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Ordenamiento monetario, desarrollo y consecuencias

Fuentes: IPS

Un repaso al impacto del ordenamiento monetario iniciado el primero de enero de este año.

El proceso de ordenamiento monetario requiere análisis y valoración de las implicaciones generadas durante los ya casi diez meses transcurridos de su implementación y sobre la base de estas experiencias y resultados proyectar y efectuar los ajustes necesarios.

La dualidad monetaria y cambiaria se concibió de inicio, como un proceso transitorio, sin embargo se extendió mucho más allá en el tiempo, creando dificultades económicas, sociales y políticas.

Cabe señalar una vez más que el dilema no radica en la circulación, sino en los problemas estructurales de la economía cubana, que lamentablemente aún no se encuentran resueltos.

Antecedentes necesarios            

Estudiosos del tema financiero-monetario consideraron en el momento oportuno ir a un proceso gradual de acercamiento de las monedas nacionales circulando en ese momento –CUC, peso convertible cubano y CUP, moneda nacional-, e iniciar este proceso por el sector empresarial, lo que sin duda tendría sus costos, pero también beneficios.

Entre los costos y alternativas se pueden enumerar aquellas empresas cuyos resultados económicos reales no permitían la continuidad de su funcionamiento y deberían cerrar o presentar un programa de ajuste y modificación, apropiado para afrontar el nuevo escenario.

Durante esta fase se requería un proceso de ajuste de empleo en la empresa estatal, donde se mantendría solamente el personal necesario, para que alcance la eficiencia requerida.

Otros sectores y formas empresariales económicas absorberían el personal excedente, lo cual implicaría mayor flexibilidad en la creación de nuevos espacios económicos que pudieran asimilar esa movilidad, como el trabajo por cuenta propia, nuevas cooperativas y creación de las micro pequeñas y medianas empresas (mpymes).

Esto como momento previo para afrontar las consecuencias del proceso. De igual forma se requeriría un respaldo económico (ya sea en reservas, de divisas y oro nacional y/o apoyo financiero internacional), que soporte el impacto que pueda derivar de la unificación monetaria y cambiaria.

Sin duda el recrudecimiento de las medidas del bloqueo económico financiero y comercial, implementadas por la anterior administración estadounidense y mantenidas por la actual, crea mayores dificultades, en un escenario complicado además por el impacto de la covid 19.

En determinado momento se tendría que ir a la unificación monetaria y cambiaria en la   población. En este sentido habría que establecer previamente factores de estímulos, para lograr con ello incrementos de la producción nacional, en particular de alimentos y sustituir de forma significativa las importaciones. Ello hubiera implicado el inicio de una revaluación del CUP.

La revaluación del peso requería:

-Disponer de inventarios suficientes, para afrontar dicho incremento de la demanda, y/o disponer de los recursos monetarios y financieros en divisa real, para comprar y pagar a los suministradores, con entregas inmediatas.

– Monitoreo continuo del comportamiento de los precios, previa eliminación de los precios fijos topados, como elemento de estímulo a los productores, en particular de los alimentos, dentro del momento previo.

-No olvidar que durante años determinados sectores sociales concentraron dinero, tanto en CUC como en CUP, los cuales acudirían a convertir estos en medios duraderos y otras propiedades, así como a obtener moneda nacional. A la vez, a tratar de insertarse en el mercado interno financiero informal, ante la aceptación de la MLC (moneda libremente convertible) en las tiendas minoristas creadas al efecto.

En síntesis, lo planteado por estudiosos del tema requeriría tener presente una serie de pasos previos antes del día “cero”:

-Crear una base financiera como respaldo económico (ya sea en reservas, de divisas, oro nacional y/o apoyo financiero internacional), que soporte la repercusión que pueda derivar de la unificación monetaria –cambiaria. Formas y vías fueron fundamentadas.

– Fuerzas productivas, eliminar restricciones, barreras, y medidas regulatorias, que impiden el desarrollo de la producción, en particular la producción de alimentos y materias primas básicas.

-Dar el espacio que requiere la ciencia, técnica e innovación en la solución de los aspectos económico, técnico y social, participación de la academia y estudiosos del tema.

-Consultas previas con los principales y verdaderos productores de alimentos y materias básicas, y las exportaciones. Vincular, confrontar la teoría con la práctica, recoger experiencias y realizar los ajustes necesarios. La práctica como expresión real de la verdad y validación de la teoría.

¿Qué y Cómo?

Todo parece indicar que existe coincidencia en el qué, es decir la necesidad de lograr la unificación monetaria y cambiaria, sin embargo el dilema radica en cómo hacerlo, es decir el camino a seguir.

El camino seleccionado en el ordenamiento contempla de inicio el haber acometido varias medidas al unísono, en un escenario donde se manifiesta un déficit de oferta, incremento de los ingresos, aumento de los costos, con precios mayoristas no estimuladores al incremento de la producción de alimentos, por la vigencia de precios topados, así como la eliminación de subsidios y gratuidades. Todas estas variables conducen a más inflación, inclusive por encima de la prevista.

De hecho, como se ha reconocido, los incrementos de los precios se robaron la arrancada, previo al día cero (inicio de la tarea ordenamiento 1ro de enero 2021).

La economía se encuentra limitada por la oferta, debido al crecimiento de precios de los insumos y tarifas y servicios básicos al productor, lo que se tradujo en aumento de los costos de producción y a la vez de los precios en el mercado minorista. Las alzas de salarios y pensiones (más efectivo en circulación), favorecieron el escenario ya inflacionario, superior a lo inicialmente previsto.

A lo anterior se suman las dificultades financieras para realizar importaciones y propiciar una mayor oferta, lo cual favoreció aún más los elevados niveles de inflación presentes en la actualidad.

Índice de precio al consumidor. Inflación            

El tema de los precios amerita un análisis, partiendo de una canasta de productos que se acercan a los requerimientos del consumo en Cuba, donde se considera el comportamiento de los precios en el mercado minorista en dos momentos.

El primero, comportamiento de los precios en el mercado minorista, antes del inicio del ordenamiento y un segundo momento posterior al día cero, es decir más reciente. Para este análisis se realizaron pesquisas en algunos mercados minoristas en la Ciudad de La Habana –el mercado de 23 y 6, en El Vedado, Municipio Plaza, que presenta una mayor oferta y amplio surtido, y otros dos del municipio Playa (calle 26 y 31 y calle 26 y 30)–, en los cuales se hizo una selección de productos que se acercan a la canasta y preferencias del consumidor.

En el cuadro 1, se relacionan los productos y precios fijos normados, en el 2 la canasta seleccionada y  comportamiento de los precios en los momentos antes y después del ordenamiento.

Cuando se entrega por esta vía arroz adicional el precio es 10.0 ps/ lb. En el mercado Informal 40-50 ps/lb

** Actualmente el precio en el mercado informal se mueve entre 55.0-60.0 pesos

*** Sal y aceite entrega cada dos meses

**** Transitó por un precio intermedio de 0.90 la unidad

Fuente: Elaborado por el autor

Entre los indicadores económicos principales de los que se necesita información continua precisa y oportuna se encuentra la dinámica de precios, mayorista y minorista. Mientras ello no suceda, solo es posible estimar dicha dinámica de manera aproximada y empírica.

La herramienta consultada para aproximarse el cálculo empírico sobre el nivel inflacionario fue el IPC (índice precios al consumidor).

Son consideradas dos vías de acceso a los alimentos, representativas para todos los consumidores, la normada (cuadro 1, libreta subsidiada) y el acceso al mercado libre de oferta y demanda (cuadro 2).

Sin embargo, el comprador requiere cubrir el déficit en alimentos, no satisfecho en la dos vías señaladas (fundamentalmente cárnicos, aceite vegetal, artículos de limpieza, aseo personal) y se verá precisado a acudir a una variante de mercado “libre”  -es decir de venta actualmente regulada, mediante la libreta de abastecimiento normado, en pesos cubanos -, el cual operó en su momento en CUC. En dicho mercado los precios parten del CUC multiplicado por la tasa 24×1, a precios no subsidiados.

En estos establecimientos, se le permite al consumidor adquirir al mes una cantidad limitada presentando la libreta de abastecimiento (con la intención de evitar acaparamiento y ventas en el mercado sumergido a precios especulativos).

A manera de ejemplo, la población acude y compra 5 kilogramos (11 libras), de pollo congelado, donde en el monto total de 225 pesos no subsidiado, ya lleva implícita la tasa de 24×1. De igual forma sucede con el aceite vegetal, puede adquirir hasta dos botellas mensuales, de 1 litro cada una, por un costo de 98.5 pesos ambas, algo similar sucede con el detergente 1 kilogramo al precio de 90 pesos y el picadillo congelado (4-5 paquetes), por un monto de 175 pesos.

Resumiendo, el consumidor debe realizar gastos adicionales por un aproximado mensual que puede ser superior a los 600 pesos.

Respecto al pago por el servicio de electricidad (servicios básicos), constituye un componente importante a considerar dentro de los egresos del consumidor, las tarifas progresivas registraron incrementos importantes en el actual ordenamiento monetario. Sin duda tienen un impacto no positivo en el presupuesto de gastos del usuario.

A tales efectos, bajo un sentido práctico y sustentado en el consumo real (Kilowatt/hora), tomando como ejemplo, una familia compuesta por cuatro miembros, el gasto incurrido en el mes  (septiembre), en tres años diferentes (2019, 2020, 2021) y llevado a un indicador promedio pesos/Kw/hora, para hacerlo comparable en los tres momentos (ver cuadro3), posibilita acercarse al  monto del gasto por este concepto y determinar la relación de incremento.

Algo análogo se aprecia en el cuadro 4, para el consumo de gas manufacturado (servicios básicos), de acuerdo a la información disponible para los años 2020 y 2021.

Dentro de la estructura del gasto Anicia García y Betsy Anaya consideran que los servicios básicos alcanzan el 10 por ciento aproximadamente. No obstante, es probable que la participación porcentual en las condiciones actuales sea superior.

Atendiendo a las premisas, cálculos y consideraciones preliminares de los gastos (alimentos: normados, oferta-demanda-, sin considerar erogaciones adicionales-, y servicios básicos señalados), se estima que el nivel de inflación calculado entre enero-septiembre 2021, bajo los supuestos considerados, con relación al periodo base, haya sido superior a 1 500 por ciento. No obstante, los pronósticos indican una tendencia al alza, en la cual a los precios en los productos alimenticios normados le corresponde la mayor incidencia.

Los gastos en alimentos suelen ocupar una alta proporción y rebasan el 70 por ciento (Anicia García y Betsy Anaya  2018), de los gastos promedios totales, de los consumidores. En la actualidad es probable que la participación porcentual de gastos en alimentos sea superior, ante la tendencia alcista de los precios.

Por la vía de la libreta normada de acuerdo al número de personas, el consumidor recibe artículos de aseo y limpieza (jabón, pasta dental, detergente líquido), a un costo que puede ser superior a los 200 pesos (a precios no subsidiados).

Algo curioso que aflora en este proceso del ordenamiento, es que aún después de transcurridos nueve meses y no circulando el CUC, las personas continúan tomando como referencia los precios en dicha moneda, para después multiplicarlos por 24 y llevarlo a pesos cubanos.

Es importante señalar que los gastos anteriores, unido a los realizados por la compra de productos normados, así como la adquisición de alimentos agropecuarios en el mercado de oferta-demanda, donde se registra un continuo ascenso de los precios, más el pago de las nuevas tarifas de electricidad y gas manufacturado, en su conjunto, deben ser cubiertos, a partir de los ingresos por pensiones y salarios, incrementadas a jubilados y trabajadores respectivamente.  Lo anterior sin duda, tiene un impacto desfavorable sobre la capacidad real de compra de dichas pensiones y salarios mínimos.

Precios especulativos y abusivos

De igual forma se ha estado registrando en el periodo previo inmediato y durante el proceso de ordenamiento la aparición de precios especulativos y abusivos, dentro de este proceso inflacionario, (caldo de cultivo apropiado, ante una economía limitada por la oferta, incremento de los ingresos y costos), ya alertado en su momento.

En el sector cuentapropista de comercio, particularmente cafeterías, cooperativas no agropecuarias de comercio, sitios de ventas autorizados; en los cuales se ha desplegado con fuerza el comportamiento de los precios señalados.

Es de suponer que acuden a los mercados mayoristas y suelen comprar en MLC (moneda extranjera convertible), o comprar a acaparadores y revendedores en pesos cubanos que ofertan los productos partiendo del precio de compra aplicando una tasa de 60×1, o más (similar a tasa de cambio que se aplica en las relaciones financieras del mercado informal, con respecto al dólar estadounidense).

Sin duda esto deteriora aún más la capacidad real de compra de los ingresos de los pensionaos y asalariados. Tener presente que el sector estatal abarca 3 094 400 (66 por ciento) del total de ocupados, en tanto los pensionados y jubilados ascienden a 1 670 000.

Incremento de Pensiones, Salario y precios

El gran reto radica en si el proceso inflacionario desatado en la economía y en particular en los alimentos, puede ser realmente cubierto por los estratos de más bajos ingresos, dígase pensionados y aquellos que reciben el salario mínimo de 2100 pesos, de acuerdo a lo manifestado por autoridades oficiales de una canasta básica de 1500 kcla (kilo carías) diarias, a un costo de 1 528 pesos.

En la actualidad (ya señaladas), existen tres fuentes o vías de acceso: la normada (ahora sin subsidio), la oferta en el mercado libre (oferta-demanda), sin duda con precios cada vez más elevados, ante una oferta limitada, y los mercados libres que parten de precios en CUC, a los cuales se le aplicó la tasa de 24×1, para la conversión a pesos cubano.

Otro elemento a tener en cuenta es el ahorro de los trabajadores y pensionados, que durante años lograron hacer depósitos en sus cuentas bancarias, a partir de sus ingresos. En el actual escenario de precios elevados, unido a la generalización de la tasa de cambio 24×1, la capacidad adquisitiva real de los ahorros disminuye en 24 veces.

Operaciones financieras y bancarias informales

Durante el proceso de explicación e información a la población de cómo sería el desarrollo del ordenamiento monetario, se hizo referencia a la posibilidad de venta de moneda libremente convertible, a la población cuando las posibilidades económicas del país la propiciaran.

No obstante, ante la ausencia momentánea de esa oferta oficial, se ha desarrollado una acción financiera bastante activa en la economía informal.

Además el anuncio de no aceptar el USD en efectivo en depósitos en tarjetas electrónicas habilitadas para la compra en las tiendas donde solo se acepta moneda extranjera también ha motivado un movimiento financiero importante en el mercado informal.

Se manifiestan por lo general dos tipos de operaciones, aquellas que compran en pesos cubanos depósitos de MLC en las tarjetas magnéticas; lo hacen a una tasa de 70-75 pesos cubanos por USD. El MLC es transferido a la tarjeta del comprador.

Una segunda operación es efectuada en la compra-venta de USD, por pesos cubanos, a una tasa que se mueve entre 60-65 pesos cubanos por USD.

Esta operación la suelen efectuar aquellos que viajan al exterior y realizan compras de mercancías en diversos países, retorna al mercado interno para revender, a precios sumamente elevados, le permite recuperar lo gastado (boleto, hospedaje, gastos por la transacción en la compra del USD, gastos por comercialización) y obtener una ganancia suficientemente alta, que lo estimula a realizar de nuevo el ciclo.

Este tipo de acción financiera es realizado por quienes reciben USD en efectivo y proceden a la venta obteniendo pesos cubanos, a la tasa de 60-65, para gastos que con los ingresos oficiales no pueden cubrir.

Estos aspectos requieren análisis y profunda valoración, para lo cual resulta conveniente convocar a la academia y especialistas que puedan sugerir posibles vías y soluciones, ya que ante las restricciones existentes, en la práctica se registran e incrementan las actividades financieras y bancarias en la economía informal.

Armando Nova, economista y profesor de la Universidad de La Habana

Fuente: https://www.ipscuba.net/espacios/ordenamiento-monetario-desarrollo-y-consecuencias/