El CD Palestino, conjunto chileno fundado en 1920, es el único equipo profesional de la comunidad palestina en el mundo.
La Copa Libertadores es el mejor y más grande escaparate del fútbol americano. Cada año, 38 equipos de Sudamérica y dos mexicanos bregan por hacerse con el torneo de clubes más importante del continente. La competición, ya de por sí relevante, tiene en la presente edición un participante con seguidores en latitudes tan distantes como Medio Oriente. Se trata del CD Palestino, conjunto chileno fundado en 1920 por un grupo de inmigrantes, y el único equipo profesional de la comunidad palestina en el mundo.
Desde 1979, el Tino, como se lo conoce comúnmente entre sus aficionados, no había conseguido clasificarse para la Libertadores. En la pasada campaña, el equipo tricolor se impuso a sus rivales en una liguilla previa con la que se define cuál será el tercer representante de Chile en el torneo. El regreso del Palestino no está siendo un camino de rosas. El conjunto, entrenado por el argentino Pablo Guede, exjugador de equipos como el Xerez y el Málaga, se mantiene con vida en un grupo 5 del que también forman parte el todopoderoso Boca Juniors, el Montevideo Wanderers y el Zamora FC, campeón venezolano. Con el primer puesto ya en manos del Boca, la segunda plaza, que permite el acceso a la siguiente fase, se decidirá en cuatro partidos que se disputarán entre el 7 y el 16 de abril.
De La Cisterna a Ramallah
Lo que suceda con el CD Palestino traspasará fronteras, porque esta entidad es más que un mero club de fútbol. Al-Jazeera, líder informativo en Medio Oriente, decidió adquirir los derechos audiovisuales de la Copa Libertadores. El gigante mediático transmite los partidos de un equipo que se ha convertido en el de todos los palestinos, entre los que se cifran unos 400.000 residentes en Chile, que acoge la comunidad palestina más numerosa fuera del mundo árabe. A 14.000 kilómetros de distancia de la comuna chilena de La Cisterna, en localidades como Ramallah, los hinchas palestinos siguen los partidos del club sudamericano como si fueran de conjuntos locales. Eso sí, a costa de trasnochar por la diferencia horaria.
El Tino nace tras una olimpiada nacional de colonias extranjeras que se disputó en Chile en 1920. Un grupo de ciudadanos palestinos, motivados por la morriña, deciden forjar en la localidad de Osorno un nuevo club. Desde el primer presidente del también conocido como ‘equipo árabe’, Amador Yarur Banna, hasta el actual, Fernando Aguad Dagach, todos se han preocupado por mantener viva la identificación y conexión con Palestina. Las equipaciones y el escudo son un fiel reflejo de esta vinculación. En ambas se entremezclan los colores de la bandera de sus fundadores. «Porque de Oriente nos llega la luz» es el lema de una escuadra en la que los jugadores tampoco han sido ajenos al compromiso.
Segunda selección palestina
En enero, la selección de Palestina disputó por primera vez en su historia la Copa Asiática. Jugadores que han vestido la elástica del equipo chileno obtuvieron la doble nacionalidad para defender los colores palestinos. Destacan nombres como los de Roberto Bishara o Roberto Kettlun, quienes se convirtieron en arquitectos de la entidad futbolística palestina.
La pasada campaña, el equipo modificó su vestimenta para que el número uno fuese una representación del territorio palestino-israelí. La comunidad judía de Chile denunció este diseño, que fue finalmente censurado por la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP). El Palestino tuvo que pagar una multa por ello. Como respuesta, el equipo tricolor trasladó el mapa de la espalda al pecho. En la actualidad, el principal patrocinador del equipo es el Bank of Palestine, la institución financiera más importante y estable del país, que ha desembarcado recientemente en territorio chileno.
«En nombre de todos los palestinos del planeta, quiero agradecerles esta alegría que nos han brindado, en un momento particularmente especial, cuando estamos inmersos en una ofensiva diplomática para lograr la ansiada libertad, justicia y paz que anhelamos». Así se dirigió Mahmud Abbás, presidente de Palestina, al equipo chileno en diciembre del pasado año, en la previa al debut del Tino en la Libertadores. Abbás defendió en este comunicado oficial que el equipo era el perfecto embajador de la causa palestina en el mundo del deporte. «Nos identificamos con el Palestino como si fuera la segunda selección nacional de nuestro pueblo», llegó a decir Abbás, en lo que fue toda una declaración de intenciones hacia un equipo único, que amplifica la fuerza de la causa y del pueblo palestino más allá de sus descarnadas fronteras.