El profesor Carlos Fenández Liria publica en la sección de «Opinión a Fondo» del diario Público del 31 de julio 2008 un artículo titulado «La prensa española y sus vergüenzas» (1) sobre su experiencia y expulsión de un programa de la cadena SER y sobre la «interpretación» que la prensa española, principalmente El País, da […]
El profesor Carlos Fenández Liria publica en la sección de «Opinión a Fondo» del diario Público del 31 de julio 2008 un artículo titulado «La prensa española y sus vergüenzas» (1) sobre su experiencia y expulsión de un programa de la cadena SER y sobre la «interpretación» que la prensa española, principalmente El País, da a los acontecimientos y a la situación de lo sucedido a lo largo de esta década en Venezuela y de cómo se ha interpretado aquí por los medios. Aporta abundantes referencias, citas concretas y en base a todo ello elabora el artículo. Un excelente artículo, en mi opinión. Hasta aquí sin novedad, todo normal, incluso a muchos les ha parecido bien todo lo expuesto y muchos lo aplauden calurosamente.
Pero, lo que ya no es tan normal, es que algunas de las críticas recibidas no se refieran, en absoluto, al contenido del artículo, ni a lo sucedido, ni a los argumentos y mucho menos a los hechos acaecidos en Venezuela, ni tampoco a la posición y desinformación que la mayoría de la prensa, especialmente la española, mantuvo y mantiene a capa y espada desde entonces.
Es posible que lo que relatan algunos de los lectores en su crítica –que nada tiene que ver con el contenido del artículo– sea cierto, y lo será, no tengo porqué dudarlo pero, ¿Qué tienen que ver sus experiencias personales con lo que ha sucedido y continua ocurriendo en Venezuela y en la mayoría de los medios de comunicación españoles? ¿Qué tienen que ver estas críticas con el contenido del artículo? Nada, nada en absoluto.
También hay otros hechos y otras consideraciones que sí vienen a cuento pero que estos despistados críticos olvidan intencionadamente si es que quieren llegar al fondo de la situación que tanto les desagrada. No creo que Venezuela sea ningún paraíso ni tiene porqué serlo. Seguramente cuatro siglos de colonización española, precisamente española, y una descolonización que pretendió mantener a los mismos amos con las mismas estructuras no se resuelva de la noche a la mañana. Las cosas no van bien, pero van mejor y, sobre todo, hay esperanza y la hay si otro golpe tipo Pinochet, made in USA, no se interpone.
Y, todo esto es así a pesar de que se olvide que el golpe de estado, no sólo contra Chávez, sino también contra Venezuela que el Sr. Aznar con la preceptiva venia del Jefe de Estado el rey Don Juan Carlos, junto con su socio Bush, se apresuraron a reconocer antes que nadie y en cosa de horas. Qué ocasión de oro perdieron ambos para callarse entonces y qué error diplomático, y de sentido común, no haberse callado ahora en vez de mandar callar.
La historia colonial española y la injerencia e intromisión en Venezuela, con golpe de estado incluido, sí explican una buena parte de la situación que tanto preocupa a estos críticos y la rabia de muchos medios de comunicación al servicio, sin duda, de intereses políticos y económicos concretos no confesados.
(1) http://blogs.publico.es/dominiopublico/680/la-prensa-espanola-y-sus-verguenzas/