La pasada semana el Tribunal de Cuentas europeo ha emitido un informe analizando la Y vasca, entre otros proyectos de alta velocidad europeos.
El veredicto no puede ser más demoledor: falsedad en la previsión de volumen de pasajeros que hace que no tenga la más mínima rentabilidad ni económica ni social; los estudios de coste – beneficio son inexistentes o mal ejecutados con el agravante de ser la obra más cara de la historia de EH; no se ha atendido a los estudios académicos que ponían en duda la utilidad del proyecto y el mecanismo de participación social ha sido inexistente; ha habido sobrecostes de un 40 % en la ejecución de obras hasta la fecha; se prevén retrasos de hasta 29 años en la operatividad de la línea ya que si las obras acabaran la Y vasca constituiría una isla de alta velocidad que no se conectaría con el resto del estado español hasta dentro de muchos años (el tramo Gasteiz- Burgos solo está en fase de estudio) ni con Francia al menos hasta 2037, si es que en esta fecha dan luz verde al proyecto entre Irún y Burdeos.
El informe añade que la Unión Europea debería de haber actuado antes ante semejante despropósito al ser un proyecto subvencionado por fondos comunitarios.
Este informe es la confirmación del emitido hace dos años en el que además de la crítica actual añadían que esta infraestructura se había planificado en base a consideraciones políticas más que técnicas. A esto hay que añadir que miembros de la Comisión de Infraestructuras del Parlamento Europeo confirmaron en una visita de opositores el pasado año que ponían en duda que la Y vasca se utilizara para llevar mercancías y alertaban de la opacidad de un proyecto que se había elaborado en base a informes confidenciales.
Ante todos estos rapapolvos y en los preámbulos de una de las mayores crisis económica y social de la historia del capitalismo, la consejera Arantxa Tapia insta al gobierno español a acelerar las obras de la Y vasca. El metro de lujo entre las tres capitales en que se va a convertir la Y vasca no puede esperar aunque para ello lleven a la ruina a la mayoría de la población y destruyan aun más el territorio. Lo verdaderamente importante es que sus empresas se enriquezcan, las mordidas sigan llegando a los batzokis y nos movamos a alta velocidad de ningún sitio a ninguna parte.
Ante tamaña irracionalidad hacemos un llamamiento a seguir denunciando todos los proyectos de alta velocidad en Euskal Herria hasta conseguir su paralización definitiva. En este sentido, animamos a secundar las concentraciones que la iniciativa ORAIN ARDURA ha programado el próximo jueves 25 de junio en diferentes ciudades y pueblos de Euskal Herria.