ejército de Tierra Marco Antonio Santos fue sancionado a multa económica de 12 y 10 días como autor de dos faltas graves después de apoyar un Manifiesto de respuesta colectiva en contra del franquismo en las FF AA, como contestación a otro escrito firmado por generarles, almirantes, jefes, oficiales y suboficiales en la reserva como desagravio al general Francisco Franco Soldado de España, una clara apología del franquismo que no tuvo sanción alguna por parte de la ministra de Defensa Margarita Robles, a la que no tembló la mano para sancionar al antiguo Cabo del Ejército de Tierra Marco Antonio Santos.

Exigimos desde ACMYR que el ministerio de Defensa anule todas las sanciones impuestas al antiguo Cabo del Ejército de Tierra Marco Antonio Santos, restituya su buen nombre en su hoja de servicios y sea publicado en el boletín del ministerio de Defensa, además de serle resarcido el importe de las multas impuestas.

Asimismo, exigimos desde ACMYR se le restituya su derecho a solicitar su pase a la situación de Reservista de Especial Disponibilidad (RED) y se le resarza de los perjuicios ocasionados por tan injusta sanción, al no haber podido ejercer el citado derecho, que le correspondía y le corresponde conforme a la Ley. Que la Fiscalía deduzca si en el procedimiento sancionador del arresto ahora anulado se derivan responsabilidades administrativas o penales.

Esta sentencia absolutoria del antiguo Cabo del Ejército de Tierra Marco Antonio Santos, refleja la falta de democracia dentro del Estado español, regido por el franquismo en prácticamente en todas las instituciones del Estado, algo que hay que erradicar impulsando una verdadera Ley de Memoria Democrática que ponga fin a la impunidad de los crímenes franquistas, prohíba la exaltación del dictador y al fascismo. La solución a esta grave situación que vivimos a la falta de democracia plena, es la República.

Manuel Ruiz Robles es Oficial de Marina, miembro de la UMD, portavoz del movimiento de militares republicanos antifascistas.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.