Las reacciones a las iniciativas del Sindicato Andaluz de Trabajadores no han dejado de sucederse a partir del 7 de agosto. Como todos dicen o dirán defender a los trabajadores y los únicos camaleones en peligro de extinción son los del campo, parece buena idea, a pesar de lo que quede por verse y de […]
Las reacciones a las iniciativas del Sindicato Andaluz de Trabajadores no han dejado de sucederse a partir del 7 de agosto. Como todos dicen o dirán defender a los trabajadores y los únicos camaleones en peligro de extinción son los del campo, parece buena idea, a pesar de lo que quede por verse y de lo mucho dicho y escrito ya, hacer un álbum de citas de agosto de 2012 contra la memoria de los peces.
Quizás hasta el 25 de septiembre sea pronto para hacer balance de la marcha por Andalucía que están protagonizando unos centenares de miembros y simpatizantes del sindicato. Por ahora se repasa lo que dijeron representantes del PP, del PSOE y de UPyD respecto a lo sucedido en dos supermercados, uno en Écija y otro en Arcos de la Frontera. No están todos los que son, pero son todos los que están.
Alfonso Alonso Aranegui
Alfonso Alonso, portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, ha demostrado tener algunos problemas de congruencia al referirse a ciertas determinaciones ontológicas del poder: «no se puede ser a la vez Robin Hood y el sheriff de Notthingam cobrando sueldo». Ahí lo llevas. Hombre, si no se puede no se puede. Como a Sánchez Gordillo lo único que le asimila al sheriff de Notthingam es el sueldo proveniente de las arcas del estado y el arco no es lo único que le falta para ser Robin Hood, Alonso no debió quedar muy satisfecho con la metáfora y continuó: «Este hombre lo que está buscando es una propaganda a costa de todos los demás y sobre todo a costa de la imagen de España».[1] Estas frases merecen un punto y aparte.
Parece que los sheriffs de Nottingham como Alonso, los representantes armados de los especuladores, no cambiarán nunca. Están acostumbrados a que los negocios vayan acompañados de ocultaciones y mentiras, a mostrarse como profesionales de éxito a costa de la realidad de la empresa, del país, de su madre o de lo que sea. Sus palabras requieren traducción: para no perjudicar la imagen de España es necesario que los pobres emigren o mueran en silencio. Si eso sí que es intentar hacer propaganda a costa de los demás, aún más infame es la velada acusación de traición a la patria hacia quienes se esfuerzan por situar en el debate público y en la agenda del estado la pobreza creciente. Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces: un español perteneciente a las clases dominantes no hubiera expresado sus miedos a través de un personaje del folklore anglosajón; se hubiera acordado de El Tempranillo.
Jorge Fernández Díaz y Alberto Ruiz Gallardón
«Todos somos conscientes de que la gente lo está pasando mal, pero el fin no justifica los medios»[2], dijo el Ministro de Interior. Pues, oiga, no parecen ninguna de las dos cosas. A petición de Jorge Fernández Díaz, poco tardó el Ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, en instar al Fiscal General del Estado, Torres Dulce, a estudiar si las acciones del SAT eran constitutivas de delito.[3] Loable actitud si fuera cierta, porque el supuesto de hecho cambia del robo a la requisa, del asalto a la expropiación, de la violencia a la no-violencia… Pero traían ya los deberes hechos o el fin justifica los medios, porque las detenciones comenzaron a pocas horas del anuncio de que iban a estudiar.[4] Como mucho les dio tiempo a una lectura cruzada y a un repasillo ligero.
Lo que más llama la atención, sin embargo, es el arranque presuntamente antimaquiavélico por parte de un ministro de interior. Que la frase sea de un teólogo jesuita es lo de menos, ya que ésta resume buena parte de los consejos de Maquiavelo dirigidos al príncipe. Desde la filosofía idealista se interpreta la obra del florentino como una ética distinta a la cristiana o, mejor aún, como una falta de ética. Algo sospechan de la intención del amigo Nicolás.
Desde la filosofía materialista, lo que hizo Maquiavelo fue sistematizar en un tratado la práctica real de los gobernantes con el fin de mantenerse en el poder. Bien leído supone una advertencia a los pueblos de que no hagan caso de lo que dicen sus gobernantes, de que miren la crueldad de lo que hacen y de que no esperen piedad, porque la separación entre fines y medios [de producción] es relativamente arbitraria. «Para los bancos no hay prosperidad sin buenos negocios, y para que haya buenos negocios es preciso que haya orden público y un Gobierno que lo mantenga»[5]. Pues eso, nuestros ministros de interior y de justicia son marqueses de Cortina redivivos. Piensan, como el Archibald/Bunbury de Wilde, que «si las clases inferiores no nos dan un buen ejemplo, ¿para qué demonios sirven?».[6] El fin, siempre lo hay menos en la historia como proceso, es que veamos el buen ejemplo en la resignación frente a la injusticia y no en la desobediencia.
Mariano Rajoy Brey
Estamos acostumbrados a que el Presidente del Gobierno, Juan sin Tierra para Alonso, Fernando VII para nosotros, delegue las declaraciones públicas que le corresponderían cuando no conviene. En esta ocasión posó indirectamente anunciando que el Consejo de Ministros prorrogaría el día 24, con efectos rectroactivos desde el 16, los 400 € del Programa de Recualificación Profesional.[7] Desde que hicieron público su programa oculto es la primera vez que se envainan, aunque sea a medias, el «Que se jodan». Hoy ya conocemos los términos exactos de la maniobra: habrá dinero para los parados con hijos o en proceso de tenerlos, para reproducir la fuerza de trabajo de los explotados del futuro; la de hoy sobra. Los jóvenes parados que vuelvan a casa de sus padres, a ver si el aparato ideológico de estado llamado familia, el tipo más antiguo de estado, es suficiente para inocular miedo, «responsabilidad» dirían ellos, y reprimir la movilización ya desde puertas para adentro. Cuantos menos tengan dinero para ir a Madrid el 25-S, y más explicaciones tengan que dar en casa, mejor. No sólo la libertad y la igualdad pueden llegar a ser muy peligrosas para los explotadores. También lo es la fraternidad, principio del fin de toda autoridad patriarcal y del derecho a herencia por encima de los derechos de ciudadanía.
Alfredo Pérez Rubalcaba
Siguiendo el libro de estilo bipartidista, ha salido también de perfil Alfredo Pérez Rubalcaba, Secretario General del PSOE. Lo más bochornoso es el ansia por apuntarse el tanto. Cuando la necesidad aprieta ni la lucha de los trabajdores se respeta: «Ha valido la pena. La presión ha obligado al Gobierno a prorrogar los 400 euros a miles de familias que lo necesitan. Era de justicia».[8] No cabe más que preguntarle: ¿Quién ha metido la presión? ¿Quién se ha jugado algo?
Después de los resultados de dos huelgas generales, del desarrollo de un movimiento inédito cuya actividad no se puede resumir en una frase y ha tenido réplicas a escala internacional, de cientos de huelgas y conflictos laborales por sector o empresa, en fin, aunque sea menos importante, un aumento de la movilización popular en todos los ámbitos y por casi todas las razones posibles… no cabe la menor duda de que para la prórroga del PREPARA ha sido más importante la acción de unas decenas de jornaleros y parados que la amenaza de Rubalcaba de presentar una iniciativa legislativa popular.
Una prueba al modo del Consejo de Ministros y de la mayoría de las cátedras, al modo de la teoría de juegos. ¿Qué escenario intranquilizará más al gobierno de Rajoy? ¿Parados movilizados por pan y con una organización creciente? ¿O parados echando las firmas del PREPARA en un papel que, para tener éxito, ha de remover la conciencia de una parte de los 190 diputados del PP?
Antonio Hernando Vera
Con afán de colaborar con el PP en la represión salió presto el Secretario de Relaciones Institucionales del PSOE. Señaló que su partido está contra «cualquier vulneración de la ley, sea de quien sea». ¡Qué abstracta y, por tanto, falsa ecuanimidad! Añadió: «Y lo que ayer hizo algún dirigente político, que además es diputado, nos parece una barbaridad».[9] Lo que es una barbaridad es el proceso histórico de transformación del PSOE. De un partido de trabajadores a… esto. «El partido que yo aquí represento aspira a concluir con los antagonismos sociales», dijo Pablo Iglesias el 5 de mayo de 1910 en el Congreso de los Diputados. Y unas frases después: «Este partido está en la legalidad mientras la legalidad le permita adquirir lo que necesita; fuera de la legalidad cuando ella no le permita realizar sus aspiraciones».[10]
Haber renunciado a concluir con los antagonismos sociales reverbera en el «apliquése la ley» de Hernando y en la poca gana de debate semántico para cubrir la práctica. Al fin y al cabo es el hilo argumental de todos los defensores de la propiedad privada y de lo que implica en esencia, no como consecuencia: propiedad para unos y ausencia de propiedad para otros. La papeleta cambia del terrorismo a la desobediencia civil, de la violencia capitalista a la violencia obrera, pero parece que en el PSOE las cabezas ya no están para darse cuenta de que en una sociedad estratificada en clases no hay imperativo categórico que valga.
María Soledad Becerril Bustamante, marquesa de Salvatierra
La Defensora del Pueblo -sí, sí, estamos salvados- destacó «las imágenes de la violencia hacia las chicas que estaban en las cajas del supermercado, que fueron violentadas y agredidas físicamente». ¿La marquesa es feminista? «Yo creo que si hubiera habido ahí un cajero de 1,90 (de altura) y de 80 ó 90 kilos no hubieran actuado así, pero a esas pobres chicas las han maltratado y espero que el fiscal lo tenga en cuenta».[11] ¡Qué poco duran las ilusiones!
La Defensora del Pueblo parece ignorar la razón por la que la mayoría de los trabajadores que ocupan puestos de cajero en supermercados son mujeres. Habrá que ilustrarla. En general, por la división sexual del trabajo. Ya vemos la receta de la derecha para acabar con ella: mandarlas a su casa y poner a maromos de 1’90. ¿En qué estaría pensando esta mujer? Desde luego no en que un cajero de 1’90, o de 1’60, pueda llorar por miedo a que la violencia capitalista le responsabilice de haber sido tibio en defensa de sus propiedades y le despida.
En particular porque los propietarios de los supermercados piensan que las mujeres son más sumisas y miedosas y es menos probable que metan la mano en la caja. Aunque la creencia no se corresponda con la realidad, sólo hay que caminar unos años bajo su mando para saberlo. Y lo digo no por ensalzar el robo, que no supone ningún remedio a la explotación, si acaso una estéril e íntima venganza que impide la organización. Todo lo contrario. Lo digo por señalar la diferencia entre el robo y las acciones del SAT; y por mostrar que muchos trabajadores olvidan a menudo lo que tienen siempre presente los capitalistas: que sus intereses son antagónicos. En definitiva, pensando en Brecht, lo digo para no confundir la regla con una excepción. La guerra preventiva no es algo exclusivo de la política internacional, sino la regla de comportamiento de los explotadores hacia los explotados en cualquier ámbito y momento.
Antonio Cantó García del Moral
Fuera del bipartidismo, porque sólo caben dos, no he encontrado declaraciones de Rosa Díez al respecto. Sin embargo, la escisión mussoliniana blanda del PSOE ha mostrado mucha actividad a cargo del diputado de UPyD por Valencia, Antonio Cantó, que reclama la acción de las asociaciones feministas a partir de una línea de pensamiento similar a la de Soledad Becerril. Y dos huevos duros:
«Otro día hablaremos de cómo los partidos de izquierda disculpan acciones como esta, de cómo los dirigentes de IU las justifican, de lo que hace el PSOE que gobierna con ellos, de cómo el PP pide ejemplaridad pública cuando indulta delincuentes o en la Comunidad Valenciana mantiene a diez imputados en las Cortes… o de lo que tardan las asociaciones feministas en defender a unas cajeras de un súper cobardemente agredidas por unos sindicalistas… otro día… Para acabar, lo tengo claro. Para salir de esta, prefiero empresarios que crean puestos de trabajo a los señores Gordillos. Esto no es una lucha de ricos contra pobres, como nos venden de manera simplista los Gordillos. Es un pulso entre honrados y ladrones, entre trabajadores y apoltronados.»[12]
¡Vaya mezcla de frases justas y de completas memeces populistas! Desde luego que esto no es una lucha de ricos contra pobres, como gusta ser dicho desde la doctrina social de la Iglesia para abrir paso a la caridad y cerrárselo a lucha contra la explotación, explotación de la que la pobreza es la derivada. Pero ni Sánchez Gordillo, ni sus compañeros, ni los que se han autoinculpado, etc. -¡qué manía con anular su individualidad y su condición de seres pensantes!-, son tan simplistas ni venden nada.
No parece de recibo oponerse desde el mundo de la farándula al cristianismo de los jornaleros que viven en ese feudalismo tan capitalista, subvencionado por la UE con los fondos de la Política Agraria Común. Para ellos supone un modo de deslegitimar a los terratenientes, proclives a un temor de Dios muy raro, que hace compatibles la romería beata, las bodas en catedrales y el desfile bajo palio con la financiación de fosas comunes para los defensores de la reforma agraria. Ni tampoco lo es oponerse a su andalucismo, reproducido por el desarrollo desigual y combinado del capitalismo en España. Sólo se recurre al análisis a partir de la voluntad cuando no se tienen recursos para explicar el proceso de producción de lo que se trate. Y Cantó demuestra no tenerlos.
¿Qué tiene que ver la honradez con la legislación vigente? ¿Quiénes son los ladrones cuando el robo es legal gracias a las relaciones capitalistas de explotación consagradas desde la constitución al último reglamento? ¿Quiénes son los «apoltronados», los enemigos del trabajo? Habrá que decírselo, aunque la palabra «empresario» cubra demasiadas realidades distintas: esos empresarios con los que sueña. Si alguna vez crean puestos de trabajo, ahora no, es para apropiarse duros a dos pesetas. La cara real de su visión utópica de los empresarios son los deseos de que el conflicto de clases se resuelva mediante la acción policial y de encontrar asociaciones feministas que actúen como mamporreras del capital. Parece que se va quedar con las ganas. Si no de lo primero, al menos de lo segundo.
Pero tratando con nacionalistas de derechas es imprescindible señalar otra faceta que revela la naturaleza de la salida de la crisis que prefieren. A principios de los setenta Nicos Poulantzas escribió: «Horkheimer, alzándose desde hora temprana contra la serie de las concepciones del «totalitarismo», decía: «Pero el que no quiere hablar del capitalismo debería también callar en lo que al fascismo se refiere». Esto, con todo rigor, es falso: es el que no quiere hablar de imperialismo quien debería también callarse en lo que al fascismo se refiere».[13] En concreto, merced al imperialismo y a la competencia capitalista, si los empresarios crean puestos de trabajo es destruyendo otros, aquí o en cualquier otro lugar del mundo. Quizás eso a Antonio Cantó le preocupe tan poco como el desdén de los terratenientes, secular se queda corto, para crear puestos de trabajo estables en Andalucía. Tampoco parecen preocuparle los efectos que tiene en los pequeños comercios la omnipresencia de Carrefour, segunda cadena multinacional de distribución en el mundo. Ni de Mercadona la represión sindical y el chantaje a los «Interproveedores», verdaderos productores de riqueza y de puestos de trabajo. No por casualidad los andaluces cantamos desde el 10 de julio de 1936: ¡Sea por Andalucía libre, España y la Humanidad!
Notas
[3] http://www.elmundo.es/elmundo/2012/08/08/espana/1344440745.html
[4] http://twitter.com/canalsurweb/statuses/233319480602787840
[5] http://elpais.com/diario/1987/02/23/economia/541033211_850215.html
[6] Oscar Wilde, La importancia de llamarse Ernesto.
[10] http://es.wikiquote.org/wiki/Pablo_Iglesias
[11] http://www.20minutos.es/noticia/1564460/0/becerril/gordillo/mujeres/
[12] http://www.huffingtonpost.es/2012/08/09/debate-entre-alberto-garz_n_1758980.html
[13] Nicos Poulantzas, Fascismo y dictadura. La Tercera Internacional frente al fascismo.
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