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Nudos centrales del régimen antidemocrático de la Segunda Restauración borbónica se derrumban

Fuentes: Rebelión

Por si no tienen tiempo para seguir leyendo les resumo lo esencial: según declaró el pasado sábado16 de febrero el doctor-ESADE Torres -a preguntas del juez instructor, José Castro, y del fiscal anticorrupción Pedro Horrach-, la infanta Cristina era consciente de todo lo que ocurría en el Instituto Nóos. Su esposo, el yernísmo, le «consultaba» […]


Por si no tienen tiempo para seguir leyendo les resumo lo esencial: según declaró el pasado sábado16 de febrero el doctor-ESADE Torres -a preguntas del juez instructor, José Castro, y del fiscal anticorrupción Pedro Horrach-, la infanta Cristina era consciente de todo lo que ocurría en el Instituto Nóos. Su esposo, el yernísmo, le «consultaba» las propuestas y asuntos de la entidad. También, según parece, al secretario personal de las infantas, Carlos García Revenga, y a don José Manuel Romero, el conde Real. De hecho, como es sabido, la infanta y García Revenga formaban parte de la Junta Directiva. Así de fuerte con un toque del Padrino IV. Durante su comparencia, el imputado Torres llegó a afirmar que el abogado de don Urdangarin le ofreció pagarle -en el despacho de su letrado- los honorarios de su defensa e incluso «un buen trabajo» en Sudamérica. ¿A cambio de qué? Silencio, el resto es silencio. Tenía que guardar silencio sobre los hechos investigados en el caso Nóos. Con más detalle.

Nadie les cree de entrada. Es imposible, por mínima y aconsejable prudencia, creer nada o casi nada de lo que dicen. Pero, en todo caso, dicen cosas muy pero que muy gordas.

¿Pudo mentir Diego Torres en sus declaraciones del pasado sábado? Pudo. Lo habrá hecho centenares de veces. Sea como fuere, vale la pena tomar nota de sus afirmaciones que, por supuesto, no tienen por qué gozar de mayor grado de falsedad que las observaciones de su ex socio (o ex socios), o incluso de representantes talibanes-fundamentalistas de la Casa Real.

El profesor del yernísimo declaró ante el juez Castro [1] que él mismo y su socio en el Instituto Nóos negociaron en el palacio de La Zarzuela la celebración del foro deportivo Valencia Summit [2] con el ex presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y la alcaldesa valenciana, Rita Barberá. La reunión tuvo lugar en marzo de 2004. En el encuentro participaron Urdangarin, Camps y Barberá y él mismo, el doctor en Económicas por ESADE. A preguntas del juez Castro negó que estuviera presente el rey; no era nada fácil responder afirmativamente.

Pero no sólo fue eso. El doctor Torres también declaró que el abogado del yernísimo, don Mario Pascual Vives, le ofreció dinero para comprar su silencio. La defensa del falso duque de Palma le amenazó para que no hablara. Al preguntarle el fiscal si él estaba presionando de uno u otro modo al esposo de doña Cristina, respondió que no, que lo contrario es mucho más verdadero.

Respecto a la implicación de la infanta y de su secretario, Carlos García Revenga en la gestión del Instituto Nóos, el doctor DT declaró que «ambos eran miembros de la junta directiva de la entidad, con un papel tan activo como el del resto de integrantes». En el órgano de dirección del Instituto Nóos, como parece razonable pensar, cada miembro aportaba según sus conocimientos, por decirlo al modo del crítico al programa de Gotha.

Todavía hay más. El ex socio del yernísimo se refirió también al papel del abogado José Manuel Romero, asesor jurídico de la Casa Real y conde de Fontao. Fue el señor conde quien recomendó a Urdangarin en 2006 que evitara tener «un papel protagonista» -no que tuviera algún papel- en la actividad pública -en la pública, en la que se notaba o salía en los medios- del Instituto Nóos.

Hubo, además, informaciones sobre el papel de la «noble alemana» Corinna Sayn-Wittgenstein (¡Pobre Wittgenstein, en qué cosas se ve envuelto su apellido!), persona que era (o es) próxima a la primera autoridad del régimen español. Torres mostró un correo electrónico de Urdangarin: el marido de la Infanta C pedía a Corinna formar parte de la fundación que ella gestiona, Laureus es su nombre, a cambio por supuesto de «un buen sueldo» y por recomendación del Jefe del Estado español. Como han leído. Las redes elitistas son las redes elitistas, redes que no dan libertad sino que posibilitan negocios y acumulación de capital.

La Fiscalía, recuérdese, imputa tanto a don Urdangarin como a su ex socio y amigo un delito contra la Hacienda Pública por impago de 230.979 euros del Impuesto de Sociedades (y dos delitos más por eludir el pago de dos cuotas superiores a 120 mil del IRPF en el caso del yernísimo del suegrísimo). Un ciudadano ejemplar, sin duda, una familia real-aristocrática en la que todos podemos mirarnos.

Por su parte, el asesor de la Casa del Rey, José Manuel Romero, ha desmentido la versión de Torres [3]. Por supuesto. Don JR ha reiterado en un comunicado que no prestó asesoramiento jurídico alguno para la constitución de la Fundación Cultura, Deporte e Integración Social, investigada en el caso Nóos. Según el conde asesor real, sólo indicó que don Urdangarin «debía limitarse a formar parte de su consejo asesor». ¿Esto no es asesorar jurídicamente? El señor Conde ha vuelto a sostener que, por indicación de la Casa del Rey, «su intervención consistió en revisar la situación jurídica del Instituto Nóos en julio de 2005 y aconsejar la separación entre actividades mercantiles y de fomento social del deporte». Según el testimonio de Torres, el conde de Fontao hizo algo más, un poquito más: diseñó una estrategia para que Urdangarin no figurase públicamente en las actividades del Instituto Nóos ni en la Fdcis.

De hecho, don Romero detalla en su comunicado que, «tras aconsejar la separación entre actividades mercantiles y de fomento social del deporte de Nóos, recomendó también la disolución inmediata de la Fundación Areté que habían creado posteriormente el duque de Palma y Torres e indicó que el papel de Urdangarin se limitara al consejo asesor de Fcdis». Insisto: ¿eso no es eso asesorar en el ámbito semántico de los consejeros Reales?

Don Matías, el abogado de Urdangarin, dice estar seguro de que la infanta no será imputada [4] -¿y por qué?, ¿de dónde esa seguridad?- y ha anunciado además que estudiarán «medidas jurídicas contra Torres por haber acusado al duque de Palma de ofrecerle beneficios económicos a cambio de que asumiera toda la responsabilidad en la gestión de Nóos». No sé si Hobbes tenía razón en aquello de los lobos (de los que acaso no tenía suficiente información) y los seres humanos, pero reduciendo la Humanidad a algunos grupos sociales, no parece que estuviera totalmente desencaminado.

El 23-F, curiosidades del calendario, seguiremos teniendo noticias del culebrón monárquico-financiero-institucional, un peligroso cáncer del régimen de la Segunda Restauración herida de muerte. Ese sábado el magistrado reanudará las declaraciones, con la comparecencia del Duque de Palma, prevista a partir de las 9.30 horas, y la de García Revenga, alias «el Secretario Infantil», a las 13.00 horas, también en calidad de imputado.

Además, y esto si cabe es más importante, mareas ciudadanas críticas inundarán las calles rebeldes e indignadas de nuestras ciudades. Algún recuerdo al entramado UBT no debería estar ausente en nuestros lemas y críticas. Se lo merecen.

Notas:

[1] http://www.publico.es/450773/diego-torres-destaca-el-papel-activo-de-la-infanta-cristina-en-el-instituto-noos?src=lmlb

[2] El Valencia Summit fue un encuentro sobre deporte del que se celebraron tres ediciones en 2004, 2005 y 2006 en la capital levantina. Urdangarin y Torres percibieron fondos públicos por ello.

[3] http://www.publico.es/450829/el-asesor-de-la-casa-del-rey-desmiente-tambien-la-version-de-torres

[4] http://www.publico.es/450811/el-abogado-de-urdangarin-seguro-de-que-la-infanta-cristina-no-sera-imputada y

http://www.eldiario.es/politica/investigadores-momento-citacion-Infanta-secretario_0_101840113.html

Salvador López Arnal es miembro del Front Cívic Somos Mayoría

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.