Entre expectativas altas, un nuevo segmento del comercio minorista comienza a funcionar con tarjetas denominadas en dólares u otras divisas fuertes, mientras se ajustan precios en el resto de las tiendas. La venta de equipos electrodomésticos y otros bienes en monedas libremente convertibles (MLC) comenzó este lunes 28 de octubre en 12 establecimientos comerciales […]
Entre expectativas altas, un nuevo segmento del comercio minorista comienza a funcionar con tarjetas denominadas en dólares u otras divisas fuertes, mientras se ajustan precios en el resto de las tiendas.
La venta de equipos electrodomésticos y otros bienes en monedas libremente convertibles (MLC) comenzó este lunes 28 de octubre en 12 establecimientos comerciales de La Habana y uno de Santiago de Cuba, como había anunciado días atrás el gobierno cubano. Con esta apertura se redondean intensas jornadas en la banca para abrir cuentas en esas divisas, como respaldo a las tarjetas magnéticas con que los consumidores podrán acudir a esta nueva red minorista.
Ambas medidas forman parte del paquete que implementan las autoridades para facilitar la importación y compra por personas naturales de mercancías con dólares u otras divisas. Lo hacen para oxigenar la liquidez de la economía cubana en moneda dura.
Entre los bienes puestos en venta se encuentran neveras, aires acondicionados tipo split, televisores de gran formato, refrigeradores de alta gama, lavadoras automáticas, hornos microondas y otros electrodomésticos. Le acompañan una oferta automotriz que puede atraer gran cantidad de compradores, a juzgar por el crecimiento en la circulación desde hace meses de las motos eléctricas, incluidas en la lista del nuevo comercio. Se le suma la venta de neumáticos, baterías y otras partes y piezas automotrices de gran demanda.
En esta primera etapa abren ocho establecimientos para comercializar equipos electrónicos y otros bienes, y cinco para la venta del comercio automotor. Pero el gobierno se propone la apertura final de 77 unidades a lo largo del país.
Al comentar los preparativos a la prensa, la directora de mercadotecnia de la corporación CIMEX, Gretchen Alfonso, aludió a la preparación del personal de todas estas tiendas y «al funcionamiento de la conectividad en las cajas registradoras y losPOS (siglas en inglés de Terminal de punto de ventas)» , pasos necesarios para poder ejecutar las compras con tarjetas magnéticas.
Estas tiendas no admitirán pagos en efectivo, recurso planeado por las autoridades para evitar la libre circulación de dólares como en los años 90. Admitirán tarjetas extranjeras Visa y Mastercard, y las nacionales AIS, de Fincimex, y las tarjetas red de los bancos Metropolitano, BANDEC y BPA.
El desafío que afronta este comercio será garantizar estabilidad en el reaprovisionamiento. El director comercial de la cadena Tiendas Caribe, AmilkarOdelín, advirtió que comienzan «con un surtido reducido, el que se irá incrementando gradualmente».
Las abultadas colas de personas para abrir cuentas en dólares en los bancos cuando las autoridades dieron luz verde al paquete de medidas no deben repetirse en la nueva red minorista. En menos de una semana, unas 10.000 personas habían acudido a las 93 sucursales del Banco Metropolitano en la capital para abrir cuentas en divisas libremente convertibles, pero solo el 13 por ciento había hecho depósitos en efectivo. A juzgar por estos primeros reportes, solo una minoría de las nuevas tarjetas tiene capacidad de compra real.
Probablemente tenga mayor impacto que estas novedades otro paso anunciado por el gobierno como parte del paquete de medidas: la reducción en los precios de un grupo de productos de gama económica que se mantienen en oferta en el resto de las tiendas que operan en cualquiera de las dos monedas nacionales: el peso cubano convertible (CUC) y el peso cubano (CUP), a la tasa de cambio de Cadeca: 1 CUC x 25 CUP.
A juzgar por los primeros anuncios, las rebajas oscilan en torno al 15 por ciento para televisores -presentados como ejemplo- pero en formato de mayor demanda. Las colas y las consiguientes presiones sobre la siempre inestable oferta pueden sentirse más en este otro ámbito minorista, si la reducción es extensiva.
De cualquier manera, con este ajuste parece aproximarse el fin de una estrategia comercial de fuerte acento recaudatorio que imperó en el segmento del comercio minorista cubano que opera en CUC desde los años 90.