Es conocido que el Juez ha dejado en libertad provisional al cobarde agresor racista del tren de Barcelona. Todos vimos en el vídeo como un ciudadano argentino no se atrevió a intervenir en los hechos. Esperanza Agurrie, la ultra-conservadora presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid, ha declarado que «Así empezó el nazismo, porque los […]
Es conocido que el Juez ha dejado en libertad provisional al cobarde agresor racista del tren de Barcelona. Todos vimos en el vídeo como un ciudadano argentino no se atrevió a intervenir en los hechos. Esperanza Agurrie, la ultra-conservadora presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid, ha declarado que «Así empezó el nazismo, porque los demás miraban para otro lado». Incluso, el Ministerio Fiscal esta estudiando iniciar acciones legales contra este testigo por si hubiera cometido un delito contra el deber de impedir determinados delitos.
Un poco más al sur, en Valencia, el pasado 17 de octubre, un joven blanco, nativo y de buena familia, abofeteaba en la calle a su novia. Otro joven estudiante de derecho, candidato en las últimas elecciones municipales por Esquerra Unida intervino para separar a la víctima de su agresor. Este último le pego un puñetazo con tal violencia que le dejo inconsciente desnucándose contra el suelo y falleciendo seis días después. El Ministerio Fiscal no va a pedir el ingreso en prisión del presunto agresor, David M. G. «porque no ha ocurrido ningún hecho determinante que haga variar su situación procesal». Según el portavoz de la Fiscalía, Joaquín Baños que haya muerto este ciudadano ejemplar no varía su «situación procesal», para el funcionario que debe defender los derechos de los ciudadanos ante los tribunales no importa la repercusión social de este homicidio, que se hayan conocido estos hechos después de ver en televisión las imágenes de la agresión racista en Barcelona, ni le importa que el acusado sea un maltratador de su novia.
A la vista de lo actuado, ¿Quién es ahora el «guapo» que media en una agresión contra una mujer?