El destacado actor y dramaturgo chileno Oscar Castro dio a conocer que el próximo 18 de julio presentará la obra «El 11 de septiembre de Salvador Allende», en la oportunidad actuará junto a ex integrantes del Teatro Aleph que tuvieron que dejar la compañía a fines de los años 70. El grupo de teatro Aleph […]
El destacado actor y dramaturgo chileno Oscar Castro dio a conocer que el próximo 18 de julio presentará la obra «El 11 de septiembre de Salvador Allende», en la oportunidad actuará junto a ex integrantes del Teatro Aleph que tuvieron que dejar la compañía a fines de los años 70.
El grupo de teatro Aleph fue fundado en 1968 en Chile y reorganizado hace 26 años en Francia el teatro Aleph ha presentado más de 30 obras montadas y escritas por el propio Oscar Castro tanto en giras europeas como latinoamericanas. Castro se encuentra radicado en Francia desde 1976, sus dos últimas piezas las escribió como un homenaje a Salvador Allende y Pablo Neruda dos personajes de la vida política nacional que en forma permanente lucharon por la libertad y la justicia social.
La pieza teatral «cuenta la historia de Allende en tres niveles: su infancia, sus sueños políticos de juventud y como presidente en el día en que sucedieron los hechos, incorporando las diferentes emisiones de radio que difundían la voz de Allende el día oscuro del golpe militar. En sus últimas palabras, Allende explica al pueblo todo lo que esta pasando. Lo que más me impresiona es la coherencia entre la palabra y la acción de Allende», afirma el actor, antes de señalar que se «trata de una palabra que nos hace vivir en nuestras mentes lo que yo imaginoque ese hombre vivió en ese momento», agrega.
El propio Castro es el actor central de la obra, en «El 11 de septiembre de Salvador Allende», un autor teatral queda atrapado en sus recuerdos, en el sótano de su teatro, donde junto a los decorados de piezas anteriores tiene amontonadas sus propias alegrías y tristezas del pasado. Los personajes aparecen a medida que el autor los inventa. Es una obra un poco pirandelliana, por decirlo así, afirmó Oscar Castro. La clave la da el 11 de septiembre de 1973 y el drama vivido ese día por el derrocado presidente chileno lo transmite en el escenario un actor transformado en un presidente amenazado por militares sediciosos y ambiciosos. Aparece con un casco de protección y vestido como Allende murió tras los bombardeos del Palacio de La Moneda.
Castro se encuentra en Chile para presentar además la obra «Neruda, para que la poesía no cante en vano». Esta obra, escrita por Castro y cuya musicalización estuvo a cargo del griego Mikis Theodorakis, narra la historia de un autor que se obsesiona con Neruda». Esta pieza teatral se estrenará en Chile el 12 de julio en los temporales Teatrales de la ciudad de Puerto Montt y en Santiago se realizará en la Sala Lastarria 90, lugar en donde hasta 1974 funcionó la compañía de teatro Aleph.
El escritor y doctor en Filosofía de la Universidad de la Sorbona, Cristían Vila Riquelme,cuenta que «después del golpe de Estado de 1973, con la hegemonía de los brutos y de su brutalidad,la cosa se puso dura para el teatro, como para todas las artes en general y muchos actores debieron salir al exilio, otros fueron detenidos, entre ellos Oscar Castro. A su madre y a su cuñado los hicieron desaparecer. Oscar fue a parar al Campo de Concentración de Puchuncaví», narra Riquelme.
«Allí, como en otros campos de detenidos, los prisioneros políticos se organizaban para hacer menos dura la situación: algunos hacían clases de matemáticas, de filosofía, de artesanía, se montaban obritas de teatro, algunos montaban como podían números musicales, etc. Oscar se nombró de Alcalde de Puchuncaví y cuando llegaban nuevos presos tenía la misión de darles la bienvenida al recinto, produciendo el asombro de los recién llegados», señala el escritor.
«Un buen día por presión, entre otros, del Pen Club francés, Oscar fue liberado y exiliado en Francia. No recuerdo haberle escuchado jamás hablar de las torturas a las que fue sometido sino que con una dignidad envidiable, prefería recordar cosas como su época de «alcalde» en el recinto en donde estuvo detenido o relatar las historias que otros prisioneros le habían contado sobre otros compañeros que habían logrado arrancar milagrosamente de los militares» afirma.
Oscar Castro tiene el orgullo de ser el único miembro chileno del Pen Club francés junto a Neruda y Vicente Huidobro, además el gobierno galo lo condecoró con la orden de Chevalier des Art et de Lettress, pero el actor sigue igual que siempre, chacotero, malicioso, carismático, creador y sorprendente.