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Entrevista con Enrique Santiago, Secretario General de la CEAR

«Nuestras sociedades son ya, se quiera o no, mestizas»

Fuentes: Diagonal

DIAGONAL: La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) denunció la expulsión de solicitantes de asilo durante los sucesos de la valla. ¿Cuál es la situación de los afectados? ENRIQUE SANTIAGO: Las graves irregularidades en la expulsión de solicitantes de asilo e inmigrantes el pasado octubre han sido constatadas no sólo por CEAR, también por […]

DIAGONAL: La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) denunció la expulsión de solicitantes de asilo durante los sucesos de la valla. ¿Cuál es la situación de los afectados?

ENRIQUE SANTIAGO: Las graves irregularidades en la expulsión de solicitantes de asilo e inmigrantes el pasado octubre han sido constatadas no sólo por CEAR, también por el Consejo General de la Abogacía Española, la Defensoría del Pueblo y ACNUR. CEAR ha presentado una demanda ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, y ante la jurisdicción contencioso-administrativa. En la actualidad, algunos de las 73 personas que fueron expulsadas ilegalmente han podido regresar a España a través de ACNUR. Pero la mayoría sigue en Marruecos en condiciones muy malas, tratando de volver a nuestro país y siendo hostigados por las autoridades. Pedimos que se garantice el regreso a territorio español de los inmigrantes expulsados de manera ilegal, para que puedan acogerse a los derechos recogidos en las leyes españolas y a la protección internacional. Reclamamos que se aplique con rigor nuestra normativa, así como el respeto a los derechos humanos.

D.: ¿Cuánta gente estima que pueda estar sin papeles en el Estado y cómo cree que debería actuar el tejido social existente?

E.S.: Hay aproximadamente un millón de inmigrantes en situación irregular en este momento, lo que indica que a pesar de que hay acciones positivas como la regularización extraordinaria, los retos que plantea la inmigración no se resuelven con actuaciones a corto plazo, con cambios constantes de leyes o actuaciones que sólo tienen en cuenta la «entrada» de inmigrantes y no su integración como ciudadanos. El fenómeno de las migraciones no es transitorio, nuestras sociedades son ya, se quiera o no, mestizas. Corresponde a toda la sociedad, los que hemos nacido aquí y los que vienen, llegar a consensos que permitan un modelo de integración que pueda ser asumido por todos. Eso implica diálogo y participación de todas las instancias y organizaciones sociales que tienen algo que ver con las migraciones, tal y como defendemos con proyectos como el de Consenso Social sobre Migraciones.

D.: ¿Asumes entonces que se puede llegar a un consenso sobre los inmigrantes en nuestro país?

E.S.: Se puede y se debe impulsar un proceso de diálogo, encuentro y construcción de respuestas sociales lo más amplio posible, que contribuya a un pacto de Estado sobre la migración. Eso pretendemos con este programa puesto en marcha junto con Cáritas, en el que participan en todo el Estado español muchos agentes sociales que desde sus diferentes ámbitos juegan algún papel en la vida cotidiana y en los procesos de integración. Se trata de agrupar la reflexión existente, los puntos de vista de los agentes sociales y buscar elementos comunes que pudieran servir de pilares para un pacto social posterior. Las propuestas resultantes del proceso serán llevadas al Parlamento, a los partidos políticos, medios de comunicación, y a la administración central, autonómica y local. A partir de ahí, se trata de mantener las redes de diálogo y debate.

D.: ¿Qué evaluación haces de la aplicación de la Ley de Asilo y Refugio?

E.S.: En 2005 se concedió protección a un 6,79% del total de solicitudes, lo que significa un aumento con respecto al año 2004 (no se llegó al 5%). Las admisiones a trámite de solicitudes se han incrementado desde el 30% de principios de 2004 hasta el 46% a finales de 2005. Hay un ligero aumento de asilo concedido, pero continúa siendo claramente insuficiente. España es uno de los países de la UE que menos refugio otorga, lo que explica también que cada año se presenten menos solicitudes de asilo: si en 2001 se presentaban 9.490 peticiones, cuatro años después este número disminuye casi a la mitad. Poco más de 5.000. El endurecimiento de la legislación de Extranjería ha contribuido a que el asilo se convierta en una víctima de las políticas de control de la inmigración.

D.: ¿Qué es el Foro Social sobre las Migraciones?

E.S.: Este Foro, que se realizará entre el 22 y el 24 de junio de 2006 en Rivas-Vaciamadrid, Madrid, con la colaboración de este Ayuntamiento, está ligado a los foros sociales mundiales. Pretende ser un espacio de debate democrático de ideas para articular a las organizaciones de la sociedad civil que se oponen a la globalización neoliberal y que luchan por el reconocimiento de los derechos de los migrantes y su integración en los países de acogida. CEAR asumió el reto de organizar este foro junto con dos organizaciones brasileñas, Grito de los Excluidos y el Servicio Pastoral de los Migrantes. Girará en torno a nueve ejes temáticos: impactos de la globalización, derechos, movimientos migratorios y regulación de flujos, asilo y refugio, modelos de convivencia, políticas públicas, exclusión social, codesarrollo y comunicación. Pretendemos avanzar en la concreción de políticas de convivencia intercultural, y lanzar propuestas de trabajo, tales como impulsar la firma y ratificación por los países más desarrollados del Convenio de Naciones Unidas sobre trabajadores migratorios y sus familias, la inclusión de la vulneración de derechos sociales y económicos como forma de persecución que da derecho al asilo u otra forma de protección internacional, o que el inmigrante sea considerado, en las legislaciones de Extranjería, un ser humano con todas las debidas garantías y no un mero instrumento del proceso productivo.