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Ópera bufa

Fuentes: Rebelión

El telón se abre en el Senado. La gran sala está repleta para presenciar la comparecencia de Mariano Rajoy. No está presente el principal personaje «el tesorero infiel», pues permanece entre los bastidores de Soto del Real cantando su » adiós a la vida… buena» y amenazando a sus mentores con una mala vida. Coro: […]


El telón se abre en el Senado. La gran sala está repleta para presenciar la comparecencia de Mariano Rajoy. No está presente el principal personaje «el tesorero infiel», pues permanece entre los bastidores de Soto del Real cantando su » adiós a la vida… buena» y amenazando a sus mentores con una mala vida.

Coro: «Ay, ay, ay… canta y no llores

Porque cantando se alegran,

cielito lindo, los corazones«

Personaje central: barítono que no quiere cantar. Sólo repetir este estribillo: «me equivoqué con el tesorero infiel, me equivoqué».

«Se equivocó la paloma-en este caso, palomo-, se equivocaba

Por ir al norte fue al sur, creyó que el trigo era agua

Se equivocaba»

Si lo que pretendía era transmitir un mensaje, lo único que consiguió fue evidenciar sus mentiras pero él insistía en su inocencia alegando que se equivocaba.

«Creyó que el mar era cielo, que la noche la mañana

Se equivocaba, se equivocaba».

La comparsa aplaude a excepción de director escénico, «el abuelo de la familia Monster», que como no puede aplaudir derrocha arbitrariedades, prohibiciones y llamadas al orden a derecha e izquierda. Perdón, quiero decir sólo al ala izquierda donde proyectaba su autoritarismo. Ya se sabe: es cosa de «familia».

La comparsa, además de aplaudir al barítono, patea, insulta y amenaza a quienes se oponen a una representación en la que únicamente se desafina.

El barítono en un do de pecho afirma que no dimitirá.

«Se equivocaba, se equivocaba»

La calle se desespera. Se barrunta la tormenta. Será un alivio para tanta tensión y para tanto bochorno.

«Se oye el murmullo

Del vendaval

Quien pudiera salir de aquí

Con este temporal»

El bajo, ese amigo «fiel» que acompaña en los dúos al barítono, alardea de su voz y con imperfecta entonación, desprecia, veja e intimida a un sector del patio de butacas que representa al pueblo. El amigo «fiel» lanza un último gorgorito llamando «marrulleros» a quienes no están de acuerdo con ellos, que fue como decir decir:

«Anda, y que te ondulen

con la ‘permanen’

y pa suavizarte, que te den…’col-crém’

y si te sofocas tómalo con seltz!»

El barítono desentona y se equivoca ahora definitivamente: le da las gracias al «amigo fiel».

Se cierra el telón dándose por finalizado el escándalo, la corrupción y la estafa que se está haciendo a la ciudadanía. Evidentemente, ellos mismos se avergüenzan de salir a saludar.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.